18 dic 2008
RESPUESTA MÚLTIPLE DE PEDRO DE ISLA
Al señor Delgado:
La crítica es crítica, simplemente. Ponerle adjetivos es adjetivar al que se los pone. Decir que uno no cree en algo no significa que haya que proponer un sustituto, peor aún cuando ya lo hay, bien establecido y acotado y se llama "voto". También le comento que entiendo más de estadística, proyecciones e incertidumbre de lo que se pueda imaginar, pues fue parte de mi educación universitaria y de mis dos primeros trabajos -que cubrieron varios años- en la industria regiomontana.
A la hija del señor Salvador Borrego:
Entiendo que no es fácil ver que se contradigan las ideas de su progenitor, pero la defensa es contraproducente porque parece más un exabrupto, se llama "Chewbacca defense". Este espacio no era para hacer alarde de Calvino.
Al señor Salvador Borrego:
Aprecio su primera respuesta. Si lo desea, me gustaría seguir esta plática en persona.
A mi estimada Lupita (Elósegui):
Yo usé muchas palabras, tú fuiste más concreta, pero los dos pensamos finalmente lo mismo sobre el tema.
15 dic 08
¿Nefasta idea?
La crítica destructiva, entendida como aquella que únicamente se permite emitir juicios pero resulta discapacitada para proponer soluciones, es sin lugar a dudas un atributo que sólo los incapaces de crear se pueden permitir. Considero muchísimo más meritorio el acto de proponer en afán de mejoras y avances que el desacreditar a diestra y siniestra simplemente por falta de, me apena mencionarlo, entendimiento. Concuerdo en que un hombre un voto en nombre de la democracia. Sin embargo me pregunto, en cuanto a la declaración de que una encuesta sustituye a los ciudadanos, en dónde quedaron olvidadas las capacidades hermenéuticas de un escritor, en este caso el señor Pedro de Isla. Innegablemente es vergonzosa la falta de comprensión por su parte de lo que la Propuesta Borrego representa. Esta propuesta se basa en métodos científicos y una opinión tan carente de sustento por parte del señor de Isla no demuestra otra cosa que no sea la ausencia del más mínimo respeto por la ciencia y asimilación del significado propio de la misma así como de la naturaleza de la misión científica dirigida, tomando en cuenta su labor y finalidad última, a ser siempre útil para sustentar el crecimiento y el desarrollo tanto social como individual.
Ahora, tomando en cuenta que la perseverancia es una virtud, por supuesto que un precandidato es libre de mantenerse en la contienda a pesar de los resultados de las encuestas, lo que me resulta indispensable aclarar es la diferencia entre perseverancia y necedad. Ante resultados evidentes, en los cuales la opinión es completamente originada por la conciencia ciudadana, me parece la obstinación de un precandidato, cuando a través de una investigación sustentada en la ciencia y en la opinión pública se han demostrado sus nulas posibilidades de obtener el triunfo, una completa falta de noción de lo que es el sentido común. En nombre de lo que es lógico, evidente y además democrático, tal empeño por parte de un precandidato no puede responder a otros fines que no sean intereses meramente personales y obviamente con este antecedente se descartan las posibilidades de un buen desempeño en un cargo político, los funcionarios están para servir al pueblo y no para servirse de él, además de que un capricho de esta naturaleza podría causar la fragmentación del partido al que pertenece el individuo demostrando así su egoísmo y falta de solidaridad en busca del bien común. En cuanto a los procesos de las encuestas es obvio que se trata de un desarrollo a base de selección en cuanto a los fines que convengan a la ciudadanía y los partidos mismos. Como ciudadano la Propuesta Borrego puede brindarme la confianza de apoyar a un partido y a su candidato con la plena certeza de que la decisión de mi voto será respaldada por bases sólidas y no ante una supuesta unidad endeble y por lo tanto dudosa de un partido. Las encuestadoras son solamente un medio para la mejor toma de decisiones por parte del ciudadano, para una gobernabilidad legítima y sobre todo para que nuestra opinión como pueblo y nuestra libertad de elección se encuentren apoyadas en la certidumbre que nos brinda la ciencia. Resulta vergonzoso que un hombre de letras con una trayectoria y galardones como la de Pedro de Isla se permita emitir esta clase de juicios sin sustento. De cualquier manera cabe aclarar que aprecio la conciencia ecológica del señor de Isla al preocuparse por no desgastar los recursos naturales necesarios para expresar opiniones en papel. En cuanto a lo de Big Brother, bueno, cada cual es libre de elegir, incluso en la obtención de su entretenimiento, sin importar qué tan deplorable resulte.
Antonio Delgado Garza
De Isla, Borrego y la multiplicidad Calvino
Pedro de Isla responde a una propuesta de mi padre, Salvador Borrego, para elegir candidatos sin poner en riesgo la unidad de los partidos. Mi postura, siempre ha sido de respeto a la opinión ajena. Sin embargo, ésta vez me ha llamado la atención, la falta de información que denota la réplica y me hace recordar a aquellos compañeros que tenía en la Facultad de Filosofía y Letras, que decían estudiar letras porque buscaban una carrera en la cual no tuvieran que saber nada de matemáticas.
En esta ocasión, como nos pasa muchas veces, debo aceptar que los argumentos que se me vinieron a la mente, no pueden escucharse mejor en palabras mías que en las de otro gran escritor, en este caso Ítalo Calvino. Recordarán ustedes que en las “Seis propuestas para el próximo milenio”, nos habla de la multiplicidad en la literatura.
“El gran desafío de la literatura es poder entretejer los diversos saberes y los diversos códigos en una visión plural, facetada del mundo.” (Siruela:114)
Nos habla Calvino de la necesidad de que los escritores tengan cultura y conozcan de ciencia, menciona el caso de Flaubert que para construir a sus personajes tuvo que leer libros especializados de agricultura y horticultura, geología, química, medicina y anatomía entre otros.
El conocimiento como multiplicidad es el hilo que une las obras mayores, tanto de lo que se ha llamado modernismo como del llamado posmodernismo – más allá de todas las etiquetas, quisiera que continuase desenvolviéndose en el próximo milenio.” (Siruela:117)
Algunos de los comentarios de Pedro de Isla, demuestran una total falta de conocimiento de lo que es la ciencia estadística, cómo funciona, qué es un proceso aleatorio, que a final de cuentas constituye la base de la encuesta. Podríamos considerar válido que un escritor se niegue a indagar o investigar acerca de los campos del conocimiento científico. Pero como concluye Calvino su propuesta
“Alguien podría objetar que cuanto más tiende la obra a la multiplicación de los posibles, más se aleja del unicum que es el self de quien escribe, la sinceridad interior, el descubrimiento de la propia verdad. Al contrario respondo, ¿qué somos , qué es cada uno de nosotros sino una combinatoria de experiencias, de informaciones, de lecturas, de imaginaciones? Cada vida es una enciclopedia de estilos donde todo se puede mezclar continuamente y reordenar de todas las formas posibles.” (Siruela:125) Esto que dice Ítalo Calvino, no es otra cosa que el entendimiento del fenómeno de la variación, precisamente lo que estudia la estadística.
La comprensión de las matemáticas acompañó y alimentó la obra de escritores como José Echegaray y Eizaguirre, Stendhal, Dostoyevski, Paul Valéry, Lichtenberg, Musil, Carlo Emilio Gadda, Thomas Mann, James Joyce, Jorge Luis Borges y Lewis Carrol entre otros.
Lamento y compadezco al compañero Pedro de Isla, que teniendo en su haber reconocimientos tan importantes como el Premio Juan Rulfo por su quehacer literario, se ha privado por falta de capacidad o pereza intelectual, de incluir en su enciclopedia el entendimiento de ese país de las maravillas que constituyen las matemáticas.
Mónika Muskaria
Mitos, Mitofskis
Con la pena, pero me parece esto igual que el famoso IBOPE, con el que se mide el rating en las televisoras. No he conocido a nadie que tenga instalado el famoso chunche en su televisor para medir tal cosa, ni encuesta que no sea amañada. Si ni siquiera el político que dice representarme lo hace, ¿cómo lo va a hacer una encuesta? Buen intento para conseguir clientela para las encuestadoras. Mitos, mitos, Mitofskis. El voto e mobile cual piuma al vento... y a las urnas me remito.
Guadalupe Elósegui
11 DIC 08
RESPUESTA DE PEDRO DE ISLA A SALVADOR BORREGO
Ante todo, gracias por su respuesta, va mi réplica. Me tomo la libertad de utilizar sus iniciarles para citarlo y luego las mías (PI). Los paréntesis son míos.
(Un hombre, un voto)
SABA:. Siempre ha quedado en el olvido. A las elecciones nunca acude el 100% del electorado; algunos no votan por desinterés y otros porque su estado de marginación económica y/o intelectual les indica otras prioridades. Con mi propuesta, a esa gente también se le tomaría en cuenta.
PI: Es un hombre un voto. Quien no vota también ejerce su derecho. Pero con esta propuesta menos se les toma en cuenta, se tomaría la decisión en base a algunas personas a quienes se les encueste. Entiendo la mecánica de las encuestas, pero me pongo de ejemplo: a pesar de que he visto miles de encuestas por mi trabajo, algunas de ellas relacionadas con la política, jamás me han preguntado mi preferencia electoral; y he votado muchas veces. En la encuesta no aparezco, en la urna sí. Y la gente con poca cultura electoral y/o estadística no entenderá que "su candidato" no figure "por culpa" de una encuesta que ni siquiera lo tomó en cuenta.
(Sobre la encuesta como sustituto del ciudadano)
SABA: Nada más falso. La encuesta contempla una muestra de ciudadanos que por la forma de ser seleccionados representan al total de ciudadanos, con una imprecisión que el propio método exhibe y un riesgo de equivocación que también declara.
PI: ¿Y entonces qué es más exacto? ¿El voto o la encuesta? Ante la incertidumbre, (y recordemos el 2006) definitivamente hay que irse por el voto.
(Sobre el terco candidato)
SABA: Por supuesto. Un candidato muy mal posicionado tendría la opción de declinar cuando se publique la primera tercia de encuestas, pero si es su voluntad podría continuar para la segunda y la tercera. Se espera que después de tres triples encuestas, una persona con pocas posibilidades encontrará en su entorno inmediato muestras de que lo más sensato es la declinación. Es claro también que nunca faltarán los obstinados, los que no entienden razón alguna, pero es importante que estos necios se entiendan por el resto del conglomerado social justo como tales, como necios. Es éste el propósito central de mi propuesta. Para que en caso de que uno de estos inconformes decida abandonar el partido, no represente un grave daño a la unidad.
PI: Eso hacen ya las actuales encuestas. No veo el cambio. Por otra parte, y déjeme recordarle de nuevo el 2006, el cambio que se dio en las encuestas fue muy notorio. Bajo este esquema Calderón debió tirar la toalla frente a Creel, apenas arrancaron las precampañas y ya ve, ¡despacha en Los Pinos!
(Sobre los cambios tras una declinación)
SABA: Es claro que los números se mueven al reducirse las opciones y es claro que la primera triple encuesta dejará de tener sentido cuando aparezca la segunda y esta última cuando aparezca la tercera y definitiva triple encuesta. Es claro también que las preferencias se modificarán conforme se modifiquen las opciones. Cada triple encuesta dará cuenta de la nueva condición relativa entre los contendientes que se mantengan en la contienda. Pero nada de esto significa demérito para las encuestas en cuanto metodología que evalúa la cambiante opinión pública. La idea es que se fije un plazo para el registro de aspirantes y que una vez conformada la lista de aspirantes ya no entren nuevos y se inicie el proceso de depuración de declinación voluntaria manteniendo la unidad.
PI: Estamos ante una disyuntiva: tres encuestas para que se den de baja los “perdedores” (acordemos ese nombre), pero por otra parte, tres encuestas para que repunten ellos mismos. ¿Y al final? ¡El voto decide!
SABA: Los ganadores serían los ciudadanos, porque el costo de esto es muchísimo menor que el de elecciones abiertas y tendrían la certeza de candidatos a su gusto. Gana la gobernabilidad porque se evitarían fisuras innecesarias. Gana la certidumbre porque se habrían tomado decisiones con el apoyo de la ciencia que fue desarrollada para tal efecto. Las encuestas son en esencia una aplicación de la Ciencia Estadística que es, de acuerdo al padre de la estadística aplicada, Sir Ronald Fisher, la ciencia de la toma de decisiones ante la incertidumbre.
PI: Concuerdo en lo del costo, dudo de la gobernabilidad (entramos en el asunto de la conciencia de quienes llevan quizá años soñando con el puesto) y no estoy de acuerdo con la certidumbre, pero ese punto da para mucho más, así que en otro mensaje lo desgloso.
SABA: Las encuestadoras seguirán ganando porque el valor que en una democracia los políticos le dan a la opinión de sus electores es muy grande. Ellos buscan el favor de su voto, y casi como Gustavo Adolfo Becker, parecen no tener límites en su disposición al pago por saber lo que piensan de ellos: Recordemos aquello del sevillano:
De lo poco de vida que me resta
diera con gusto los mejores años,
por saber lo que a otros
de mí has hablado.
Y de esta vida mortal y de la eterna
lo que me toque, si me toca algo,
por saber lo que a solas
de mí has pensado.
PI: Buenas líneas.
SABA: Creo que son los bits mejor utilizados. Los del debate de ideas basadas en la ciencia en apoyo a la solución de un problema social. Es claro que para que la ciencia se pueda utilizar en beneficio de la comunidad hace falta cultura, entendida como lo dice Gabriel García Márquez: como el aprovechamiento social de la inteligencia humana.
PI: Entiendo que considere eso sobre sus bits, de lo contrario no hubiese hecho esta propuesta. Espero entienda que no la comparta.
SABA: Es claro compañero Pedro de Isla, por otra parte, que es remota la posibilidad de que nuestros partidos apliquen mi propuesta para este proceso electoral. Pero ésta seguirá siendo pertinente durante los próximos años. Cuando la cultura estadística sea un haber de nuestro pueblo estas ideas y otras más refinadas, pero con base en esta maravillosa ciencia, serán el pan de cada día, y el mundo será mucho mejor que este que nos ha tocado vivir, y que a pesar de sus deficiencias no dejo de encontrar maravilloso.
PI: Entra en el meollo del asunto: si no son capaces de cumplir con la Carta Magna y “chapulinean” que es un contento (y me remito al texto de un buen amigo que aparece en este mismo espacio electrónico: Claudio Tapia), menos les puede pedir que se ajusten a algo que, seguramente, no entenderían y menos aun le encontrarían la forma de usar en contra de sus rivales… a menos que sean encuestas amañadas.
SABA: Gracias por su interés y por darme la oportunidad de abundar en el tema.
PI: Ha sido un placer.
10 DIC 2008
RESPUESTA A PEDRO DE ISLA
Con mucho gusto doy respuesta puntual a los cuestionamientos de Pedro de Isla. Mis respuestas son antecedidas por las iniciales de mi nombre: SABA
NEFASTA IDEA
Pedro de Isla: ¿Dónde quedó aquello de un hombre un voto?
SABA: Siempre ha quedado en el olvido. A las elecciones nunca acude el 100% del electorado; algunos no votan por desinterés y otros porque su estado de marginación económica y/o intelectual les indica otras prioridades. Con mi propuesta, a esa gente también se le tomaría en cuenta.
Pedro de Isla: ¿Ahora resulta que una encuesta va a definir quién es el candidato de un partido, sustituyendo a los ciudadanos?
SABA: Nada más falso. La encuesta contempla una muestra de ciudadanos que por la forma de ser seleccionados representan al total de ciudadanos, con una imprecisión que el propio método exhibe y un riesgo de equivocación que también declara.
Pedro de Isla: ¿Y si un candidato quiere seguir, a pesar de lo que digan las encuestas? Está muy en su derecho.
SABA: Por supuesto. Un candidato muy mal posicionado tendría la opción de declinar cuando se publique la primera tercia de encuestas, pero si es su voluntad podría continuar para la segunda y la tercera. Se espera que después de tres triples encuestas, una persona con pocas posibilidades encontrara en su entorno inmediato muestras de que lo más sensato es la declinación.
Es claro también que nunca faltarán los obstinados, los que no entienden razón alguna, pero es importante que estos necios se entiendan por el resto del conglomerado social justo como tales, como necios. Es éste el propósito central de mi propuesta. Para que en caso de que uno de estos inconformes decida abandonar el partido, no represente un grave daño a la unidad.
Pedro de Isla: Por otra parte, al declinar uno, la encuesta deja de tener sentido, porque las opciones cambian y los números se mueven. Los apoyos del declinante no se distribuyen proporcionalmente, se pueden ir hacia alguno de los candidatos y ¡zas!, la encuesta "definitoria" vuela en pedazos. ¿O pretenden hacer todo el estudio de nuevo cada vez que un candidato se dé de baja, o se integre a la contienda?
SABA: Es claro que los números se mueven al reducirse las opciones y es claro que la primera triple encuesta dejará de tener sentido cuando aparezca la segunda y esta última cuando aparezca la tercera y definitiva triple encuesta. Es claro también que las preferencias se modificarán conforme se modifiquen las opciones. Cada triple encuesta dará cuenta de la nueva condición relativa entre los contendientes que se mantengan en la contienda. Pero nada de esto significa demérito para las encuestas en cuanto metodología que evalúa la cambiante opinión pública.
La idea es que se fije un plazo para el registro de aspirantes y que una vez conformada la lista de aspirantes ya no entren nuevos y se inicie el proceso de depuración de declinación voluntaria manteniendo la unidad.
¿El único ganador de este “ejercicio”?: ¡las encuestadoras!; ni el ciudadano, ni la gobernabilidad, mucho menos la certidumbre.
SABA: Los ganadores serían los ciudadanos, porque el costo de esto es muchísimo menor que el de elecciones abiertas y tendrían la certeza de candidatos a su gusto. Gana la gobernabilidad porque se evitarían fisuras innecesarias. Gana la certidumbre porque se habrían tomado decisiones con el apoyo de la ciencia que fue desarrollada para tal efecto. Las encuestas son en esencia una aplicación de la Ciencia Estadística que es, de acuerdo al padre de la estadística aplicada, Sir Ronald Fisher, la ciencia de la toma de decisiones ante la incertidumbre.
Las encuestadoras seguirán ganando porque el valor que en una democracia los políticos le dan a la opinión de sus electores es muy grande. Ellos buscan el favor de su voto, y casi como Gustavo Adolfo Becker parecen no tener límites en su disposición al pago por saber lo que piensan de ellos: Recordemos aquello del sevillano:
De lo poco de vida que me resta
diera con gusto los mejores años,
por saber lo que a otros
de mí has hablado.
Y de esta vida mortal y de la eterna
lo que me toque, si me toca algo,
por saber lo que a solas
de mí has pensado.
Pedro de Isla: Sinceramente, qué desperdicio de bits (al menos no fue papel). Nomás les faltó proponer que los metan a todos en la casa de Big Brother, para que veamos cómo se despedazan entre ellos. Eso sí, en Alta Definición.
SABA: Creo que son los bits mejor utilizados. Los del debate de ideas basadas en la ciencia en apoyo a la solución de un problema social. Es claro que para que la ciencia se pueda utilizar en beneficio de la comunidad hace falta cultura, entendida como lo dice Gabriel García Márquez: Como el aprovechamiento social de la inteligencia humana.
Es claro compañero Pedro de Isla, por otra parte, que es remota la posibilidad de que nuestros partidos apliquen mi propuesta para este proceso electoral. Pero ésta seguirá siendo pertinente durante los próximos años. Cuando la cultura estadística sea un haber de nuestro pueblo estas ideas y otras más refinadas, pero con base en esta maravillosa ciencia, serán el pan de cada día, y el mundo será mucho mejor que este que nos ha tocado vivir, y que a pesar de sus deficiencias no dejo de encontrar maravilloso. Gracias por su interés y por darme la oportunidad de abundar en el tema.
8 DIC 08
NEFASTA IDEA
¿Dónde quedó aquello de un hombre un voto? ¿Ahora resulta que una encuesta va a definir quién es el candidato de un partido, sustituyendo a los ciudadanos?
¿Y si un candidato quiere seguir, a pesar de lo que digan las encuestas? Está muy en su derecho.
Por otra parte, al declinar uno, la encuesta deja de tener sentido, porque las opciones cambian y los números se mueven. Los apoyos del declinante no se distribuyen proporcionalmente, se pueden ir hacia alguno de los candidatos y ¡zas!, la encuesta "definitoria" vuela en pedazos. ¿O pretenden hacer todo el estudio de nuevo cada vez que un candidato se dé de baja, o se integre a la contienda?
¿El único ganador de este “ejercicio”?: ¡las encuestadoras!; ni el ciudadano, ni la gobernabilidad, mucho menos la certidumbre.
Sinceramente, qué desperdicio de bits (al menos no fue papel). Nomás les faltó proponer que los metan a todos en la casa de Big Brother, para que veamos cómo se despedazan entre ellos. Eso sí, en Alta Definición.
Pedro de Isla
04/DIC/08
Todo bien, en cuanto lo expuesto por mi estimado y fino amigo, Dr. Salvador Borrego: “UNA FORMA DE ESCOGER CANDIDATO SIN FRACTURAR LA UNIDAD PARTIDISTA”. “El reto en consecuencia es encontrar una fórmula compatible con los estatutos de cada partido, que les permita escoger a los candidatos con mayores posibilidades de triunfo, para lo cual resulta esencial que la referida fórmula (casi mágica) genere un candidato que preserve o incluso fortalezca la unidad del partido”. Todos los criterios que propone el Dr. Salvador Borrego, sin duda serían lo indicado. Pero, sería importante antes de ello, por lo menos darles a los pretensos candidatos y a los que se encuentran detrás de ellos, una adecuada pincelada de lo que significa y de lo que no significa una encuesta, así como del alcance que tiene. A fin de que se eviten dimes y diretes, de tal manera que no se llamen sorprendidos a la hora de enterase de las encuestas, e impere un criterio sano antes de quejarse; es decir, darles elementos de manera uniforme, para que no vayan a despotricar, sin ton ni son (trayendo en consecuencia que al realizarse, una especie de diplomado, saldrían todas las dudas de los interesados). Respetuosamente.
Lic. Alfonso Miguel Mojarro Bernal
Originario de Tepic de Nervo, Nayarit
actualmente vecino de Tlaxcala,Tlaxcala
En general, los comentarios aquí expresados respecto a la propuesta de Salvador Borrego para elegir candidatos de elección popular para las elecciones del 2009, me parecen acertados, sólo falta ver que los partidos políticos deseen apoyar la selección de sus candidatos en procesos y resultados más objetivos.
Ernesto Colunga Cavazos
Antes de pasar por pesimista quisiera dejar mi punto de vista como ciudadano sin partido: a mí no me importa cómo seleccionen sus candidatos los partidos, para eso tienen sus estatutos y su vida interna; lo que sí me importa y mucho es que no se desvíe ni un solo peso más del erario público para este ejercicio o propuesta del Sr. Borrego; total, ya sabré si me motivan a asistir a votar el día de las elecciones.
Guillermo Sánchez
PROPUESTA BORREGO
02/NOV/08
Me parece una propuesta muy adecuada que sin duda eliminaría muchos problemas dentro de los partidos, incrementaría la democracia y reduciría los gastos innecesarios de las campañas internas.
José García-Vega
01 /NOV/08 Por fin alguien se atreve a hacer una propuesta que más que ser sólo una "encuesta de opinión" pretende ofrecer elementos de análisis estadísticos que se prestan más a un estudio científico y no a un mero "conteo" y distribución de los datos. Sólo que surge una duda: ¿estará el IFE o los partidos políticos, lo suficientemente maduros para entrarle a una propuesta así?
Alejandro Tapia
Explica claramente la forma de seleccionar de una manera fácil e inteligente, al candidato que quiera concursar para un puesto de elección; además, es una forma abierta de selección.
Doctor Gerardo Delgado
En relación de la nota publicada en su medio informativo y firmada por el doctor Salvador Borrego, debo afirmar que es creativa y propositiva. Veo a favor que garantiza a los partidos alcanzar la mejor definición de quién es el político de cada partido mejor posicionado en la opinión pública, creo es oportuna en una democracia incipiente como la mexicana. En lo personal agregaría algunas aportaciones a este editorial que reitero es muy ilustrativo para salvaguardar la elección democrática del candidato.
1. Creo no debe ser la ciudadanía ni la opinión pública quien seleccione en estos momentos a los candidatos, porque ésta (la opinión pública) ha sido manipulada por medios noticiosos, los mismos políticos y personas ajenas a la política interesadas en la selección de "su candidato".
2. Si bien el método garantiza transparencia, no garantiza que el partido elija al mejor candidato conforme a su ideología, documentos básicos y principios doctrinarios.
3. Además del método propuesto, agregaría que deben quedar definidos antes de la contienda, quiénes son los grupos políticos al interior de cada partido y que éstos sean consultados e incluidos en las próximas contiendas, porque la unidad de los partidos es la que los mantiene en condiciones de derrotables.
4. Se debe profundizar más en el cómo de la unidad, porque el qué ya sabemos todos, es esa unidad convertida en un abstracto.
¡Excelente aportación del Dr. Salvador Borrego!
Oscar Tamez Rodríguez
Muchas gracias, Oscar. Yo creo que sería saludable que los candidatos sean gente identificada plenamente con sus partidos, pero creo también que si un aspirante se inconforma ante el TRIFE por haber sido excluido, es muy probable que le den la razón. De modo que no veo la forma de instrumentar eso. Lamentablemente la democracia tiene características muy ingratas. Una, fundamental, es que su calidad depende de manera directa de la calidad de nuestra cultura política y de esto se derivan muchas cosas indeseables.
Lo que yo propongo no pretende ni con mucho subsanar todos estos problemas, pero sí al menos ofrecer un mecanismo para que la declinación de los aspirantes sea voluntaria y convencida, o al menos resignada y sin resentimientos, para favorecer la unidad o al menos conjurar el rompimiento y las traiciones. Un abrazo
Salvador Borrego
Estimado Salvador: Muy interesante el método. ¿Puedo difundirlo, desde luego, acreditando tu autoría?
Federico Berrueto Pruneda
¿Desea dar su opinión?
|
|