Monterrey.- El torneo comenzó. Estábamos todos en fila, sobre una línea amarilla y suena la cuenta atrás. 5… 4… No sabíamos quién iba a terminar la competencia, nunca se sabe quién llega primero, pero sí que alguien lo consigue.
Eres el mejor, nunca dudes de ti mismo, serás alguien grande, me dijeron siempre mis padres. Es por eso que ni entrené, ¿para qué? ¡Eso es de mediocres!
El premio… otra vida. Una promesa. Algo que la mayoría, por mera suposición, piensa que es algo superior al mundo. Yo lo creo, me han ido enseñando con el paso del tiempo que así es y así será… Porque antes era asunto distinto, pero esos eran tiempos pasados, ahora es más fácil, pues solo esperas tener edad suficiente para competir y ya está, el mundo entero te pertenece.
¿Y qué me espera? Una existencia sobresaliente. Me lo han dicho siempre, que soy el mejor y sé que voy a ganar tan solo por ser yo. Es tan solo esperar para poder cruzar al otro lado y listo… No más decepciones ¡Una vida real me espera!
3… 2… 1…