Coro2310

AL BORDE
Siguen presentes
Jorge Castillo

Monterrey.- Se dice que una característica primordial de los movimientos sociales es que trascienden a las mismas personas que los encauzan en sus particulares ámbitos de acción e incidencia en el espacio y el tiempo, pues muchas otras personas que se encuentran en diferentes lugares y momentos pueden sentirse identificadas, influidas e inspiradas por ellas, o pueden considerarse como herederas de sus causas e ideales, y hasta como beneficiarias directas de sus emblemáticos métodos; tal como atestiguaremos el próximo lunes nueve de marzo con el paro de mujeres.

     Pareciera que, en contraste a sus inmediatas dinámicas y estrategias defensivas de rígida y excluyente adscripción, los movimientos sociales generan, a la larga, una especie de “comunidad ampliada” sin límites restrictivos, cuyos contornos se definen con una suerte de “membresía” abierta, móvil y fluida.

     Este pasado miércoles 4 de marzo, en el Congreso del Estado, honramos la memoria de cuatro de nuestros más representativos líderes sociales en asuntos ambientales y de movilidad urbana, pues contrario a la ideología predominante que típicamente descalifica a las luchas sociales como propias de gente “revoltosa” y “sin quehacer”, estos dirigentes también han contribuido, con coraje y determinación, en la formulación de soluciones a problemáticas sociales y en la construcción de futuros posibles en beneficio de todas y todos los integrantes de nuestras comunidades.

     Y aunque también se dice que otra de las características fundamentales de los movimientos sociales tiene que ver con la emotividad que se despliega entre sus adherentes y que igualmente se dirige a los sectores sociales a los cuales pretenden “sensibilizar” y movilizar, en lo personal, lo que yo más atesoraré de la ceremonia en su honor llevada a cabo en el recinto legislativo serán los espontáneos y orgullosos gritos a coro de sus familiares, amigos y compañeros de causas, con los que realzaban el indeleble y entrañable afecto y respeto que, en sus convivencias personales y públicas, cada uno de estos líderes les han legado como ejemplo de vida y de lucha. Afirmando al unísono que siguen presentes:

María de Jesús Marqueda
Javier Orellana Cota
Ignacio Zapata Narváez
Claudio Tapia Salinas