Ciudad de México.- Señor presidente. Es muy urgente que ordene usted, a quien sea el o los responsables, investigar en manos de quién se quedan los equipos de protección individual que su gobierno ha comprado en el exterior, en Estados Unidos y, particularmente, en la República Popular de China.
Qué pasa en el sistema hospitalario, que muchos trabajadores del personal médico realizan manifestaciones para protestar porque no se les provee de ese material tan importante para su protección personal.
Y como yo soy muy mal pensado, casi estoy seguro de que se los roban, muchos vivales, funcionarios principalmente; esta práctica delictiva se ha acostumbrado siempre en el llamado sector salud, particularmente en el sistema hospitalario, y eso es más deleznable en tiempos en que el personal médico trabaja con un altísimo grado de riesgo de contagiarse del coronavirus y morir, como de hecho ha estado ocurriendo.
Es sabido que, en los hospitales del sistema, muchos vivales se apropian de materiales médicos, de medicamentos, de insumos, unos en un robo hormiga, otros a lo bestia para realizar pingües negocios, y me temo que eso siga ocurriendo, mientras la gente muere y mueren los propios miembros del personal médico, doctores, especialistas, enfermeras.
Esta semana que termina. Si no me equivoco, el miércoles 6 de mayo, hasta hubo una protesta de personal sanitario en el Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Miembros del Hospital de Especialidades, en donde ya de por sí el personal trabaja en condiciones verdaderamente deplorables, sucias, indignas de una institución de salubridad, de las que ni se entera ni le interesa enterarse el director general de la institución de seguridad social, Zoe Robledo, que más parece priista que funcionario de la Cuatrote, organizaron una protesta para llamar la atención del funcionario.
Médicos y enfermeras, entre otros miembros del personal del Hospital de Especialidades, exigieron equipos de protección personal y denunciaron que enfermeras del área de hemodiálisis ya se infectaron por el coronavirus y, para mayor desgracia, no han recibido el bono adicional anunciado por el presidente de la república y el mismo director de la institución para quienes atienden a pacientes con el COVID-19 (SARS-CoV-2).
“Queremos – exigieron– que Zoe Robledo venga a despachar aquí, que use los cubrebocas que nos dan. Es fácil decir que las cosas van bien”, afirmó iracundo un empleado por supuesto anónimo. No me lo vayan a correr por “rojo”.
Los manifestantes informaron que al menos 20 trabajadores han sido hospitalizados y una enfermera ya falleció y estas desgracias las atribuyen a que no tienen los protectores adecuados para una situación tan grave como la pandemia. Además, en un pliego petitorio, demandaron que se revise el protocolo para manejo de cadáveres de personas que murieron por coronavirus, situación que a este escribidor le toca en el alma, pues en esos menesteres trabaja un familiar mío.
Y la situación en el Centro Médico de la Raza no es muy diferente. Cuando Robledo tomó posesión del encargo que usted le dio por la renuncia del ex presidente del PAN, el senador lopezobradorista Germán Martínez Cázares, el chiapaneco visitó el hospital y algunos de los médicos del área del área de patología le enseñaron a su ayudante, cuyo nombre no lo tengo a la mano, las espantosas condiciones en las que trabajan cargando cadáveres, realizando autopsias, manejando órganos humanos y hasta este momento a Robledo le ha valido un comido, y en la misma situación está el Centro Médico Siglo XXI y ahora sí que le echo imaginación, quiero creer que así está todo el sistema hospitalario del seguro social.
En La Raza mueren más en la noche de sábado para domingo que en toda la semana. Y los dejan morir. Algunos
ventiladores no sirven y la secretaria general de la sección XXXIII no da la cara y los jefes de servicio desaparecen.
No me lo crea, presidente. Visite, sin avisarle a nadie, menos al señor Robledo, por lo menos estos dos centros médicos que, se supone, son los más importantes del país. Si en esas condiciones tan deplorables trabajan los mejores especialistas médicos de México, imagine a los que atienden a los hospitales de zona y otros de menor capacidad. Hace poco hubo también una manifestación de personal médico del hospital que doctor McGregor, de Xola y Gabriel Mancera.
Usted dice que el sistema hospitalario lo desgraciaron los gobiernos del PRI y del PAN. Pero ya no nos gobiernan ninguno de ellos. Aunque tengo que decirlo, si no me muerdo los labios, quienes ahora gobiernan, empezando por usted, son dignos alumnos del viejo priismo y las mañas, una vez adoptadas, la verdad es que son muy difíciles de extirpar.