“Cada niño debería traer un cartel que diga: Tratar con amor
y cuidado, contiene los sueños y esperanzas del mundo”.
Mirko Badiale, escritor y filósofo italiano
Monterrey.- El fin de la quinta ola del Covid-19 llegó justo cuando los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular ‘Tierra y Libertad’ cumplían 32 años de ofrecer servicios de calidez, calidad y excelencia educativa.
La humanidad espera que Organización Mundial de la Salud declare que la pandemia terminó para volver a la normalidad de la vida y dejar atrás dos años y medio de contagios y muertes, tiempo durante el cual las niñas y los niños nunca dejaron de ser nuestra prioridad, a pesar de la sana distancia.
Por la niñez nos esforzamos y nos preparamos día a día. Así lo hemos hecho por más de tres décadas, al ofrecerles el mejor entorno educativo, el espacio óptimo y, sobre todo, una crianza sana y amorosa.
Un muy merecido reconocimiento al personal que labora en los CENDI, por su gran profesionalismo, vocación y espíritu de servicio y responsabilidad que han compartido con más de 160 mil niñas y niños durante 32 años.
Felicitamos especialmente a nuestras educadoras y educadores infantiles, por dedicar su mayor esfuerzo y empeño profesional para educar, atender y criar a las alumnas y los alumnos CENDI en su primera infancia.
Nuestro profundo y muy sincero agradecimiento a las madres y a los padres de familia, por confiarnos a sus hijos e hijas -sus tesoros más grandes-, para educarlos, atenderlos y cuidarlos con amor.
La primera infancia es quizá la etapa más determinante del ser humano, por ser cuando se estructura la base biopsicosocial del individuo, que en las sucesivas etapas del desarrollo se ha de perfeccionar y consolidar.
Resulta esencial para ello la estimulación, la nutrición, el cuidado a la salud, la educación y las demás acciones que se puedan ejercer en la formación y maduración de su estructura biológica, neuropsicológica y social.
La infancia es, en definitiva, la etapa más preciosa de la vida. Atenderla directamente nos ha enseñado a dimensionar que educar a la niñez es la mejor inversión social que un gobierno debe hacer para transformar la sociedad.
Nos congratula que en Nuevo León se haya promulgado una nueva Constitución para establecer que todas las personas tienen derecho a una educación de calidad y excelencia acorde con su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo, madurez, responsabilidades y obligaciones sociales y legales.
Estamos de acuerdo en que dicha reforma integral estipule que el Estado y los 51 Municipios impartirán y garantizarán la educación a lo largo de toda la vida, desde la educación inicial hasta la superior de manera pública, obligatoria, gratuita, laica e inclusiva. Y, retome que “La educación inicial es un derecho de la niñez y será responsabilidad del Estado y los Municipios concientizar sobre su importancia” y que “priorizarán el interés superior de la niñez en el acceso, permanencia y participación a los servicios educativos”.
Especialmente nos alienta que en el Artículo 36 se establezca: “La niñez, con énfasis especial en la primera infancia, tiene derecho a un estado de bienestar físico, mental, emocional e inclusivo; a la satisfacción de sus necesidades de salud, alimentación, educación, desarrollo creativo, identidad, sano esparcimiento; a la preparación para el trabajo y a llevar una vida digna y libre de violencia en su desarrollo integral, así como a la convivencia familiar. El Estado proveerá lo necesario y expedirá leyes y normas para garantizar el acceso y goce pleno de todos sus derechos, teniendo como consideración fundamental que siempre atenderá el interés superior de la niñez, con especial énfasis en la inclusión de la niñez con alguna discapacidad”.
Los CENDI refrendamos nuestro compromiso con la infancia temprana y por seguir impulsando que todas las niñas y que todos los niños de Nuevo León y de México cuenten con el derecho a recibir educación, atención y cuidados desde el inicio de sus vidas.
“Educar es amor”.
José Martí.