GOMEZ12102020

AL OTRO LADO DEL CUENTO
Baile
Aureo Salas

Monterrey.- Sucede que yo no sabía bailar y ella bailaba como nadie. Y en el juego de las relaciones se marcaron las pautas. A veces estábamos y otras tantas desaparecíamos. Entonces la hoguera del amor su fue consumiendo. El tiempo le juega mal a la mente. Aprendí a bailar, pero ella ya tenía con quien hacerlo. La realidad se vuelve un sueño cuando se transforma en recuerdos.