PEREZ17102022

154 Aniversario de General Treviño
Víctor Vela

Juan Bautista Chapa (1630-1695)
(El cronista anónimo)
El anonimato es la expresión
más genuina del altruismo.

Eric Gibson

Monterrey.- Este 9 de diciembre se celebra el 154 aniversario del decreto donde es declarado municipio libre a General Treviño, N.L., antes Rancho el Puntiagudo, una localidad situada en la parte central de una merced formada por 40 mil hectáreas y concedida a Juan Bautista Chapa, en 1688, por el entonces gobernador Francisco Cuervo de Valdez, en el área colindante con Tamaulipas, que está entre los actuales municipios de Agualeguas y Cerralvo.

Los méritos para otorgar la concesión fueron los del orden habitual porque, Juan Bautista Chapa, el agraciado, hasta entonces era conocido como un escribano, surgido en tiempos de Martín de Zavala, que sirvió a los gobernadores en turno durante casi cuatro décadas. Fue una época en la que se aprovechó, de manera oculta, el oficio de Chapa para el acopio de información sobre geografía, estadísticas, vida y costumbres de los nativos; además de la acción política del reino de 1630 a 1690, caracterizada por la integración de congregaciones evangelizadoras como estrategia de dominio y colonización.

Pero la virtud de Chapa, a quien entonces no se veía como cronista, fue de un nivel tal que trasciende lo material para inscribirse como pieza clave en el estudio del pasado regional vivido en la Nueva España el siglo XVII. El historiador Israel Cavazos Garza, en su estudio acerca de la HISTORIA DE NUEVO LEÓN, con noticias sobre Coahuila, Tamaulipas, Texas y Nuevo México, consideró fundamental identificar a quien prosiguió los relatos del Capitán Alonso de León (1600-1658), a fin certificar por completo la narrativa sobre el proceso de colonización en el noreste mexicano. Ya que, los historiadores de Nuevo León de la primera mitad de siglo pasado, por lo general se limitaban a la crónica de las zonas próximas a Monterrey, y restaban importancia a la biografía de quienes la escribieron, como elemental para ampliar la perspectiva histórica.

Hubieron de pasar cerca de 300 años para que Israel Cavazos descubriera, en 1961, a Juan Bautista Chapa Badí (1630-1695) quien, de manera anónima, había detallado la historia de lo que ahora son el Sureste de Texas, Nuevo León y el valle del Río Grande. De su biografía, destaca el historiador Cavazos que este personaje nació en Albisola, en la región costera al noroeste de Italia, llegó a estas tierras en 1650 donde y, con apenas 20 años de edad sirvió, entre otros asuntos preliminares, como secretario en el ayuntamiento de Pesquería Chica. Se casó con Beatriz de Treviño procreando a Gaspar, José María, Juan Bautista y Nicolás; María y Juana.

Es notorio que, quien escribió crónica en calidad incógnita a lo largo de cuatro décadas (1650-1690) en el Nuevo Reino de León, añadió a su generosidad un gesto de prudencia en la acción colonizadora al noreste de la Nueva España, pues no allegó para sí mismo gran fortuna, pues se avino a vivir de su eficacia como subordinado. La merced obtenida como recompensa a su labor la recibió a escasos siete años anteriores a su muerte en 1695.

También cabe mencionar la solidez cultural, y la sabiduría, mostrada por la manera de integrar extenso expediente de su obra. De inicio explica que su anonimato estuvo motivado por el temor a la inquisición, y por el riesgo del desagrado narrativo por parte de murmuradores de la historia clásica. Reconoció además la profunda gratitud al capitán Alonso de León, mencionándolo como el precursor y puntal de su obra, al respecto dijo: “…que la muerte no extingue la obligación que se contrajo en vida, …es parte de la paga confesar la deuda cuando hay imposibilidad en la satisfacción”.

El poblamiento de la merced, otorgada a Juan Bautista Chapa en 1688, inició como estancia, según los historiadores locales, entre 1705 y 1706, cuando la más cercana misión de Agualeguas estaba devastada. Originalmente, a ese lugar lo llamaron Hacienda (o Rancho) de San Buenaventura del Puntiagudo.

Los primeros pobladores fueron posiblemente los hijos del cronista: José María, Juan Bautista y Nicolás, ya que Gaspar -el hermano mayor- y el padre, habían fallecido en 1694 y 1695 respectivamente.

José María Chapa, por ser el segundo de los hijos y el único que no era militar, es a quien se atribuye haber encabezado la estancia, pero éste muere en 1707. Tal vez Nicolás, el menor, pudo haber sido el indicado para seguir realizando el poblamiento, pues habiendo nacido en Cerralvo (murió en 1735) habría más cercanía a las tierras heredadas. Por eso, a mediados del siglo pasado, al hablar de la historia del municipio, se decía que El Puntiagudo lo había fundado un grupo de familias, tal vez provenientes de Cerralvo, encabezadas por Nicolás de Chapa.

Sirvan estas precisiones, donde la efeméride alude a un modesto conglomerado humano, para destacar el significado que tiene en la historia el municipio de General Treviño, Nuevo León.