Ciudad de México.- Los de “X”, los del PAN, asesorados por los Amigos de Vox, y los Hijos y las Hijas de la Vela Perpetua, están furiosos con YSQ.
Buscaron con todo su pútrido corazón que no ganara las elecciones de 2018, porque seguía siendo “un peligro” para sus intereses.
Y no lo lograron. Se los llevó con más de 30.000,000 de sufragios.
Intentaron con todas sus fuerzas alicaídas (PRI, PAN, PRD), y la maña de los intelectualoides, comandados por el Señor X, quitarle la mayoría en el pleno de la Cámara de Diputados, para imponer sus leyes neoliberales, y tampoco pudieron.
Sin darse cuenta de que están en la olla, que las mayorías jamás volverán a votar por ellos, siguen desatados, siguen enloquecidos, desaforados, reafirmando su discurso de odio en contra de López Obrador, porque éste se ha atrevido a buscar devolverle a los mexicanos, siguiendo al presidente Adolfo López Mateos, que nacionalizó la industria eléctrica, la plena propiedad de la generación, distribución y comercialización de la electricidad (en manos de las voraces empresas que se dicen españolas), y la del Litium, muy importante para las comunicaciones personales.
A este cambio se oponen totalmente los panistas, mostrando que lo que menos les interesa es la república. Sólo van en defensa de sus intereses de clase.
Las cabezas del PAN, no tiene caso nombrarlas en este espacio, son las que llevan la delantera, con la asesoría ejemplar del pensamiento de Santiago Abascal, el líder de las familias más conservadoras, franquistas, millonarias, de la sociedad española, que abarcan a las de “la Nueva España”, o sea la “hispanósfera” abascaliana, desde el escritorio del partido Vox, más reaccionario que el propio dictador Francisco Franco Bahamonde.
Pero los panistas ya rebasaron los límites del debate político y ahora utilizan el discurso de la ofensa, del insulto, de la denostación en contra, particularmente, del presidente de la república. Y no oyen. Menos escuchan. Lástima por los amigos que aún conservo entre los panistas y entre los colegas de derecha.
Afortunadamente, el presidente López Obrador mantiene (hoy miércoles 6 de octubre de 2021) el 70 por ciento de popularidad, entre el electorado, porcentaje que puede elevarse lo que sea ante la tozudez de los albicelestes.
Pero sus diabólicos enemigos, que de opositores no tienen nada, y menos un discurso analítico, dialéctico (lógico), no las tienen todas consigo. Se enredan en el insulto. Algo grave puede tronarles en los próximos días. Y definitivo. No lo olviden.
A la triada (PAN, PRI, PRD), ya se le están rajando los militantes priistas. El propio gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, igual de priista que Alito Moreno, ya les advirtió, los conminó a jugar derecho, porque, si no lo hacen, van a perder hasta lo perdido, hasta la vergüenza. Y de aliados del PAN no van a ganar nada. Ni pan. Tendrán la misma suerte electoral que los amigos de Fox; digo, de Vox, de Santiago, el de la hispanósfera.
Al final de este desmadre (palabra que parece mala palabra, pero que es cien por ciento castiza; de buena raíz. Para mí significa “fuera de cauce), se impondrá la reforma eléctrica; se rescatará el Litium, propiedad del Estado mexicano. Y sanseacabó.