Ciudad de México.- La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020 tiene una segunda parte, que dejamos para abordar en la última entrega semanal de esta nota (de jueves para viernes), en torno al gasto trimestral de los mexicanos, ya que tiene también, como la de los ingresos, fuerte contenido de la profunda desigualdad que divide a la sociedad mexicana.
Veamos primero, el gasto total:
En los hogares de México, el promedio del gasto total trimestral es de 47,396 pesos, cantidad que se integra por lo que se denomina gasto corriente total (monetario y no monetario), y las erogaciones financieras y de capital, que suman 7,985 pesos.
Hay un marcado deterioro en el monto de lo gastado: Se gastó menos en 2020 que en 2018.
Y después de estos casi ininteligibles rubros del informe, el INEGI desglosa:
En el gasto corriente monetario trimestral, de 29,910 pesos, el rubro de alimentos, bebidas y tabaco representó la mayor categoría: 11,380 pesos.
Y únicamente se destinaron 1,266 pesos para cuidados de la salud, ¡y en pleno desarrollo mortífero de la covid-19!
Fíjense la jerarquización de los rubros de gasto, del más alto al más bajo: Alimentos, bebidas y tabaco; transporte y comunicaciones; vivienda y servicios; cuidados personales; educación y esparcimiento; limpieza y cuidados de la casa; SALUD; vestido y calzado, y transferencias de gasto. (Transferencias de gasto corresponden a ayuda en dinero a parientes y personas ajenas al hogar, contribuciones a instituciones benéficas en dinero; pago de servicios del sector público (pasaporte, actas, licencias, placas etc)
El 38% del gasto corriente fue para alimentos y bebidas, el 20% para transporte y comunicaciones, y sólo el 7.7% para salud.
Y las muestras del deterioro de la calidad de vida de los mexicanos:
El gasto corriente monetario, en el 2018 fue positivo (34,329), mientras que en 2020 cayó considerablemente (29,910) una caída de (-)12.9%.
Y aquí viene, de nuevo, como en el capítulo de los ingresos, el gasto monetario de la desigualdad:
Los hogares del primer decil, los más pobres de la escala socioeconómica, gastaron un promedio trimestral de 11,881 pesos. En el extremo, los ricos del décimo decil, tuvieron un gasto promedio, también trimestral, de 73,601 pesos.
Ésta es nuestra realidad, que exige adjetivos calificativos: absolutamente desigual. Unos dirán que eso no es cierto. Que cada quien tiene y obtiene lo que se merece. Que los pobres son pobres porque quieren, porque no trabajan. Y algunos son más duros: “¡Porque son güevones!”. Usted qué opina.