GOMEZ12102020

ANÁLISIS A FONDO
Claudio X. González, la impostura
Francisco Gómez Maza

Ciudad de México.- Espléndida denuncia, un campanazo como acostumbraba decir Julio Scherer, la que Ricardo Raphael, analista político, presentó en el programa de doña Carmen Aristegui, a quien hay que felicitar por el excelente trabajo periodístico que continua en los medios electrónicos.

     El pretexto de apoyar la educación e investigar a los corruptos le ha servido a ya no tan joven Claudio X. González hijo –tan petulante como su padre–, para aumentar exponencialmente sus caudales con el pretexto de hacer el bien, de apoyar la educación o denunciar la corrupción.

     Pero el cachorro no da brinco sin huarache. Cobra muy caro a las donatarias de sus organizaciones civiles o no gubernamentales: Mexicanos Primero y Mexicanos contra la Corrupción, sus instrumentos para tratar de engañar a quien se deje, que él no sólo no pierde, sino que se enriquece con la hipocresía.

     Y el pie de este episodio de desnudar a quienes pegan con la izquierda, pero cobran con la derecha, fue una declaración hecha por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, en su conferencia matutina, o “mañanera” de este jueves, dijo que su gobierno no ha tomado ninguna acción en contra de Claudio X. González y su padre del mismo nombre, porque no quiere perseguir a nadie.

     Virtualmente, el pariente de don Miguel de la Madrid Hurtado, descuartizó a X. González, frente a Sergio Aguayo, intelectual, quien se deshizo en elogios del negociante de la educación y la corrupción.

La investigación en contra de los X. González se inició en el sexenio de Enrique Peña Nieto, recordó el colaborador del diario Milenio, exponiendo cuál era el ‘modus operandi’ del empresario, al menos en Mexicanos Primero.

     Textualmente, Ricardo Raphael dijo: “Claudio X. González, como cabeza de Mexicanos Primero y como cabeza de Mexicanos contra la corrupción, ha tenido un sueldo generoso; probablemente, ninguno de nosotros ni la inmensa mayoría de quienes vivimos en este país hemos percibido ese salario mensual durante tantos meses, durante tantos años, pero sobre todo de organizaciones que se supone no tienen fines lucrativos. “Cuando digo sueldos generosos es arriba, muy arriba, de un secretario de Estado.”

     “¿Con qué se pagaba el sueldo de Claudio X. González? Se preguntó el analista, ante la cara de incredulidad y asombro de Sergio Aguayo. Con los donativos que su papá, de sus diversas empresas, entre ellas Kimberly-Clark –se respondió-; esos donativos venían de las empresas de su papá a esta organización de su hijo, Mexicanos Primero, violando la norma, porque la norma de las donatarias autorizadas dice que no se puede gastar más del 10% de los donativos en sueldos”, detalló ante Aristegui, Aguayo, y el público del programa.

     Incluso contó cómo funcionarios del SAT, en la administración pasada, decían: “a este señor le están heredando en vida”. Y agregó: “De que se corrompió la norma que fija los parámetros para las donatarias autorizadas, se corrompió… yo no sé si eso amerita demanda penal, cuidado, administrativa sí, pero lo penal es una cosa muy gorda”, indicó.

     El Sistema de Administración Tributaria (SAT), en el gobierno de Peña, estaba investigando a los X. González. Y, en efecto, detectó un patrón que no debemos permitir, advirtió Ricardo Raphael.

     “El dinero que reciben las donatarias es de los contribuyentes; no se lo entregan a Hacienda porque se supone que van a hacer el bien. Y el bien, perdón, pero no es pagar sueldos por arriba del parámetro de los secretarios de Estado, violando la norma de las donatarias”, dijo Raphael.

     Además, se lamentó de que el actual gobierno no siga la investigación: “¿Por qué renuncian a esa investigación? ¿Para demostrar magnanimidad, superioridad moral? ¿Para qué? Si este señor violó la norma del SAT, de una vez que se sepa, aunque con ese dinero haya hecho viajes a la Luna, o las mejores investigaciones periodísticas.”

     “Nosotros no hemos presentado ninguna denuncia… y no lo hemos hecho porque decidimos no perseguir a nadie; no dar pie a que se pueda pensar que, al ser opositores, nosotros los estamos persiguiendo o que hay represalias. Nunca lo hemos hecho ni lo vamos a hacer”, aseguró AMLO.