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FILOSOFÍA Y EDUCACIÓN
Ruth Cordero Bencomo
Existen cuestionamientos sobre el por qué de la influencia filosófica en el ámbito educativo, su importancia e implicaciones. Ante esto conviene señalar que al adquirir conocimientos básicos de la filosofía orientados a la comprensión del conocimiento científico y la epistemología contemporánea, se obtienen bases teóricas que ayudan a posicionarse en la construcción del conocimiento científico-educativo. Los aspectos fundamentales de la filosofía de la ciencia son el soporte para identificar y analizar el quehacer científico.
Esta aseveración no es una idea a priori sin sustento, la confirma la Filosofía de la Ciencia, sus atributos, las escuelas filosóficas que la han hecho permanecer a través del tiempo, sus representantes y contexto histórico; las perspectivas científicas de la ciencia, la epistemología y su presencia en el campo educativo.
La filosofía acuña la realidad de una manera racional, son diferentes los atributos que se le otorgan. Filosofía es una palabra griega compuesta de filos y sofía, que significan amor y sabiduría respectivamente, esto es, amor a la sabiduría. Los primeros filósofos griegos consideraban la sabiduría como una virtud para buscar el verdadero conocimiento, era la concreción de la actividad intelectual y crítica que tenía el propósito de aclarar los mitos de la época.
La influencia de la filosofía sigue vigente y ahora también en la ciencia. Algunas ciencias y su planteamiento se han derivado de la filosofía. Platón ha sido el soporte de origen recurrente con la representación de su academia, en donde fomentaba la investigación y la educación. La filosofía occidental comenzó en la Grecia antigua, en Jonia. El primer pensador fue Tales de Mileto, vivió a finales del siglo VII a.C. y principios del siglo VI, fue considerado como uno de los Siete Sabios de Grecia.
Fueron diversas las escuelas filosóficas y su esplendor se mantuvo por mucho tiempo. En la filosofía griega sobresalen: La escuela jónica, pitagórica, de Heráclito de Éfeso, eleática, pluralista, atomista, sofista, socrática, platónica. Platón desarrolló la teoría política, la epistemología, la teoría de las ideas, plasmada en sus diálogos como La República y Parménides, con el mito de la caverna. Aparece la filosofía aristotélica, luego la helenística y romana; posteriormente la filosofía medieval con San Agustín y Santo Tomás de Aquino, después la filosofía moderna y contemporánea.
La filosofía occidental ha estado asociada a dos sistemas de pensamiento, por un lado la interpretación mecanicista y materialista del Universo, y por otro el pensamiento humano. Lo cual evidencia el impacto del descubrimiento científico y el cambio político en la especulación filosófica. Algunos representantes son: Descartes, Hobbes, Spinoza, Locke, Hume, Kant, Hegel, Shopenhauer, Comte, Spencer, Nietzsche, Roice, Dewey, Bergson, Husserl. Unamuno, Sartre, Foucault.
El siglo XXI es el siglo de la ciencia, base del conocimiento del ser humano y el universo. “En el pasado, la filosofía ha sido una fuente esencial del conocimiento. Hoy, sin embargo, no puede haber verdadera filosofía al margen de la ciencia”. Ante los avances científicos de todo tipo “no cabe la sola reflexión e introspección” (De Azcárraga, 2002). Igualmente la ciencia está interrelacionada con la tecnología y no sólo apoya para conocer al mundo sino que también lo transforma.
Conviene que la filosofía se sitúe al lado de la ciencia y no la deje al margen, como pretenden algunos filósofos posmodernos que critican ampliamente la racionalidad y objetividad científica, no obstante, ante la primacía de la ciencia hay que reconocer que la historia de la filosofía no se puede soslayar, es necesario comprender la ciencia y su historia para conocer la evolución del pensamiento humano y no permanecer como especialistas inhumanos al no considerar el conjunto de las dimensiones del ser histórico social, que abarca elementos de la totalidad de la sociedad, como los valores, la ética, el arte.” Por eso decía Philip Frank que la filosofía es el puente entre la ciencia y las humanidades” (citado en Rojas, 2001). En el plano educativo, la filosofía tiene un papel preponderante al favorecer el proceso permanente de cuestionamientos acerca de diversos aspectos pertenecientes a éste, como son: el plan y programas de estudio, reformas, gestión y planeación del proceso, entre otros, sin soslayar las bases filosóficas que sustentan el Sistema Educativo Mexicano.
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