Monterrey.- Albert Camus (Argelia, 1913 - Francia, 1960), fue un novelista, dramaturgo y ensayista francés nacido en el seno de una familia sumamente pobre. Siendo niño perdió tempranamente a su padre Lucien Camus y poco después a su madre Catalina Sintes, quedando al cuidado de su abuela. Se casó con la española María Casares 6 de junio de 1944, que llegará a ser la gran actriz del teatro y del cine francés.
En 1957 recibió el Premio Nobel de Literatura a los 44 años. Después de su muerte se publicó su obra “El primer hombre” en el que dedica un emocionado recuerdo al que fue su profesor en la escuela elemental, el señor Germain, al que en el libro nombra como señor Bernard, y del que dice:
“Con el señor Bernard la clase era siempre interesante por la sencilla razón de que él amaba apasionadamente su trabajo… El método del señor Bernard consistía en no aflojar en materia de conducta y por el contrario dar a su enseñanza un tono viviente y divertido. Siempre sabía sacar del armario, en el momento oportuno, los tesoros de la colección de minerales, el herbario, las mariposas y los insectos disecados, los mapas o… que despertaban el interés languideciente de sus alumnos. Era el único de la escuela que había conseguido una linterna mágica y dos veces por mes hacía proyecciones sobre temas de historia natural o de geografía”.
“El señor Bernard …, nunca decía en clase una sola palabra contra la religión ni contra nada de lo que podía ser objeto de una elección o de una convicción, y en cambio condenaba con la mayor energía lo que no admitía discusión: el robo, la delación, la indelicadeza, la suciedad“.
El Sr. Bernard seleccionó a los cuatro mejores alumnos del curso, entre ellos Camus, y les propuso presentarse a un examen para obtener una beca que les permitiría acceder al Liceo y concluir estudios superiores. La abuela deplora no poder cubrir los mínimos gastos del Liceo dada su pobreza extrema. El Sr. Bernard, convence a la abuela y prepara a sus muchachos en los ratos libres y días festivos; les da clase, guía sus tareas y todo lo hace altruistamente. Llega el día del examen y aprueban tres de los cuatro alumnos de la humilde escuela de Argel, Camus tuvo la oportunidad de huir de su miseria. El futuro Premio Nobel nunca olvidaría a su maestro, el día que fue galardonado le escribió esta carta.
París, 19 de noviembre de 1957.
Querido señor Louis Germain:
Esperé a que se apagara un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días, antes de hablarle de todo corazón.
He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted.
Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, no hubiese sucedido nada de todo esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo.
Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continuarán siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.
Lo abrazo con todas mis fuerzas.
Albert Camus.
Este Premio Nobel murió el 4 de enero de 1960 en un choque contra su automóvil. El auto que manejaba se lo había prestado su editor y amigo Gallimard. Entre los papeles que se le encontraron, estaba el manuscrito de “El primer hombre”.