Retos del Fórum

Lídice Ramos Ruiz*

Para algunas personas que nacimos en la zona metropolitana de Monterrey resulta agradable que, desde nuestras autoridades estatales, se haya logrado traer el Fórum Universal de las Culturas. Por años, grupos pequeños de intelectuales, obreros y artistas han luchado porque Monterrey no sólo sea reconocida como la capital industrial del país, sino además, por una cultura donde los saberes obreros, las hazañas empresariales y las habilidades de sus habitantes sean tomadas en cuenta.

Mas ahora, en épocas de pleno capitalismo financiero y ríos de información tenemos acciones de promoción, interacción, encuentro y buscamos llenarles de palabras donde sentido, significados, emociones y contenidos se entrelacen dentro de la mundialización. Esto es una responsabilidad intelectual muy amplia y el primero de los retos. Otro de ellos, es que el Fórum pretende ser un lugar que ponga al alcance de la mayoría de las personas, locales y de otros países, las ideas y propuestas de las más diversas culturas y lograr reforzar los principios de pluralidad y la escucha a los otros. Favorecer dichos principios exige la capacidad de comunicar apropiadamente, y ello puede ser la diferencia entre un Fórum espectáculo de luces y un espectáculo de reflexión y aprendizaje asertivos.

Además, la industria cultural con sus símbolos, imágenes y valores es un negocio, y se pueden torcer las buenas intenciones y la oportunidad de que Monterrey sea una ciudad anfitriona buena. Es necesario trasparentar aún más la logística y los financiamientos, y que los discursos de paz, diversidad cultural y sustentabilidad se concreticen en soluciones o resultados. Hay que tomar en cuenta que las personas extranjeras, en cualquier lugar del mundo, lo primero que destacan del lugar de visita es la amabilidad de su gente, la cortesía y los grados de información que la gente común y corriente les proporciona. Me temo que éste es el gran reto que se tiene en Monterrey. Nuestra población, en su mayoría, está más preocupada por cómo termina la última telenovela de Televisa o con quién se ha enojado el vecino, que por los contenidos del Fórum.

Aun con todo lo anterior, esperamos que este lapso de 80 días para debatir, dialogar y dar propuestas que redirijan el futuro de esta ciudad y zona del país, sea fructífero. Bajo la luz de una ética que pondere la dignidad humana y la diversidad de visiones del mundo, y que deje a la población de nuestro terruño una enseñanza de horizontes más amplios, que nos permitan replantear las formas de vivir en comunidades tan grandes y complejas como la nuestra.Q

* Profesora normalista y economista.