No. 183 Viernes 25 de diciembre de 2008

El Partido Revolucionario Institucional es la primera fuerza política nacional. Enfrentará los comicios del próximo 5 de julio tras triunfar en la mayoría de las elecciones locales que han tenido lugar desde el cambio presidencial de 2006. Se ha definido como un partido socialdemócrata, ubicándose en el centro del espectro político mexicano. Desde ahí ha sabido captar los votos que han dejado ir los partidos de izquierda y de derecha. Llega sin grandes fisuras y con todo el optimismo de recoger los frutos de tres crisis: la económica, la de inseguridad y la de los partidos políticos. Ello aunado al desgaste y fallas de los gobiernos blanquiazules.

El PRI gobierna en 18 estados de la República y en la mayoría de los municipios del país. El 56% de la población vive bajo gobiernos priistas. Además, es mayoría en 19 de los 32 congresos locales. Respecto al Congreso de la Unión, el PRI es la tercera fuerza en la Cámara de Diputados con 106 escaños; seguido del PRD con 127 y del PAN con 206. A su vez, en la Cámara de Senadores es segunda fuerza con 35 senadurías (el PAN es primera con 52 y el PRD tercera con 31). Bajo el gobierno calderonista han tenido lugar 22 elecciones locales; el PRI ha obtenido triunfos en 19, dos más han sido para el PAN y sólo una para el PRD. Con ese capital político el tricolor enfrentará el proceso electoral de 2009 donde se disputarán, además de la renovación de la Cámara de Diputados, las gubernaturas de  Querétaro, San Luis Potosí, Campeche, Colima, Nuevo León y Sonora; pero también el 5 de julio habrán de elegirse alcaldes y diputados locales en las seis entidades referidas, además de Guanajuato, Jalisco y Morelos y delegados en el Distrito Federal. Asimismo en 2009 habrá otras tres elecciones no concurrentes: el 8 de marzo en el Estado de México deberá renovarse el Congreso y las alcaldías; el 28 de septiembre en el estado de Coahuila se elegirán alcaldes y el 18 de octubre en Tabasco se votará por alcaldes y diputados.
          Según una reciente encuesta elaborada por el Grupo Reforma y reproducida por Frontera el pasado 14 de diciembre, el PRI captará un porcentaje importante de votos que dejarán ir tanto el PRD como el PAN. El 23% de quienes votaron por Felipe Calderón en 2006, afirman votarán por los candidatos del PRI; asimismo el 15% de quienes afirman votaron por Andrés Manuel López Obrador, sufragarán por candidatos postulados por el tricolor.
          En el año 2000 se pensó que al perder la presidencia de la República, el PRI se encontraba herido de muerte. Sin embargo, su recuperación fue notable. En 2003 obtuvo resultados favorables en las elecciones federales intermedias y nunca dejó de gobernar en la mayoría de los municipios, congresos y gubernaturas del país. La debacle ocurrió en la elección presidencial de 2006, cuando fue relegado, por primera vez en su historia, al tercer lugar. Sin embargo, también se registró el voto diferenciado: los electores reprobaron al candidato presidencial pero no a todos los candidatos. Pero en los dos últimos años ha recogido los frutos de la crisis de inseguridad, las divisiones interpartidistas, la recesión económica y las fallas de los distintos gobiernos panistas. 
          Al situarse al centro del espectro político ha sacado partido de la polarización política que hemos vivido en los dos últimos años. Pese a no ser mayoría en el Congreso de la Unión, impuso condiciones en su alianza con el partido gobernante. Sin el PRI Felipe Calderón no hubiera podido impulsar ninguna de las reformas aprobadas en los últimos tiempos. Así, los dos políticos más influyentes en el sexenio actual son sin duda los coordinadores de las bancadas tricolores en ambas cámaras: Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón.
           La gran paradoja es que el partido que se consideraba desaparecería al perder la presidencia de la República se ha recuperado bajo el gobierno que lo desplazó. Hoy se apresta a recuperar uno de los dos espacios que formalmente no detenta: la Cámara de Diputados. Le quedará pendiente la elección de 2012. En mucho los resultados de la contienda presidencial tendrán que ver con que los otros dos partidos políticos nacionales le continúen regalando su capital político.  

* Investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
victorae@colef.mx

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