Estamos muy a tiempo de arreglar lo desarreglado
Hay aún hay una pandilla de rufianes avorazados
Ciudad de México.- Aún se está a tiempo de arreglar lo que está desarreglado, de componer lo que está descompuesto (descomponido, decía mi pequeño Emi), no necesariamente por culpa de los encargados de la rectoría económica y de las finanzas públicas, sino por estar inmersos en un mundo de avorazados, que únicamente buscan apoderarse de alguna cosa, como comida, riquezas u oportunidades, sin consideraciones, ni cortesía hacia los demás, estos que son legiones; que no se miden en acumular riqueza, no sólo ganada legalmente, sino sobre todo la que es producto de la explotación y pauperización de los consumidores, principalmente de la expoliación, robo, estafa, fraude, despojo, usurpación, privación, confiscación, entre otros. De aquellos dedicados a robar y lo que es más condenable, a robarle al pueblo que apenas unos cuantos ganan salario mínimo para sobrevivir en este mundo. Y otros tienen que luchar en lo que se llama economía informal, porque no son personas ni físicas ni mucho menos morales…
Díganme, amiga, amigo, qué economía progresa, equilibradamente, en tales condiciones. Progresan los acumuladores de bienes e incluso de servicios, como la elaboración de facturas millonarias falsas para evadir y eludir el pago de miles de millones de pesos por impuestos (ustedes pónganles nombres televisivos), pero no los que apenas están saliendo del subdesarrollo y ahora son llamados Países en Desarrollo, o Economías Emergentes.
Por ello, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo decidió ofrecerle al doctor Rogelio Ramírez de la O, continuar como Secretario de Hacienda, en virtud de que tiene ya una vasta experiencia en el manejo de la economía pública y, por lo tanto, hay certeza de que continuara, con seriedad, en busca del equilibrio de los factores económicos, principalmente el capital y la fuerza de trabajo vistos desde lo local, lo nacional y el mundo de las relaciones internacionales, del comercio y del comportamiento de los mercados financieros, en los cuales México es ya un actor importante, tomado en cuenta por inversionistas de todos los colores y de todos los momentos del día, principalmente los del overnight. Y el doctor Ramírez de la O es el más conspicuo rector de una economía (secretario de Hacienda y Crédito Público) que no acaba de salir del subdesarrollo y apenas comienza a codearse con los “grandes” como Estados Unidos y China.
Que el producto no será suficiente para tener condiciones bullangueras de equilibrio social. Que la deuda externa no nos deja libertad para movernos de un lado al otro de la economía. Que la inmensa mayoría de la población busca el equilibrio de toma y daca, de la oferta y la demanda y o el consumo, de la satisfacción de las necesidades más elementales del ser humano, etcétera. Pues ahí estará la mano visible del economista y jamás – ya por favor- la mano invisible del mercado, para encontrar un sano equilibrio. Tómese en cuenta que es difícil que, en un mundo tan convulso, tan desarreglado en materia económica, la economía de México esté libre de la influencia muy nociva de los fracasos del señor Joseph Biden y, antes de él, de Donald Trump, quien con plena seguridad, volverá a aplicar para la economía de su país, a no ser que se atraviese otro malvado tirador en su camino, las falsarias políticas económicas y financieras, que ya tiene marcadas tanto por su espíritu capitalista de grosero oligarca mundial, que pisa y posa en los terrenos de la criminalidad, de la injusticia, de la burla, del racismo, del Club Bilderberg, etc., que no se tienta el alma en aplicar los principios neoliberales más absurdos, como esa medida que ya anunció de acabar con las oleadas de migrantes forzados, que buscan burlar las fronteras de su imperio por la pura necesidad de vivir. O más exactamente, de sobrevivir en la miseria y ante la prepotencia de los soberbios.
México, al igual que Norteamérica, necesita producir más de lo que consume, ya que estamos dependiendo demasiado de productos básicos de China para nuestros hogares, señaló el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O ahora que estuvo en San Luis Potosí, acompañando y apoyando a los presidentes saliente y entrante, López Obrador y Sheinbaum Pardo, en estas giras a dúo, que a mi entender son como un ensayo de la entrega recepción de la administración pública. ¿Qué hay temores? Obviamente que hay temores. Pero también hay capacidad para superarlos. Ir a la guerra no es de enchíleme otra. Hay temor en el corazón de todo soldado. Hay pánico en muchos, Pero el miedo se supera. La pobreza, si no se vence, implica la muerte inmediata, sin compañía de nadie, En pleno arroyo callejero.
Hay problemas con las finanzas públicas; con la deuda pública; con la distribución del ingreso, de la riqueza. Hay graves problemas. Pero no por ser optimistas como la tele, como ese idiota optimismo de la ola o marea rosa, tenemos que ser arrojados para enfrentar los problemas de la economía. Y el par de Sheinbaum-Ramírez de la O puede. Claro que puede lograr, consumar el cambio, la transformación de esta economía en lucha. Cambio en la política de inversiones y de atención a la inversión extranjera. Ello está en el Plan México, de impulsar no solamente la relación comercial México-Estados Unidos, y la imposición de la basura plástica que nos llega de China, sino también el empleo. El pleno empleo para todos los miembros de la Población Económicamente Activa.