GOMEZ12102020

AUTORES DE NUEVO LEÓN
Entrevista con Michelle Mendoza
Eligio Coronado

Monterrey.- Michelle Mendoza Valdez (Monterrey, N.L., 1988) es poeta y promotora. Estudió en la Facultad de Psicología de la UANL.
Su pasión por la literatura y la poesía se remonta a su juventud, utilizando las palabras para hacer notar y sentir de una manera energética y apasionada lo que quiere transmitir. A través del tiempo sus escritos pueden encontrarse dispersos entre libretas de apuntes, hojas sueltas, sólo para ella. Poco a poco ha comenzado a reunir y compartir su obra.

     Su actividad poética se remonta a agosto del 2020 con el comienzo de sus Miércoles de Poesía. En ellos comparte, cada semana, una pieza poética de diversos autores o de su autoría. En noviembre del mismo año comenzó con su página Voz en Verso, donde además de sus videos, recita poesía y comparte cuestiones alusivas a la poesía.

     Actualmente se desempeña laboralmente como terapeuta independiente y fusionando armoniosamente sus dos más grandes pasiones (la psicología y la poesía) a través de talleres. Ha tenido la oportunidad de utilizar el arte, entre ellas la escritura y poesía, como herramienta terapéutica para la sanación psicoemocional.

     Libre, rebelde, inquieta, amorosa, apasionada, tremenda, consciente, ligera, fuerte, sutil, cálida, toda ella es Michelle, haciendo de sí misma una presencia sorprendente y que atrapa mediante sus versos y su voz.

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1- ¿Cómo escribe?
R= Escribo muy desordenadamente, muy fortuitamente, sobre libretas que tengo a la mano (es mi forma preferida) o directamente en la computadora. Me ha tocado incluso hacer una grabación de voz cuando no puedo escribir en algún momento en que llegan un conjunto de palabras o ideas y no quiero que escapen o se diluyan como los sueños al paso de la mañana.

     Escribo movida por la inspiración y de la mano con la intuición; voy jugando con las líneas o los versos, los voy recitando para probarlos.

     También tengo que aceptar que no soy de ésas que escriben todo de corrido y a la primera, yo sí tengo la necesidad de tachonear y hasta de recomenzar.

     A veces pienso que estoy comenzando del principio, pero el continuar escribiendo me doy cuenta que comencé por la mitad y luego le agrego el principio y después el final o viceversa.

     Hay veces que escribo con un conjunto de palabras que rondan una idea, las anoto a un lado y las voy tratando de acomodar, esa es una forma que utilizo usualmente sólo cuando me propongo a escribir.

2- ¿Por qué escribe?
R= Escribo porque hay veces que las emociones, los pensamientos, las ideas que viven en mí se enfrentan en una lucha que, en medio del furor, pierden la causa, se olvidan que tienen un objetivo común, que es la funcionalidad del ser que habitan. El escribir es para mí darles una tregua, es darle su lugar a cada una; escribir es forzar a que ordenadamente se escuchen entre sí.

     También escribo porque eso me obliga a darle forma al mundo interno, cuando quiero transmitir algo que se mueve dentro como imágenes, palabras sueltas, sensaciones sin forma; escribo porque me ayuda a racionalizar lo que siento, porque para escribir debe existir un orden (si es que realmente se quiere expresar algo); es un trabajo interno de reflexión, de autoconciencia.

     Hay veces que escribo porque que estoy sintiendo demasiado, muy aprisa, como ir en carretera a 200 km/h y comenzar a ver sólo líneas en la periferia, en esos momentos soy incapaz de expresar verbalmente lo que estoy viviendo internamente, y es una impotencia enorme porque quiero decir todo y no digo nada, es entonces cuando la escritura, en cualquiera de sus formas, viene al rescate porque me hace bajar la velocidad, incluso parar, contemplar el paisaje, disfrutarlo; porque escribir me ayuda a escuchar y a escucharme.

     Y hay otras veces que escribo simplemente porque algo me parece tan bello o sublime que escribirlo es una forma de honrarlo.

3- ¿Desde cuándo escribe?
R= No tengo exactamente claro cuándo es que comencé a escribir. Nunca he sido muy constante. Creo que alrededor de los 10 u 11 años, cuando comencé a tomarle un gusto genuino a los libros, fue que comencé de una manera muy juguetona, pero consiente, a escribir. Me recuerdo ingenuamente haber querido comenzar un cuento o novela (digo ingenuamente porque desde mi percepción de lectora preadolescente lo creí muy fácil hasta que lo intenté, claro) y recuerdo la imagen de estar frente a la computadora, tratando de escribir las primeras líneas en un archivo de Word, no recuerdo el tema, avancé algunas hojas, pero nunca lo concluí y ese archivo supongo que se perdió.

     De manera libre, empecé también a escribir sobre lo que sentía en relación a lo que vivía en esos momentos y, aunque sabía que eso era solo para mí, ya comenzaba a cuidar las palabras y la manera en que formaba las oraciones, queriendo, de manera intuitiva, darles una armonía; creo que desde ahí ya le daba un lugar a la conciencia de un lector imaginario, aunque supiera que ese lector no era real ni lo sería, pero yo jugaba a que sí existía.

Después me interesó la poesía, la descubrí en un libro, que no sé ni cómo llegó a mí y que aún conservo por apego emocional, llamado: «Escenas… como de película vieja» de Araceli Collazo Mapa, y me enamoré a primera vista de esas palabras que entre todas formaban algo tan bello que me atrapaba. Para ser honesta y, ahora que lo pienso, en ese entonces, ese interés no era un interés por estudiar formalmente lo que era la poesía ni sus estructuras, formas o componentes, pero ese interés me llevó a querer repetir eso que me hacía sentir cautivada y claro que utilizaba cualquier pretexto amoroso de mi adolescencia, le escribía a alguien que juraba amar; a veces los entregaba, a veces no, pero cuando lo hacía, claro que me regocijaba cuando me hacían notar la manera en la que escribía y eso me incentivaba aún más.

     Ya después de los 18, de manera fortuita lo seguí haciendo, dejándome llevar por el momento o la inspiración; creo que casi nunca escribí por ejercitar o con la intención de aprender, cosa de la que no me enorgullezco; hasta hace sólo un par de años atrás es cuando comienzo a tratar de responsabilizarme un poco más sobre lo que escribo y a tomar en cuenta la teorización de la poesía, porque antes nunca había pensado en compartirlo hasta ahora, por lo cual podría decirse que apenas comienzo.

4- ¿Para quién escribe?
R= Primeramente, escribo para mí, pero siempre pensando en ese lector imaginario; si no lo hiciera así, pasaría el tiempo y al momento de releerme (ya me ha pasado) ni yo misma me entendería ni sería capaz de ver el sentido de lo que quise expresar, porque esa “mí” no es la misma que lo vuelve a leer. El pensar en un lector (sin importar si tenga o no la intención de que lo haya) me hace salir de una visión egoísta y me permite expandirme en espacio y tiempo; incluso cuando escribo para alguien en especial, a alguien real, utilizo también a ese lector imaginario que es el que me ayuda a contextualizar y a no obviar lo que quiero decir.

5- ¿Sobre qué escribe?
R= Sobre lo que me provoca y mueve en ese momento; escribo sobre instantes, sobre la manera que vivo un sentimiento en ese instante; escribo sobre el amor, la angustia, el odio, la belleza, la tristeza; sobre todos esos sentimientos que nos desbordan y escribo sobre aquello que no entiendo del todo y que al escribirlo logro aproximármele un poquito más.

6- ¿Qué es para usted la literatura?
R= Por una parte, es la llave a mundos infinitos llenos de posibilidades infinitas. Es una forma de viajar más rápida y en primera clase a través del espacio y del tiempo que nos permite conocer, desde diversas perspectivas, lugares, personas, culturas, lo cual nos permite crear nuestro propio mundo interno. Es una expansión de la conciencia.

     Por otra parte, es una de las formas que tenemos de vivir para no sólo sobrevivir, es una forma de trascender. La literatura y todo arte son una forma de ser humanos.

7- ¿Qué opina de su propia obra?
R= Hacer autocrítica es siempre complicado. Puedo decir que mi obra es honesta y está impregnada de mí, por lo tanto, creo que es apasionada, inquieta, fluida, pero no muy organizada. Creo que lo que escribo es un buen conductor de emociones y, al mismo tiempo, peca de libre. Creo que tiene un potencial que es necesario pulir a conciencia con formación y constancia.

8- ¿Cuándo está listo un texto?
R= Pregunta difícil, para mí es difícil soltar un texto con la entera certeza de que está terminado, tengo que llegar a un punto en el que me siento satisfecha con su armonía; esto lo compruebo al leerlo varias veces en voz alta y siento que fluye naturalmente y sin esfuerzo, es ahí donde tengo que soltarlo reconociendo su belleza, a sabiendas de sus defectos y que nunca será perfecto; llega un punto en el que tengo que forzarme a aceptarlo así, en su imperfección, porque si no jamás podría darlo por terminado, porque siempre hay algo que ajustar, siempre hay otras palabras, otras formas y combinaciones, y elegir entre tantas puede llegar a ser desgastante y se corre el riesgo de terminar deformándolo.

     El objetivo de escribir es disfrutar, liberar, no agobiarse queriendo alcanzar una perfección inexistente. Un texto está terminado cuando lo aceptas con sus defectos y virtudes, cuando lo amas y lo reconoces tuyo.

9- ¿Qué opina del nivel de nuestra literatura nuevoleonesa?
R= Me siento orgullosa de ella, si la veo como un conjunto o un sistema, puedo decir que es una literatura persistente, activa, que se regenera y se adapta al contexto actual, que enfrenta un gran reto que es: la falta de promoción y difusión adecuada y puntual, estratégica. Incluso a veces nosotros mismos le restamos importancia y pocas veces nos volteamos a ver entre nosotros.

     Siento que sigue siendo dirigida sólo para un cierto círculo de personas y hay pocas iniciativas que ayuden a permear la literatura en otros sectores sociales.

     Hablando de Monterrey, creo que ha habido y hay muy buen nivel, considerando que somos una ciudad con una ideología industrializada, donde el interés cultural está distraído en otros intereses, y digo distraído porque sé que existe y está ahí; otro reto más para la literatura regiomontana.

10- ¿Vive de la literatura?
R= No, pero sí... Dependiendo del sentido que le demos a la pregunta.
No en el sentido económico, no escribo para ganar dinero, ni lo pretendo; admiro a las personas que lo hacen porque eso habla de disciplina y constancia, cualidades que, en el ámbito de la escritura, no reconozco en mí, porque no me reconozco prioritariamente como escritora ni poeta con el rigor que la palabra amerita. Esto no quiere decir que no tenga pasión y amor a la literatura y escritura, simplemente utilizo otros medios que también me apasionan que es: ejercer mi profesión como psicóloga.

     Y en otro sentido puedo decir que sí vivo de la literatura porque con ella también me alimento, me curo, me limpio, viajo, con ella descanso, con ella vivo.

11- ¿Para qué le sirven los escritores a la sociedad?
R= Son muy diversas la funciones que pueden ejercer los escritores y las escritoras porque la literatura es una multiherramienta y dependerá de cómo elijan utilizarla.

     Pueden servir para dar voz a quienes necesitan ser escuchados, recopilan y perpetúan la cultura, también nos acercan y nos conectan.

     Los escritores y escritoras nos enraízan un sentido de pertenencia en la sociedad y nos expanden la conciencia para salir del ensimismamiento.

12- ¿Quiénes escriben mejor: los hombres o las mujeres?
R= ¿Qué nutre mejor: una pera o una manzana?

     La verdad no creo que sea cuestión de sexo, sino de género. La mujer ha tenido que luchar como si tuviera que ganarse el derecho de poder hacer muchas que el hombre ni se plantea la posibilidad de tener que pedir o luchar por, entre esas cosas la posibilidad de estudiar y escribir para publicar. Actualmente ha habido muchos avances con respecto a la equidad de género, pero no podemos ignorar que tiene una reminiscencia en la historia de la literatura hasta la actualidad. Es claro que si no se respetan los mismos derechos otorgando las mismas condiciones, obviamente se verán resultados favorecidos para quienes se les dieron las facilidades, pero incluso con todas estas trabas las mujeres han brillado dejando huella, dejando y haciendo historia con tremenda calidad literaria.

13- ¿El gobierno o Conarte le han apoyado alguna vez?
R= No, pero tampoco me he acercado a pedir apoyo.

14- ¿Autores favoritos?
R= Me es muy difícil elegir favoritos, pues es muy extenso el universo de la literatura, pero daré los nombres que vengan a mi mente primero: Benedetti, Rosario Castellanos, Jorge Luis Borges, Jaime Sabines, Ida Vitale, Julio Cortázar, García Márquez, Charles Dickens, Agatha Christie, Elena Poniatowska.

15- ¿Libros que le hayan impactado?
R= Aquí hablaré de algo interesante que muchas veces he señalado, en la escuela en la que estuve desde los últimos años de primaria hasta la secundaria tuve la fortuna de que la persona encargada del programa de lectura eligió, con cuidado y sabiamente, libros que eran muy atrayentes y acordes para cada edad, esto lo deduzco porque esa selección me ayudó a introducirme aún más profundamente a la lectura de lo que ya estaba; uno de esos libros que recomiendo ampliamente y quedó en mi corazón para siempre es «Momo» de Michael Ende.

     Hubo una etapa en que las novelas de Stephen King, Anne Rice, Agatha Christie también fueron para mí algo importante en ese momento puesto que, de alguna forma, me despertaban la inquietud de escribir, y claro, así como a muchas otras personas, libros como: «Oliver Twist», «Rayuela», «Moby Dick», «Cien años de soledad» (por mencionar sólo algunos), también han impactado en mi acercamiento y amor por la literatura.

16- ¿Cómo generaría lectores?
R= El año pasado, a consecuencia del ocio de la pandemia y buscando formas de aportar a pasar el trago amargo del confinamiento, comencé a grabarme recitando poemas, los comencé a compartir en mi red social y tuvieron un gran recibimiento, por lo cual creé un espacio llamado Miércoles de Poesía, en el cual cada miércoles subía un video recitando a grandes poetas y que luego también me atreví y aproveché para compartir mis propios textos. Después, con la intención de darle más formalidad a este espacio, lo mudé a su propia página en facebook que la llamé Voz en Verso, en la que siguen los Miércoles de Poesía, pero que también me daba la posibilidad de ampliar otras formas y proyectos que espero ir desarrollando próximamente. Aunque no fue el objetivo principal, creo y quiero pensar que ésta es una iniciativa que permite abrir camino a generar más personas lectoras sin importar que me lean a mí o a otros autores o autoras. La idea es acercar a las personas a la poesía y despertar la inquietud de leerla, sentirla y vivirla.

17- ¿Qué recomendaría a las personas que desean ser escritoras?
R= Hay veces que pensamos que para practicar cualquier tipo de expresión artística, debemos terminar siendo los mejores, excelentes y ese es un pensamiento que cohíbe mucho y nos detiene, inmoviliza. Empiecen sin tantas expectativas para que así logren comenzar, ya después se preocupan por pulirse y ser buenos escritores en forma, pero primero despejen el camino de dudas y miedos. Lean, escriban, hablen, nunca se olviden de hablar sobre lo que leen y escriben, es la mejor práctica, la mejor motivación.

18- ¿Proyectos futuros?
R= Dentro de Voz en Verso tengo proyectado crear un espacio para la difusión de poesía local y de poesía de autores y autoras que actualmente se encuentran activamente en sus procesos creativos. Esta idea me surgió al ver que varias personas comenzaron a contactarme para pedirme si podía leer y grabar alguno de sus textos; esta propuesta me pareció muy halagadora, pero principalmente muy interesante porque me estaban dando en las manos una manera más de hacer difusión cultural, de difundir lo que está surgiendo en nuestros tiempos y que está de más mencionar que es algo sumamente necesario.

     Otro proyecto en puerta es el de unir la poesía con el ejercicio psicoterapéutico mediante grupos y talleres en que se utilice, de forma estratégica y bien estructurada, bajo fundamentos psicológicos, la escritura como herramienta psicoterapéutica.

     Ya anteriormente, he tenido la oportunidad de realizar algo similar mediante talleres de Arte-Terapia, con lo cual también me gustaría continuar, ahora adaptada a esta nueva normalidad.

     Quiero terminar agradeciendo el interés por conocer un poco de mí y de lo que hago, y felicitar a este tipo de medios (15diario.com) que difunden, promueven y visibilizan la creatividad y talento que a veces no vemos, teniéndolo tan cerquita. Gracias.