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A la carta
Ricardo García
Asael Sepúlveda
Ricardo Martínez
Miguel Angel Sánchez de Armas |
La huelga en Taxco
Jorge Ibarra
- El alcalde panista se presta al hostigamiento
- Crisis y fiebre de oro
- Minera México se niega al diálogo
Taxco, Guerrero.- En este pueblo minero de unos 180 mil habitantes, sigue la huelga de las tres minas que posee Industrial Minera México, propiedad del empresario Germán Larrea Mota Velasco, quien a pesar de perder en los 210 días que tienen en huelga las minas en Sombrerete, Zacatecas; Cananea, Sonora y Taxco, Guerrero más de mil millones de dólares, persiste en su empeño de no negociar con el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y similares, encabezado por Napoleón Gómez Urrutia. Roberto Hernández Mojica, Secretario General de la Sección 17 del Sindicato Minero, advierte con preocupación: “Hay un estancamiento económico en Taxco, las familias de los 420 mineros en huelga están desesperadas, y los compañeros también han dado muestras de zozobra e incertidumbre, debido a que las pláticas entre la empresa y el sindicato están estancadas”.
Reconoce que a la fecha se mantienen firmes en el movimiento de huelga 360 compañeros, pues el resto ya ha aceptado la liquidación de la empresa, por cierto un finiquito basado en un ajuste salarial de 1994 y el jueves tres compañeros más se dieron por vencidos y aceptaron su retiro.
Mientras tanto la empresa, a través de volantes y espots de radio está tratando de doblegar al movimiento huelguístico, conminando a los trabajadores mineros a defeccionar del movimiento, regresar a las minas y desconocer a su líder, Napoleón Gómez Urrutia, cosa que no han logrado ni siquiera mínimamente.
Las minas existentes en Taxco, Guerrero son: El Solar, ubicada en Taxco, Remedios en el municipio de Tehuilotepec y La Concha en el poblado de El Fraile, con una producción diaria hasta el paro de las actividades de mil 600 toneladas diarias de plata, plomo y zinc, conjuntamente.
Hernández Mojica señala que desde el principio, la empresa los quiso vencer por la presión económica, pues el fondo de resistencia con que contaban fue congelado y sólo alcanzaron a pagar cuatro semanas de a 500 pesos a cada trabajador, desde el 30 de julio en que estalló la huelga, hasta el mes de agosto, antes de que la cuenta fuera congelada.
Sin embargo, señala que los mineros han seguido recibiendo los 500 pesos semanales y a partir de esta semana se les incrementan 50 pesos más, por instrucciones del dirigente nacional, Napoleón Gómez Urrutia, quien en todo momento los ha apoyado.
Reconoce que los habitantes de Taxco han empezado a sentir los efectos del estrangulamiento económico a causa del cierre de las minas, la principal fuente de ingresos de este pintoresco pueblo, empotrado en plena ladera del cerro, desde donde luce su arquitectura colonial y churrigueresca.
Y es que dice Hernández Mojica: “No hay otra industria, mas que la artesanía de la plata” y añora, “en sus buenos tiempos, Taxco llegó a tener hasta dos mil mineros trabajando”, ahora sólo quedan cerca de 400 trabajadores de la minería.
A raíz de la huelga “se dio un bajón económico en Taxco, como no se había visto en muchos años” y explica que los mineros también son orfebres de la platería y muchos de ellos se ayudan confeccionado joyería de este argentino metal, además el turismo internacional y nacional ha amortiguado un poco los efectos negativos de esta recesión económica a que nos ha llevado Industrial Minera México. Insiste, la empresa no ceja en su afán de querer desaparecer al sindicato y “mañosamente ha anunciado por internet el cierre de la mina, argumentando que ya se agotaron los yacimientos de plata y los demás minerales, para ahuyentar al turismo internacional que es actualmente uno de nuestros principales sostenes económicos. Razona que como la gente cree que la plata que se extrae en Taxco es la misma que se utiliza para la elaboración de artesanías y piezas de orfebrería, podría traer un alejamiento del turismo al pensar “ya no hay plata, a qué vamos”. Y aclara que esto no es así, pues aunque las minas están cerradas, se sigue trabajando la plata, que se trae por parte del Grupo Peñoles de Zacatecas y otras partes del país.
Fiebre del oro
Manifiesta Hernández Mojica que al parecer a Germán Larrea Mota Velasco le ha dado la fiebre del oro, ya que recientemente se encontró un rico yacimiento de este metal en la mina El Solar, y la empresa no lo ha manifestado públicamente, pues pretende deshacerse del sindicato y de los mineros y explotar la veta con trabajadores de empresas outsourcing, es decir, contratistas que le releven de toda responsabilidad social para con los trabajadores. Asevera el dirigente minero de Taxco que la empresa ha manifestado el agotamiento de la plata, el plomo y zinc en las minas de esta localidad, pero ante el planteamiento por parte del sindicato de compulsar las opiniones de peritos de la empresa y la representación minera sobre las reservas minerales, ésta se ha negado “nosotros sabemos que hay reservas minerales para 25 o 30 años más”.
Recientemente Industrial Minera México manifestó estar perdiendo cinco millones de dólares diarios por la huelga en Taxco, Cananea y Sombrerete, por lo que a la fecha suman mil 50 millones de dólares las pérdidas y pese a ello se niega a negociar. Las peticiones de los mineros de Taxco son, una mejoría en las condiciones de higiene y seguridad en las minas, pues actualmente la entrada a la misma está cerrada, debido a un derrumbe en el área de calesas o elevadores en que bajan a los mineros. Debido a que la mina estaba cerrada a raíz de la huelga, no se produjo una desgracia, ya que el derrumbe perforó el elevador que es de dos pisos y en cada uno de ellos se baja a 50 trabajadores, por lo que de haber ocurrido cuando la mina estaba activa, ahorita estaríamos hablando de 100 muertos, pues cayeron 13 toneladas de roca y destrozaron el techo de los dos pisos del elevador. Explica Roberto Hernández que Germán Larrea sigue ganando, debido a la constante alza de los metales en el mercado mundial, y cita que recientemente hubo un jugoso reparto de dividendos entre los accionistas de Industrial Minera México.
Apoyo
Aunque la gente en Taxco es un poco apática, señala Hernández Mojica, debido a que no está acostumbrada a huelgas, ya que ha habido recientemente una en 1998, pero de muy corta duración, no nos hostiliza y poco a poco se ha ido convenciendo de lo justo de nuestra lucha y nos llevan café, chocolate y algunas monedas para apoyarnos. Los medios de comunicación también nos tratan bien, y a excepción de un semanario local pagado por la empresa para hostilizarnos, ha habido plena apertura en la prensa, radio y televisión, lo que nos anima a seguir en nuestra lucha hasta que logremos que se de respuesta a nuestras peticiones que son mínimas: mejores condiciones de higiene y seguridad y el cumplimiento de un incremento salarial, derivado de una prestación para los compañeros del tumbe y acarreo, ganada en la revisión contractual de 2007. En síntesis, dice Roberto Hernández Mojica, los números no mienten, ha habido un promedio de tres a cuatro muertos cada año por accidentes y derrumbes en las minas, así como unos ocho trabajadores lesionados por accidentes cada mes. Manifiesta que contrariando el derecho de huelga, la empresa alega haber conseguido un amparo para seguir laborando, y por ello incita a los trabajadores a romper el movimiento, ofreciéndoles prebendas que seguramente no cumplirá y asegurando que la huelga es nociva pues frena un desarrollo económico para Guerrero. Por su parte, Lino Juárez Méndez, Secretario de Fomento Cooperativo del CEN del Sindicato Minero, señala que actualmente son mil 500 mineros en Cananea, Sonora los que están en huelga; 480 en Sombrerete, Zacatecas y 400 en Taxco, Guerrero, es decir, dos mil 380 en las tres unidades mineras. Mientras tanto, en Taxco, Guerrero, la economía languidece y la gente se aferra al turismo como una fuente alterna de ingresos, mientras espera la solución de la huelga, además de desarrollar la orfebrería y artesanías en plata. A los mineros no se les paga el riesgo de trabajo, pese a que diariamente tienen que bajar 700 metros hacia el interior de la mina, enclavada en la montaña, en condiciones precarias, con elevadores casi inservibles y actualmente dañados por las rocas del último derrumbe.
También tienen que enfrentar a unos 25 disidentes o “esquiroles” que han tratado de socavar la unidad sindical sin lograrlo, pues pretendían regresar a la mina y el 98 % de los trabajadores no se los permitimos, ya que sólo se permite el ingreso de pocos trabajadores para labores de mantenimiento.
Vendido
Otra situación a la que se tienen que enfrentar los mineros es al hostigamiento por parte del alcalde panista de Taxco, Ramiro Jaymes Gómez, quien prácticamente está “vendido” con la empresa y encarcela a nuestros compañeros por el simple hecho de ser mineros, inventándoles cargos inexistentes para encarcelarlos. Industrial Minera México le pagó la campaña para llegar a la alcaldía y actualmente lo tiene en la nómina con un sueldo superior al que le pagan por ser alcalde, de manera que “tiene que responder y servir a su amo”, señala Lino Juárez. A tanto ha llegado el hostigamiento del alcalde, que los mineros decidimos boicotearle su segundo informe de gobierno el pasado 27 de noviembre, cosa que hicimos y trascendió en la prensa nacional en ese tiempo. El gobernador perredista, Zeferino Torreblanca Galindo, nos ha manifestado su apoyo a través de la Secretaría General de Gobierno, señalando que hará todo lo posible para que no se cierre esa fuente de empleo; sin embargo, su Secretario de Desarrollo Económico nos desanima al decirnos “no muchachos, qué van a hacer ustedes contra ese monstruo poderoso económicamente”, y luego añade, “la veleta se va para donde está el poder económico y hace la seña del signo de pesos con los dedos de la mano.
Esta es la situación que vive el municipio de Taxco, que ya siente los estragos de la recesión económica que vive. Espera que la Semana Santa les traiga un ligero alivio por el incremento del turismo y los ingresos que representa. Los lugareños dicen en son de broma que están dispuestos a participar en las procesiones de autoflagelo, enmascarados, para pedir al poder divino que la huelga se arregle, por el bien del pueblo.
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