PEREZ17102022

AL OTRO LADO DEL CUENTO
La vida
Aureo Salas

Monterrey.- Todo es tan vertiginoso, que duelen los ojos de tanta espiral de vaivenes. Hace rato preguntó mi nieto que cómo es la vida, que cómo me sentía y en qué confiaba ahora que estoy viejo. No le respondí, tan solo acaricié su cabeza un poco y lo mandé a molestar a su madre. No quise incomodarlo con mis dudas, mis achaques y mis miedos. Tal vez todavía no lo entienda, que la vida se trata de vivirla y se acabó. No hay más vueltas ni hay más allá…

Un compañero, mientras esperábamos turno con el geriatra, me dijo hace tiempo y de forma casi poética: “Mira, Juan, cada quien hace con uno mismo lo que quiere, pues como decía mi apá, la vida es un rehilete. Como sabes, todo pasa volando frente a nuestros ojos. Es como si fuéramos en un auto a gran velocidad, mirando pasar la vida desde la ventana. A veces nos detenemos en algún paradero, tomamos un café del Oxxo o compramos algún dulce. Y continuamos manejando sin detenernos. A veces le sonamos el claxon a algún peatón despistado, hacemos largas filas en el tráfico o estamos a punto de chocar. Pero nunca dejamos de manejar, nunca nos bajamos del coche para deshacernos del vértigo, dar una buena caminada y respirar un poco el aire de la libertad ¿Qué tal si me roban el carro? Dices si pretendes apagarlo para dar una vuelta: ¿Qué tal si me atropellan? Te espantas porque te da miedo andar viviendo despacio. Entonces… Mejor sigo mirando por la ventana mientras manejo y me quito de problemas… ¡Mira cómo andamos, Juan! Igual la vida seguirá pasando y alguien se tiene que ir quedando atrás”.

Pero semanas después, la vida dejó de pasar por mi amigo y en su funeral, me tocó decir unas palabras de despedida. Tuve mis oportunidades y mis inconveniencias. Caídas y despegues que te hacen agradecer cada mañana. Tengo razones para estar molesto y argumentos para estar despierto. Cada paso me ha enseñado algo y con cada tropiezo he aprendido más. Es verdad que la existencia pasa, que muchos nos vamos quedando atrás… pero si volteamos veremos huellas, eso quiere decir que nosotros también pasamos por ella, que le dejamos marcas. Hay que vivir sin miedo, porque esto no se trata de espantarse con la muerte, sino dejar de temerle a la vida.

Vivir la vida no es difícil, tan solo te concentras en lo que tienes, agradeciendo lo que tuviste y aceptando lo que tendrás. Mi nieto es un sabio de bolsillo, un detonante de ideas y un provocador de sensaciones ¿Cómo es la vida? ¿Cómo me siento y en qué confío? La vida es como una rueda y se siente muy bien estar encima, confío en que siga girando por un tiempo más…