GOMEZ12102020

Aprenderé a dormir en la memoria de un muro
Ismael Vidales

Monterrey.- Quitarse la vida es considerado tanto un acto de fuerza y valentía, como uno de cobardía. Un acto de libertad y uno represivo, algo romántico y algo atroz. Quitarse la vida puede parecernos mala idea, pero a veces, la depresión emocional o el dolor físico pueden agobiar tanto, que rebasan los límites de la resistencia. Yo no sabría explicar por qué un alto número de mujeres han llegado al final de sus días suicidándose. No voy a especular si hay un común denominador, cualquier apunte con tonalidad psiquiátrica me haría ver como un charlatán. Solamente haré una breve lista de algunas mujeres que se han suicidado.

Se dice que la primera mujer poeta que se suicidó fue SAFO DE LESBOS. Se calcula que ella vivió entre el 625 y el 580 a. de C., en la isla de Lesbos. Se dice que se tiró al mar para terminar su existencia. Pasó a la historia por haber enseñado a otras mujeres prácticas amatorias que les permitieran prescindir de los hombres. De ella viene el calificativo de safista o lesbiana que suele aplicarse a la mujer que sexualmente prefiere a otra mujer.

La argentina ALFONSINA STORNI se suicidó a los 46 años (1892-1938), metiéndose en el Mar del Plata, a consecuencia de un cáncer terminal. Alfonsina dice en su poema “Presentimiento”: “Tengo el presentimiento que he de vivir muy poco. Esta cabeza mía se parece al crisol, purifica y consume, pero sin una queja, sin asomo de horror. Para acabarme quiero que una tarde sin nubes, bajo el límpido sol nazca de un gran jazmín una víbora blanca que dulce, dulcemente, me pique el corazón.”

ALEJANDRA PIZARNIK, considerada como una de las poetas líricas surrealistas más importantes de Argentina, murió por sobredosis de pastillas para dormir a los 36 años. Escribió: “Yo no sé de la infancia más que un miedo luminoso y una mano que me arrastra a mi otra orilla. Con todas mis muertes yo me entrego a mi muerte, con puñados de infancia, con deseos ebrios que no anduvieron bajo el sol. Mañana me vestirán con cenizas al alba, me llenarán la boca de flores. Aprenderé a dormir en la memoria de un muro, en la respiración de un animal que sueña.”

La norteamericana SYLVIA PLATH (1932-1963), se suicidó a los 30 años. Estuvo casada con el escritor Ted Hughes, quien tras su muerte se encargó de la edición de su poesía completa. Sylvia escribió su primer poema a los ocho años y curiosamente es contra su padre: “Papá hubiera querido matarte, pero moriste antes de que tuviera tiempo.”

La norteamericana ANNE SEXTON, se suicidó con el monóxido de carbono producido por el motor de su automóvil en la cochera de su casa. Escribió: “Morir es un arte, como todo. Yo lo hago excepcionalmente bien.”

La colombiana MARÍA MERCEDES CARRANZA (1945-2003) se mata en su casa ingiriendo abundante whisky y pastillas antidepresivas. En la mesa de noche, su hija Melibea, encontró la carta de despedida que hablaba del amor y de la juventud. En su poema “Oración”, dice, “No más amaneceres ni costumbres, no más luz, no más oficios, no más instantes. Sólo tierra, tierra en los ojos...”.

La poeta griega MARÍA POLYDOURI (1902-1930), se suicidó con morfina. En su poema “A un amigo”, dice, “Me recibirás en tu aposento silencioso y habrá libros en torno, abandonados en un hondo silencio. Nos sentaremos uno junto al otro. Hablaremos de las cosas que se van, de las que han muerto antes de que las perdamos, de la amargura de la vida sin sentido, del tedio, del no esperar que nada se realice, del desaparecer... Y poco a poco en la oscura quietud, se apagarán también nuestras palabras y el postrer pensamiento”.

La inacabable lista incluye a MARILYN MONROE quien oficialmente se suicidó el 5 de agosto de 1962 a las 3:30 de la madrugada con una sobredosis de barbitúricos. El informe policial decía “probable suicidio” y otras versiones afirman que pudo tratarse de un homicidio ordenado por el fiscal general de los Estados Unidos, Robert Kennedy.

La checoslovaca MIROSLAVA STERN se suicidó el jueves 9 de marzo de 1955, a los 29 años de edad. Fue encontrada en su cama con la fotografía del torero español Luis Miguel Dominguín quien supuestamente fue el amor de su vida y se casó nueve días antes con otra mujer. La hermosa actriz acabó con su vida ingiriendo una caja entera de Ayerlucín y otra de Dodecalivez.

RITA MACEDO, se suicidó el 5 de diciembre de 1993 dentro de su automóvil, pegándose un tiro en la boca. Los trámites legales se hicieron lo más rápido posible y se enterró a Rita sin velorio. Julissa su hija, dijo: “Mamá tenía años diciendo que lo quería hacer, no deseaba seguir viviendo, se sentía sola.”

VIRGINIA WOOLF, tras escribir dos cartas, una para su hermana Vanessa Bell y otra para su marido Leonard Woolf, a los 59 años de edad decidió suicidarse; eligió hacerlo tirándose al río Ouse, cerca de su casa de Sussex el 28 de marzo de 1941. Antes lo había intentado, sin lograrlo, regresó a casa con la ropa empapada. La segunda ocasión pensó que era conveniente meter piedras pesadas en las bolsas de su abrigo.

ANTONIETA RIVAS MERCADO, escritora, bailarina, feminista, mecenas e hija del arquitecto Antonio Rivas Mercado realizador del “Ángel de la Independencia”, decidió terminar con su vida metiéndose una bala en el corazón. Con sólo 31 años, el 11 de febrero de 1931 al filo del mediodía se arrodilló en un reclinatorio de la catedral parisina de Notre Dame y se disparó. Sus hermanas Alicia y Amelia responsabilizaban del suicidio a José Vasconcelos por concluir su relación sentimental con ella.

LUCHA REYES, consideraba la emperatriz de la canción mexicana tenía fascinación por el tequila y la bohemia, el alcohol fue su amigo y su demonio. Tras varias rupturas amorosas, la noche del 24 de junio de 1944 envió a su hija Marilú a comprar nembutales, luego se encerró en su habitación e ingirió 25 pastillas con tequila.

Goethe asegura “el suicidio sólo debe mirarse como una debilidad del hombre, porque indudablemente es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras”. Albert Camus dice “el único problema filosófico verdaderamente serio es el suicidio. Juzgar si la vida es o no digna de vivir es la respuesta fundamental a la suma de preguntas filosóficas". Yo digo que los artistas son personas sumamente sensibles, románticas y potencialmente suicidas. Los que se dicen artistas, no corren este riesgo, ellos van a morir de viejos.