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TIRO DE ESCOPETA
EU declara la guerra a México
Ismael Vidales Delgado

Monterrey.- Todos sabemos y hasta el propio general Zachary Taylor lo reconoció en los años finales de su existencia, que esta fue una guerra totalmente injusta en la que México perdió más de la mitad de su territorio. El 13 de mayo de 1846, el Congreso de los Estados Unidos aprobó casi por mayoría declarar la guerra a México. La presunta causa fueron las crecientes tensiones entre EU y México a causa de la anexión de Texas por parte de los Estados Unidos en 1845.

     Texas había surgido en una tierra desolada ocupada por unos 30 000 inmigrantes estadounidenses. El presidente de México, Antonio López de Santa Anna, decidió cerrar la frontera a nuevos movimientos migratorios e impuso a los tejanos medidas restrictivas contrarias a la constitución mexicana. Texas se declaró una república independiente. Santa Anna trató de sofocar esta rebelión e inicialmente logró atrapar una pequeña guarnición de Texas en el Álamo, pero pronto fue derrotado y capturado por las fuerzas tejanas en abril de 1836. Aunque México no hizo más esfuerzos para reconquistar Texas, se negó a reconocer su independencia. EU echó “toda la carne al asador” y enarbolando su doctrina del “Destino Manifiesto” (Esta creencia decía que los Estados Unidos era una nación destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico). En 1845 EE.UU. se anexionó Texas y México rompió las relaciones diplomáticas con los EU.

     En marzo de 1845, el presidente de los Estados Unidos, James K. Polk, trató de asegurar un acuerdo sobre la frontera del Río Grande o Bravo y de comprar California, pero el gobierno mexicano se negó a discutir ninguno de los dos asuntos. Polk ordenó a las tropas estadounidenses que ocuparan el territorio localizado entre el Río Nueces y el río Bravo. Cuando las fuerzas mexicanas y las estadounidenses se enfrentaron en abril de 1846, Polk dijo que se había derramado sangre americana en suelo americano, lo que, según él, requería una acción de escarmiento. Algunos políticos como Abraham Lincoln, no aprobaron el dicho de Polk pero la mayoría del congreso declaró formalmente la guerra a México en abril.

     Sin mayores dificultades, las tropas estadounidenses capturaron Nuevo México y la Alta California. El general Zachary Taylor condujo al ejército estadounidense a rápidas victorias en el noreste de México. En esa coyuntura, el gobierno del presidente mexicano Mariano Paredes y Arrillaga fue derrocado y Santa Anna volvió a la presidencia en septiembre de 1846. Casi inmediatamente, Santa Anna movilizó las fuerzas mexicanas y marchó hacia el norte: Taylor y Santa Anna libraron una reñida batalla en Buena Vista, Santa Anna fue derrotado y obligado a retirarse el 23 de febrero de 1847.

     Los Estados Unidos dejaron a Taylor en el norte de México; y encargaron al general Winfield Scott que avanzara sobre la capital vía Veracruz y el 18 de abril de 1847, derrotó a Santa Anna en la batalla de Cerro Gordo. Scott capturó la Ciudad de México el 14 de septiembre de 1847. Santa Anna se exilió voluntariamente mientras un nuevo gobierno mexicano negociaba la paz. De esta forma el 2 de febrero de 1848, el Tratado de Guadalupe Hidalgo terminó formalmente con la guerra. México renunció a Texas y cedió todo el territorio que ahora ocupan los estados de Utah, Nevada y California; la mayor parte de Nuevo México y Arizona; y partes de Oklahoma, Colorado y Wyoming. EE.UU. pagó a México 15 000 000 de dólares y asumió 3 250 000 de dólares en demandas de ciudadanos estadounidenses contra México.

     A los mexicanos que habitaban en los territorios anexados a los Estados Unidos se les dio la opción de regresar a México o de convertirse en ciudadanos estadounidenses. Muy pocos regresaron, la mayoría se quedó allá, como ciudadano americano de segunda, pese a que se les había prometido respetar sus derechos de propiedad y los de ciudadano americano.