CORONA12052020V

DISPARATES
A tragar sapos
Armando Hugo Ortiz Guerrero

Monterrey.- Los opositores de López Obrador apostaron al Covid-19 para un golpe político fuerte.

     Les pareció atractiva la oportunidad, si los países de primer mundo no podían con la emergencia sanitaria, mucho menos un país tercer mundista, la intención fue exhibir al presidente de la república, arrebatarle la agenda del gobierno en otros temas, y a futuro ganarle a Morena la mayoría del Congreso Federal, en las elecciones del 2021.

     Desde el principio estuvieron en contra de toda disposición del sector Salud Federal: medidas de emergencia, estadísticas, incluso hasta los pronósticos.

     Husmearon sobre actos de corrupción o torpeza. Casi con desesperación buscaban traslados de muertos por la madrugada, a crematorios clandestinos.

     Por momentos pudieron mermar la credibilidad del gobierno y generar la anarquía, pero el momento de la verdad llegó, desde el viernes de la semana pasada, las cifras de contagios, defunciones y hospitalizaciones se han estabilizado, con tendencia a la baja.

     Pueden ascender, pero los expertos en estadísticas saben que no hay brincos desmesurados, salvo situación insólita. Todo apunta a que el sistema hospitalario de México no se colapsa. El reto principal no fue curar a los contagiados, sino darles la oportunidad de que su organismo se recuperara, o mínimo una muerte digna.

     Eso lo saben los detractores de la 4T, por ello la prensa ha disminuido el nivel de estridencia. Pero hay testarudos que insisten en jugar a las contras. Sea el caso concreto del gobernador de Nuevo León: por la libre, anuncia que las escuelas continuarán cerradas en junio, y la reactivación laboral también se pospone.

     ¿A quién harán caso los empresarios, urgidos de reabrir a la brevedad, si el gobierno federal autoriza la reanudación de actividades antes?

     Pronto se sabrá si estos pazguatos son capaces de reconocer sus equivocaciones, o se tragan los sapos.