Ciudad Juárez.- Hace ciento tres años, el 15 de enero de 1919, fue asesinada la revolucionaria Rosa Luxemburgo, a sus 47 años, una de las vidas universales y ejemplares, si las hay. Fue inmigrante polaca, judía, mujer, distintivos todos que en Alemania implicaban un miserable destino marcado por la discriminación y el sojuzgamiento permanente en todas las esferas: familiares, laborales, religiosas. Aún así, se convirtió en una brillante intelectual, dirigente del Partido Socialdemócrata Alemán (el mayor del mundo) y del polaco a la vez. Autora de una decena de libros por lo menos y de innumerables ensayos, reconocidos por su lucidez. Al término de la primera guerra mundial, junto con Karl Liebcknet, encabezó la lucha revolucionaria en su país adoptivo. Fue aprehendida y muerta a culatazos en Berlín, por guardias al servicio de un gobierno presidido por sus antiguos camaradas. De ella se han escrito múltiples biografías. En su memoria, recupero aquí un pensamiento que escribió en 1917, siendo prisionera en Breslau:
"Yazgo aquí en la soledad, la oscuridad y el frío, aún así mi corazón late con una inconmensurable e incomprensible satisfacción… y en las tinieblas sonrío a la vida, como si yo fuera poseedora de un encanto capaz de transformar lo que es malo y trágico en serenidad y felicidad. Pero cuando escudriño en mi mente la causa del enigma, encuentro que no hay ninguna, que la clave es simplemente la vida misma, que esta profunda oscuridad de la noche es suave y maravillosa como el terciopelo, si uno sabe mirar en la dirección correcta. Hasta el movimiento de la grava bajo el lento paso del guardia es como un amado sonido de vida… para quien tiene oídos para oir".
La idea aquí expuesta retrata con limpidez a un poderoso espíritu libre, con la fuerza necesaria para sobreponerse a cualquier adversidad y en los peores momentos. Y, sí consideramos que tal vida estuvo dedicada a luchar por la igualdad y la libertad de todas las personas, al combate contra los dogmas que aherrojan el pensamiento y la acción, a la defensa de los trabajadores, su significado se potencia al grado máximo.