Monterrey.- Ayer me comí un menudo. Como todos ustedes saben, no hay nada mejor para quitarse la resaca que un buen menudo (porque antier me acabé una botella de tequila con unos compadres). Y para celebrar el majestuoso acontecimiento del menudo que me comí ayer, transcribo uno de los mejores sonetos atribuidos al gran poeta Salvador Novo. No aparece el título, pero sospecho que lleva por nombre: “El Menudo”. Degusten por favor, amigas y amigos, la profundidad lírica y el trasfondo sensual de tan excelso poema:
¡Oh sabroso menudo, te saludo
en esta alegre y refrescante aurora
en que reclamo alimentos, pues es hora
en que tú estás cocido y yo estoy crudo!
Manjar tan delicioso, jamás pudo
colocar en su mesa una señora,
con más razón si es dama de Sonora
la tierra favorita del menudo.
Por eso te distingo y te respeto,
por eso te dedico este soneto
de tu grato sabor en alabanza.
Canten mis versos frescos y elocuentes
en honor de tus cinco componentes:
caldo, pata, maíz, tripas y panza.