Coyotes de la misma loma
Ciudad de México.- Los demócratas del imperio septentrional ya eligieron, el jueves de la semana pasada, candidata presidencial a la vicepresidenta de Joe Biden (Joseph Robinette Biden Jr.), la sonriente morena Kamala Harris, justa suplente del Presidente, quien tuvo que renunciar a la campaña por la candidatura, porque durante sus presentaciones en público daba muestras de desmemorias seniles. Harris, sin embargo, puede resultar una equivocación. Los demócratas la ven con gran simpatía, en contraposición con el ultraconservador del Partido Republicano, Donald Trump, de quien ya conocen todos sus mañas y su palabrería. Pero dejando a un lado al oligarca multimillonario ex vicepresidente, para los ciudadanos, Harris, a pesar de que se presenta progresista –por sus obras los conoceréis– no es una garantía para cumplir el sueño de Martin Luther King, viendo sus preferencias al no compromiso con las grandes tragedias del mundo propiciadas por la política intervencionista de la Casa Blanca. Kamala Harris aceptó formalmente, este jueves, la candidatura de su partido a la presidencia con un encendido llamamiento a poner fin a la guerra en Gaza y a luchar contra la tiranía en todo el mundo. Lo de la guerra en Gaza no deja lugar a dudas de que la candidata no oculta sus simpatías por el sionismo. Dice que apoya el fin de “la guerra”, contra los objetivos del ultraderechista Benjamín Netanyahu, el presidente ultra nacionalista de Israel y líder de la masacre contra los palestinos, orquestada principalmente contra los niños y las niñas y mujeres, con el inocultable objetivo de arrasar con ese, quien es el verdadero dueño de los territorios ocupados por los sionistas. Esos de la preferencia de Kamala Harris. “En la eterna lucha entre la democracia y la tiranía, sé cuál es mi posición y cuál es el lugar de Estados Unidos”, dijo Harris, el jueves de su nominación, acusando a Trump de acercarse a los dictadores. No estoy muy seguro que Kamala no se acerque a los dictadores, cuando no oculta su simpatía por los judíos ultranacionalistas de Netanyahu.
Los reportes periodísticos informan que, en la última y más esperada noche de la convención, Harris, de 59 años, trató de redefinirse a sí misma para Estados Unidos, cuando ella y Trump entran en las 11 semanas finales de una campaña muy reñida. Tras varios días de protestas de los partidarios de Palestina, decepcionados por no haber conseguido que su palabra se escuchara en la convención, Harris se comprometió a proteger a Israel, traer a los rehenes de Gaza y poner fin a la guerra en el enclave palestino. “Ahora es el momento de llegar a un acuerdo sobre los rehenes y un alto el fuego”, dijo entre vítores. “Y que quede claro siempre defenderé el derecho de Israel a defenderse y siempre me aseguraré de que Israel tenga la capacidad de defenderse”, añadió. “Lo que ha ocurrido en Gaza en los últimos 10 meses es devastador. Tantas vidas inocentes perdidas, gente desesperada y hambrienta huyendo una y otra vez en busca de seguridad. La magnitud del sufrimiento es desgarradora”, afirmó. “El Presidente Biden y yo estamos trabajando para poner fin a esta guerra de modo que Israel esté seguro, los rehenes sean liberados, el sufrimiento en Gaza termine y el pueblo palestino pueda hacer realidad su derecho a la dignidad, la seguridad, la libertad y la autodeterminación”, aseguró.
En todo momento de sus palabras, siempre Sión por encima de los Palestinos…
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