PEREZ17102022

Ajedrez político
Samuel Schmidt

Austin.- Había la noción de que la política es como la carambola de tres bandas, se dispara una bola y después de un trayecto, en ocasiones complicado, porque debe golpear tres bandas de la mesa, le pegaba a otras dos bolas; pero independientemente de las condiciones de los jugadores, cada jugada está influida por la tirada anterior y puede posicionar la tirada posterior; pero la política no es así, las jugadas tienen conexiones complejas, a veces ocultas, se basan en tiradas anteriores, algunas que se tiraron hace mucho tiempo y crean condiciones para jugadas posteriores.

Una vista que nos acerque a esta analogía, puede considerar a la política como un juego de ajedrez, donde se construyen estrategias de defensa y ataque, influidas por las condiciones de los jugadores y condiciones de algunos que no parecen estar en la mesa. La sucesión presidencial en la Suprema Corte de Justicia puede explicarse desde el ajedrez.

Buscaban coronarse una ministra cercana al gobierno y un ministro cercano a la oligarquía; para AMLO la jugada consistía en coronar a su candidata y evitar que se coronara Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, cercano a la oligarquía, a la que benefició desde el SAT.

En la partida de ajedrez van cayendo muchas piezas y el buen jugador sabe sacrificar piezas. En este caso concreto, ganar la partida tiene efectos de largo alcance, no solo por las decisiones que saldrán de la Suprema Corte, sino porque se afecta la posición de los jugadores, algunos voluntarios y otros involuntarios.

Desde el terreno de los opositores al gobierno, “alguien” le filtró a “#LordAviador” Sheridan el archivo que derruía la calidad moral de la ministra Yasmín Esquivel, al acusarla de plagiar su tesis de licenciatura; esta jugada le abría el camino a Gutiérrez, pero López Obrador sacrificó a su reina y tuvo la oportunidad de atacar por varios flancos: arremetió una vez más contra la pandilla de Krauze (Letras Libres), que son agresores consuetudinarios de la 4T. La demostración de la baja calidad moral de Sheridan, que mintió para lograr cobrar sueldo desde Estados Unidos sin trabajar en la UNAM, reforzó un flanco de ataque.

La UNAM era una torre que amenazó a la reina, ayudando a sacrificarla, pero se expuso en la jugada; esto reforzó el argumento de AMLO, de que la universidad se deterioró en manos de los neoliberales que la controlan, siendo los abogados un sector muy corrupto; no solamente parece haber tráfico de tesis, sino amplios casos de acoso; está el caso de la reservación de la plaza para Lorenzo Córdova, en contra del estatuto; y de paso se hizo evidente el manejo irregular de permisos, licencias y sabáticos para que Sheridan cobre desde Estados Unidos; esto abre una caja de pandora en la institución y puede tener consecuencias para la sucesión de rector este año, lo que podrá pesar hacia el 2024.

Las maniobras de la ministra Esquivel fueron erráticas, parecían las de una reina que huye en el tablero para salvarse, sin aceptar que está a punto de salir del juego, y están para el estudio de un torpe manejo de control de daños, o de cómo perder el control en el tablero, pero también sobre cómo convertir un golpe en ventaja. AMLO por ejemplo pagó la factura que le debía a Esquivel y Riobóo.

Norma Lucía Piña ha votado en contra de las iniciativas del gobierno, pero la jugada bloqueó a Gutiérrez, quien representa los intereses de la oligarquía en la SCJN; esto puede lograr que esos casos millonarios de pago de impuestos no avancen o no prosperen, lo que fortalece las finanzas públicas y debilita a la oligarquía hacia la sucesión presidencial de 2024.

Las bocinas de la oligarquía manejan la jugada como una derrota para AMLO, mientras que puede ser exactamente todo lo contrario.

Con el jaque, AMLO demuestra que está garantizada la autonomía del poder judicial, que “su” candidata perdió; se refuerza la narrativa de que el presidente “no interviene” para nombrar a los presidentes de los tribunales, y que sigue el turno para entre otros depurar al INE.

El ajedrez es un juego dinámico, los buenos jugadores estudian las jugadas de largo alcance y AMLO demuestra que es mejor jugador de ajedrez que los jilgueros que creen que desde twitter se puede manejar la política nacional; sabe convertir los golpes en ventajas, especialmente porque está viendo hacia varias jugadas adelante.

Queda pendiente saber quién filtró el expediente de Esquivel, aunque escoger a #LordAviador fue acertado, porque tenía cierta credibilidad, en lo personal, él posiblemente buscará negociar ese servicio para su beneficio, cosa que lleva haciendo junto a la pandilla de Letras Libres desde hace décadas.