HEMEROTECAS

HERMOSAS CRIATURAS DE DIOS
Hiram Berrones

Así es, volví a escribir. Como si a alguien le importara. Como si a alguien le interesara la verborrea de este escritor novato. Como si a alguien de veras le importara algo más, en esta vida, que no sea el propio pellejo.
Caminas por la calle, te diriges a tu trabajo y allí están. Esos sacos andantes de órganos deambulando bípedamente. Esos seres rapaces que se mueven en manadas cargando sus bolsos o tomados de sus crías gritonas y molestas.
Animales destructores sintiéndose especiales. Simplemente por estar dotados del don de pensar o por gozar del beneficio del pulgar oponible. Capaces de realizar cualquier actividad estúpida, insensata y cruel.
Bamboleándose de un lado a otro los encontramos en todas partes, algunos mostrando signos de una posible involución al andar con sus espaldas inclinadas y encorvadas hacia delante.
Altaneros y engreídos. Abren su hocico y vomitan palabras sin cesar.
¡Cuanto palabrerío inútil son capaces de emitir por sus hocicos apestosos esparciendo bocanadas de saliva y flemas infectadas de virus y bacterias!
Dicen ser copias clónicas de un supuesto Dios antropomórfico inventado por otros de su misma especie.
A su imagen y semejanza. Sintiéndose hermosos, estos primates catarrinos, apestosos y peludos, presumen tener cara de Dios.
Supuestamente poseedores de una gran compasión. Estas alimañas se dan de garrotazos casi por cualquier cosa o se lanzan trozos de metal que se incrustan en la piel, escupidos por uno de sus grandes y compasivos inventos: las armas de fuego.
Se reproducen en cualquier época del año y sus vástagos al nacer son todavía más feos que ellos mismos. Calvos y arrugados, apenas son esputados de las entrañas, donde tranquilamente parasitaban a la madre, comienzan con sus espantosos alaridos buscando ansiosos una gorda teta que chupar.
Son mamones por naturaleza.
Aunque su extinción se aproxima cada vez más con el paso de los años, ellos seguirán reproduciéndose sin parar tal como lo hacen las células cancerosas y continuarán infestando y destruyendo este hermoso planeta.
¡Imbéciles!

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