· Los medios de información, para facturación y subfacturación
· Sus dueños, mercantes de todo, no resisten la crítica mordaz
Ciudad de México.- En la prensa comercial, así sin el adjetivo de “gran”, como en los buenos tiempos de la niñez, inocente niñez, empresarios y algún domesticado, personal periodístico (afortunadamente sólo algunos) bailan y cantan el Juego de Juan Pirulero, en el que cada quien atiende su juego. Y lo bailan inventando “noticias” que no pueden competir con las verdades del traspatio invisible de la realidad, en donde se refugian todos, y Juan Pirulero brinca, como dicen baila los portugueses y los brasileños, de pura burla porque ve que, a los poderosos de los medios el único interés que los anima a vivir en este mundo es el dinero, y para ello se dedican a levantar falsos testimonios, a inventar historias falsas, fantasiosas, por el puro gusto de ver engordar su cuenta bancaria, porque poderoso caballero es don dinero y dinero es lo que le sobra a alguno que se dice magnate, que inventa historias de un comunismo que jamás ha existido más que en el Manifiesto y en la cabeza de muchos intelectuales, tales por cuales, como los que se autocalificaban de comunistas antes de que se instalara el mal llamado neoliberalismo, que debería ser en realidad anticomunismo. ¿Recuerda a aquellos seudocatólicos que pegaban en las puertas de las casas de las ciudades, sin saber la ideología de sus habitantes, así, a la fuerza, porque lo mandaba el cura o el obispo, o el Arzobispo, o el Papa, aquellos pegotes azules (claro, azules…no como el azul del Infinito o de la mar, si de los azules que ya deberían de estar acostumbrados a perder las elecciones política: “Cristianismo sí, comunismo no”, sin saber que el cristianismo es infinitamente más radical que el comunismo.
Así, estos poderosos acumuladores de riquezas e influyentismo, a quienes el presidente López Obrador califica de rapaces (que, según la Santa Madre Academia, son aquellos inclinados o dados al robo, hurto o rapiña. O ladrones, avariciosos, codiciosos y expoliadores.
– y esto nos importa en este punto de la historia, quienes creen que con sus “verdades” y sus deseos de progreso de la mediocracia, inventando falsas verdades. son los adultos que creen que están arreglando el mundo, así como el equipo que lo desarregla. La moneda mexicana registró, este miércoles, un avance de 1.21% y el tipo de cambio se cotizó en 19.5210 unidades por divisa estadounidense. Una caída brutal en venganza de los sistemas financieros y bancarios por los cambios, particularmente para descorromper el podrido poder judicial y ponerlo en manos de jurisconsultos cuyo objetivo a alcanzar sea la Justicia pura y no las componendas con los grandes del dinero y los corruptos de la pinchurrienta partidocracia bicicletera. El martes, el peso mexicano registró su peor nivel desde diciembre de 2022, afectado por la pausa diplomática de México con los embajadores metiches de EU y Canadá, tras los comentarios en contra de la reforma al Poder Judicial, de estos achichincles de sus gobiernos que no saben que “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Pero así son los mercaderes de la política de “buen vecino”, antes llamaban a México el patio trasero. Si pudieran ya lo hubieran absorbido por lo menos como estado libre asociado, Así son los “mercados”, siempre se ponen del lado de los especuladores que sólo buscan enriquecerse inventando pretextos, sin saber que las decisiones políticas de quien gobierna con el apoyo mayoritario de la población pobre son precisamente para defensa de ésta, porque así como están las cosas, las instituciones de toda índole funcionan para defender a los ricos de los pobres, Y no me niegue el premio Nobel Milton Friedman o el maltusiano impune de Thomas Malthus. Y claro que también el Departamento de Estado del imperio estadounidense, que se preocupa por los muy pudientes, por los millonarios y mentira que le tenga inquieto la marcha de la economía mexicana. Aunque mientras pueda meterse en la estructura económica de México, mejor para sus inversionistas. Por qué el señor Anthony Blinken no se preocupa de salteadores como el concesionario de televisión comercial, irredento evasor y elusor de impuestos y la defensa que de este hace la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un nido de jurisconsultos corruptos y corruptores, amigos también de los capos de la delincuencia organizada. En fin. Veredes, como le dice el Caballero de la Luna (Don Quijote) a su humilde y explotado escudero. Pero, en fin esta columna obviamente que no la publicaría ningún medio de la plutocracia, porque la plutocracia no va con este escribidor.