CORONA12052020V

Las aguas turbias
Gerson Gómez

Monterrey.- El periodismo impreso vive ya sus horas finales. Para quienes laboran en este oficio más antiguo del mundo saben de la agonía extendida. Las ventas, salvo por suscripción, se encuentran en los números más bajos en toda la historia.

     Muchos de los trabajadores de las empresas noticiosas han sido echados a la calle. Incluso los patrones han aprovechado el cierre de las juntas de Conciliación y Arbitraje para ejercer la presión de las firmas con las culminaciones de las relaciones laborales. Tampoco se salva el periodismo televisivo y radiofónico.

     Los usuarios se han desencantado del pesimismo cotidiano. Prefieren los videos en línea de gatos o animales con características antropomórficas. El hastío del lector, del ciudadano promedio, detalla la nueva oportunidad para las escuelas de comunicación. De renovarse en sus planes de estudio a fondo. Exigir a los nuevos alumnos perfiles especializados en los géneros periodísticos de toda la vida.

     La noticia de ahora es la página marchita del futuro. La irrupción de la línea continua en una curva descendente y sin oportunidad de frenado. Descreamos de los encabezados escandalosos de los pocos medios impresos. Lo hacen para salvar el día. Solventar sus gastos cotidianos y dar pulso del paciente en etapa terminal y con metástasis.