cab
Google

ANÁLISIS A FONDO
¿REFORMA O REFUNDACIÓN?
Francisco Gómez Maza

  • El Estado mexicano no necesita de reformas, menos estructurales
  • México requiere de un nuevo Estado, absolutamente democrático

mazaimgLa estructura es la que echa a perder todo en una comunidad, en una sociedad, en una nación. El problema fundamental es que nuestras sociedades se estructuran piramidalmente, con la base abajo y el vértice arriba. Los gobernantes presuntamente son electos por las bases, pero una vez que se sientan en su silla olvidan que fueron elegidos en calidad de mandatarios y no de mandantes. Y se adueñan del poder del pueblo, de quienes los eligieron. Aquí está el secreto del fracaso de la estructura en una sociedad, en una comunidad. Y no sólo mandan. Los gobernantes abusan del poder. Abusan del erario. Malgastan los dineros que les entrega el pueblo a través del pago de impuestos y derechos.
Por tanto, nuestras sociedades no saldrán del hoyo profundo en que se encuentran y que hace sufrir a las mayorías en beneficio de las elites gobernantes y empresariales con reformas. El reformismo es como aquello que dice doña Esperanza: “Tu que no puedes. Yo que me acuesto”. El reformismo no conduce a buenos destinos. Agrava la situación. Cuántas reformas le han hecho los legisladores a la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos, por ejemplo. En qué han incidido esas reformas. El pueblo ¿vive mejor? ¿Tiene una mejor calidad de vida? He visto que los gurúes de Oxford han cambiado la metodología para la medición de la pobreza en México, incluyendo servicios médicos y educación. De nada sirve. Los datos son engañosos. En el papel, en los cuadritos de Excel, la pobreza en México ha descendido brutalmente. Pero en la realidad no reflejan tales mediciones. la profundidad de la pobreza Porque si bien hay servicios médicos, ni siquiera quienes tienen acceso a ellos salen beneficiados, porque es tanta la demanda que a un enfermo que le detectan cáncer terminal, el médico le fija la próxima cita para dentro de seis meses. Ciertamente hay servicios escolares, pero dígame, amigo, amiga, cuántos niños salidos de la enseñanza primaria pueden leer un párrafo de corrido o pueden sumar, restar, multiplicar o dividir sin una calculadora en mano. El mal, pues, está en la estructura y ésta no es reformable.
Puede reformarse un texto mal escrito. Sencillamente un buen corrector de estilo logra una pieza espléndidamente castiza de un texto mal escrito, con faltas de ortografía, sin concordancia, sin sintaxis. Pero una sociedad requiere de cirugía mayor. El mal está en la base. Las sociedades mal llamadas democráticas, incluido el Imperio estadounidense, no podrán avanzar en el terreno del humanismo, de la solidaridad, de la redistribución del ingreso, de la igualdad de oportunidades, de la salud plena, de la educación liberadora, porque no están fundadas para eso, sino que en la práctica se rigen por las leyes de la necesidad y del abuso, la ley del embudo, la ley del más fuerte, la ley del que tiene más saliva traga más pinole. Como le dice Jesús a quienes criticaban a la mujer que le bañaba los pies y la cabeza con perfumes carísimos, a los pobres siempre los tendréis con vosotros, porque sabía que el corazón de los poderosos es inhumano, su testa es dura, su corazón frío. Y no les importa quebrar cabezas, aplastar cuerpos, manos, asesinar, matar con tal de llegar a una cúspide en donde, para su propia desgracia, no encuentran nada.
Una sociedad como la mexicana, como la española, como la argentina, como la estadounidense lo que necesita es un cambio de raíz. Si un árbol está dañando la casa al punto de ponerla en peligro de derrumbe, se arranca, no se poda. Una mínima estructura cuyo vértice quede abajo y la base – compuesta por los agentes populares -, arriba. Es lo que se llama mandar obedeciendo, servir desde el encargo a los grupos humanos. Esto es una utopía, una verdadera utopía, como la Ciudad de Dios de Agustín de Hipona. Una sociedad horizontal en la que sus gobernantes sólo sean servidores de confianza, la topía. Y se dediquen a administrar. Simplemente a administrar. No a mandar y si mandan tendrán que hacerlo obedeciendo al pueblo. Por lo tanto no es cierto que sea urgente consolidar una Reforma del Estado para frenar el deterioro de las instituciones, aunque esta reforma se haga a expensas del debilitamiento del Poder Legislativo. Quienes discuten las reformas planteadas por el presidente Felipe Calderón, que ya al plantearlas parte de un sofisma, están también en lo falso. Lo que esta sociedad necesita es una profunda refundación del Estado, un estado que emane y sirva a la sociedad, al pueblo, a los medianos y pequeños y micro empresarios, a los trabajadores, y trabajadoras, a las mujeres excluidas, a los niños maltratados y prostituidos – los niños son los únicos que tienen derecho a privilegios, reza un axioma socialista -, a los ancianos, a los enfermos terminales, a los pobres que andan buscando “el pan (suyo) de cada día” en los tiraderos de basura.
Pero bueno, la clase política esta deschavetada. Cada uno de sus integrantes vive en estado inconsciente y por vivir en él sólo busca la satisfacción de sus instintos de seguridad personal, de enriquecimiento ilícito, de poder sin límites, sin importar que los recursos vengan de los contribuyentes o de los poderes fácticos, que al fin el dinero no tiene patria, ni gentilicio. Y se dedican a expropiar - desde su egoísmo, egocentrismo, egolatría - a quienes no tienen nada y a privilegiar a quienes lo tienen todo. Así que, amigos de la clase política, tomen en cuenta de que al hablar de reformas están haciéndose tontos. No llegarán a ningún destino. No retejerán el tejido social enmarañado. Sólo lo harán cuando renuncien en masa y convoquen al pueblo a refundar el Estado bajo las premisas de que quien manda en todo es el pueblo, las bases, los pobres, los pobres de los pobres, los excluidos por el actual modelo.
 
http://analisisafondo.blgspot.com/
analisisafondo@gmail.com
http://lacomunidad.elpais.com/analisisafondo/2010/1/26/analisis-fondo-reforma-o-refundacion-

Para compartir, enviar o imprimir este texto,pulse alguno de los siguientes iconos:

¿Desea dar su opinión?

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

74psmall

 

uanlind

1
2