GOMEZ12102020

AL OTRO LADO DEL CUENTO
Mejor que nada
Aureo Salas

Monterrey.- Mejor que nada, te enseñan de pequeño.

          Y aprendes a ver la vida de una forma enrevesada.

          Mejor que nada, te dicen tus maestros.

          Y comienzas a entender que quizá seas un poco tonto.

          Mejor que nada, te dice tu mujer.

          Y pretendes que te va mejor que al resto.

     Entonces las formas se van convirtiendo en remolinos. Los sonidos adquieren cualidades sólidas y te vas transformando. Empiezan las preguntas… ¿Por qué me pasó a mí? ¿El cielo en realidad es azul? ¿Llegaré a viejo? ¿Es necesario el agujero de una dona? Y caminas por la vida como si fuera una plaza. Filosofando la existencia. Siempre quise ser músico, te dices, pero por una u otra razón nunca pude conseguirlo y a lo mucho puedo encender el radio. Mejor que nada… Siempre quise pintar, recuerdas, y lo más que he pintado son dibujos soeces con mi orina cada que me pongo pedo. Mejor que nada… Siempre quise escribir, piensas, y cada que tengo oportunidad de explayarme termino enviando estúpidos emojis. Mejor que nada…

     Y todo se va en excusas. En malos momentos. Sonríes sin razón aparente. Te vuelves hosco. Tu mujer te teme. Uno de tus tres hijos te quiere matar cuando sea grande. Tu casa es un asco. Piensas que todos te odian. Las palabras se tuercen en tu mente. Todo te hace enojar. Pero es tu vida y, al final, te emociona encontrar una cerveza en el refrigerador.

     Mejor que nada…