Anhelo de juglar
Tomás Corona
Monterrey.- Aplastado en la ríspida, rígida roca… Incubando sueños, placeres, arpegios… Preso en el pasado, aterido, anegado… Deshacía conflictos, pesares, entuertos… Había sido libre, volátil, etéreo… Hoy sus alas rotas, tronchadas, podridas… Y de pronto pudo librar su tormento… Con amor y calma sanó sus heridas… Y voló de nuevo sin miedo al abismo… Y la gente toda de él se burlaba… Pobre juglar tonto, nadie le creía… Y él cantó sus loas llenas de esperanza… Se llenó de luz, de bondad, de energía…Recuperó todo lo que había perdido… Ya no hubo tristeza, tan solo alegría… Aun viviendo en este mundo corrompido…