POP-ÉTICO

Armando Alanís Pulido

1. LA CIUDAD ES UN POEMA DE VERSOS INTERMINABLES COMO SUS CALLES

Hay muchas maneras de ver a una ciudad, Monterrey por ejemplo ha sido reconocida por mucho tiempo como la capital industrial de México, alguien ha dicho también que es la mejor ciudad para hacer negocios en Latinoamérica, pocas veces se le identifica con la cultura y el arte, cito aquí al intelectual Dominicano Pedro Henríquez Ureña que en un brevísimo ensayo titulado “el futuro” decía:

“ Hemos visto surgir a existencia próspera sociedades activas y al parecer felices, de la cultura occidental, a quienes no preocupa la creación artística, a quienes les basta la industria o se contentan con el arte reducido a procesos industriales”

que familiar les suena a muchos esta sentencia, sin embargo no quiero desaprovechar la ocasión para decir que se aproximan tiempos para dejar atrás el descontento heredado o impuesto (no lo sé) con el que se ha adjetivado a esta ciudad y a sus habitantes, no quiero tampoco decir con esto que lo industrioso y pujante de la sociedad y lo ahorrativos o administrados que puedan ser sus pobladores sea malo o este mal, se aproximan tiempos en los que estaremos en un escaparate y la mejor recomendación es seguir haciendo lo que hacemos, seguir haciéndolo con la pasión que siempre le imprimimos, y no me contradigo al mencionar esto porque en ese escaparate se podrá distinguir a los diferentes actores, que día a día suspiran y respiran en esta ciudad, ahí por supuesto están quienes crean difunden y enseñan arte.

Sin embargo los artistas y creadores, (escritores, pintores, escultores bailarines, coreógrafos, actores, directores de teatro, cineastas, fotógrafos) pocas veces interactúan e intervienen a la ciudad con su obra, ¿a que se debe esa falta de atrevimiento? Definitivamente yo no tengo la respuesta en primera instancia porque no puedo hablar en nombre de todos los artistas, pero si puedo hablar en mi nombre y como mi trabajo tiene que ver con la palabra (intento escribir poesía desde hace algunos años) he enfocado una parte de mi inconformidad en el decir, a tratar de decir desde un escaparate más visible, amo los libros, amo la poesía pero también amo a mi ciudad y a través de ella es que quiero decir cosas; imagino y veo a la ciudad de muchas maneras, sus calles sus plazas sus puentes no son para mi mudos testigos que ven transcurrir los días, la ciudad es una voz amable pero firme que nos dicta algunas propuestas para ser felices, la ciudad es un poema de versos interminables como sus calles.