GOMEZ12102020

AUTORES DE NUEVO LEÓN
Entrevista con Rodrigo Ramírez del Ángel
Eligio Coronado

Monterrey.- Rodrigo Ramírez del Ángel (Veracruz, 1985) es escritor.

     Ha publicado cuentos en Papeles de la Mancuspia, Espora y en el libro «Villa Diodati» (2020) compilado por Julián Herbert y Sylvia Georgina Estrada.

     En el 2015, obtuvo la beca del Programa de Estímulo a la Creación y el Desarrollo Artístico para novela.

     Fue miembro inicial del Colectivo OINK de Literatura Erótica fundado por el poeta José Eugenio Sánchez.

     Coescribió el cortometraje «Cómo hacer una nube», basado en un cuento de su autoría, el cual se estrenó en el 2018.

     Su primera novela «Dinero para cruzar el pueblo» obtuvo el Premio Nuevo León de Literatura 2020.

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1- ¿Cómo escribes?
R= De preferencia, en un silencio sepulcral, lo cual al vivir con tres perros y mi pareja y en medio de la ciudad, es difícil de lograr. Escribo, también, sentado, exclusivamente en computadora —el lápiz y el papel, aunque romántico, termina siendo una bola de garabatos inconexos—, frente a una ventana a la que muchas veces le bajo la persiana. Podría decir que en una especie de enclaustro autoimpuesto. Nunca es suficiente soledad para escribir.

2- ¿Por qué escribes?
R= Porque me gusta contar historias. Estoy seguro que hay un trasfondo psicológico y emocional que me ha llevado a sentir que escribir es una parte intrínseca de mi vida, ya que es algo que he hecho, de una manera u otra, prácticamente toda mi vida. A veces escribir me parece tan natural como respirar, o despertarme por la mañana o pasar una noche en vela. En otras ocasiones me parece la actividad más difícil del mundo, y son esos días, en los que no soy capaz de escribir una sola línea de texto decente, en los que me doy cuenta: en verdad que me gusta contar historias, porque si no, no tendría sentido esta tortura.

3- ¿Desde cuándo escribes?
R= Aunque en la niñez escribí un par de cuentos, en noviembre del año 2000, empecé mi primer blog cuando en el internet sólo existían menos de veinte blogs en español. Yo tenía catorce años y era un niño solitario, obsesionado con la música, que se la pasaba navegando en internet, y por alguna razón pensé que le sería interesante a alguien leer lo que se me ocurría en esa cabecita trastocada. Esto es algo que nos parece natural veintiún años después, con el advenimiento de las redes sociales y la sensación de que todos tenemos derecho a emitir juicios. Pero en aquel entonces la veintena de blogs eran escritos por adultos con conocimientos especializados. Por mi parte yo escribía de cómo me regañaba mi mamá. La idea me era tan natural que en ningún momento concebí la noción de que eran los albores de una carrera literaria. Simplemente escribía porque creé un lugar que me permitía hacerlo. Desde entonces no he parado.

4- ¿Para quién escribes?
R= Disfruto ser leído. Si no fuera el caso escribiría un diario privado. O sufriría de alguna neurosis tipo Kafka, y sería un sinsentido hacer este tipo de entrevistas. La dedicación vertida a mis textos es casi obsesiva, por lo que definitivamente deseo que sean leídos. Sin embargo, en el momento de creación y en el proceso creativo no tengo a ningún lector en mente porque en ese momento sólo me dedico al texto en cuestión, sin pensar quién podría ser lector.

5- ¿Sobre qué escribes?
R= Sobre personas y sus adicciones, defectos, soledades, dolores, traumas y dificultades para llevar una vida que ellos considerarían normal. Me interesa, por poner el ejemplo de las adicciones, ver al personaje y a la persona como una madeja de estambre, en la que la bola es la personalidad total y compleja, y así comenzar a deshilacharla y mostrar hebra por hebra cómo se va construyendo una personalidad adictiva. Soy un obsesivo del pasado y sus efectos en el presente de las personas. Escribo sobre la alienación de las personas en una sociedad que a veces me parece tan extranjera en sus formas y costumbres. Me parece que estoy viendo al mundo desde el otro lado de un aparador, incapaz de introducirme a él. Así concibo a mis personajes y sobre ellos escribo: los enajenados, sobre los que no pertenecen, los sin lugar.

6- ¿Qué es para ti la literatura?
R= Es una forma de saber que nunca estaré solo. Que alguien en el siglo XIX pensó una historia en la que un protagonista tuviera un dilema moral tan fuerte como con los que nos encontramos en el siglo XXI. Es una manera de saber que el dolor y la búsqueda del amor que una mujer japonesa en 1980 sufre, puede ser el mismo que yo sufro. Que la desesperación de un padre por salvar la vida de su hijo en un mundo postapocalíptico donde hordas de caníbales rondan por las carreteras es la misma que la que cualquier padre en este planeta al ver la desolación y sufrimiento puede sentir por su hijo.

7- ¿Qué opinas de tu propia obra?
R= Desde que decidí que quería dedicarme a las letras, he batallado por aceptar cuál es mi estilo, digamos, natural, contrapuesto a cuál es el estilo que yo pensaba que debía tener. Con los años he aprendido a aceptar que mi literatura es íntima, psicológica, y hasta mundana. Creo que es perfectible y estoy seguro que me encuentro lejos del alcance que otros grandes escritores que tanto admiro tienen con su obra. Yo me concentro en lo pequeño, en lo ínfimo de la personalidad.

8- ¿Cuándo está listo un texto?
R= La dificultad está en saber cuál es ese momento ya que varía de texto en texto. Puede haber algunos que lleven más de cinco años de trabajo y aún no pasen ese punto y hay otros que con unos cuantos días de trabajo están en ese momento. Pero si uno no aprende a desprenderse, no habría momento para publicar, dejar ir y hacer que otros creen, de tus textos, su propia lectura.

9- ¿Qué opinas del nivel de nuestra literatura nuevoleonesa?
R= Mi formación literaria se dio en esta ciudad y he conocido y leído grandes escritores que a su vez me han formado como el escritor que soy. Creo que pese a que la ciudad como institución pública pareciera enajenada en deshacer cualquier intento de cultura, hay escritores y artistas que luchan contra el cemento y los rascacielos por espacios para expresarse. Si hago la comparación con mi natal Veracruz, encuentro que el nivel de Monterrey en cuestión de apoyos y volumen de creación es sustancial. Sin embargo permanece la sensación de que se es escritor muy a pesar de los intentos de la ciudad porque no lo seas.

10- ¿Vives de la literatura?
R= No, y cada día me resigno más a que la posibilidad de que eso suceda es muy poca. Y aunque en realidad existe un déficit de lectura en el país, que en sí es un mal estructural en nuestra educación y cultura, evito caer en un papel de autoconmiseración, ya que también entiendo que esta carencia es bidireccional: como escritores hemos carecido de capacidad de adaptación, de entendernos en este país o realidad.

11- ¿Para qué le sirven los escritores a la sociedad?
R= Básicamente, para contar historias. Lo importante para la sociedad son esas historias que sirven para ejemplificar el sentimiento de una generación, individuo o de un momento determinado. Esas historias acompañan a los lectores, les reafirman que no están solos. Generamos un registro histórico pero no de datos si no de qué se siente estar vivos en una época determinada.

12- ¿Quiénes escriben mejor: los hombres o las mujeres?
R= No lo sé. Lo que sí puedo responder es que, con mucha intención, he tratado de leer a muchas más mujeres en los últimos años. Creo que ello es un ejercicio valiosísimo y que más lectores deberían replicar, en primer lugar para darles la visibilidad y el espacio que se merecen que se han ganado a pulso. En segundo, que pese a que estoy cien por ciento seguro que no hay diferencia intrínseca entre la capacidad literaria de ambos géneros, sí puede, por los factores estructurales y coyunturales, haber una sensibilidad diferente y, como lector y autor, percibir esas diferentes perspectivas me ha hecho descubrir otras sensibilidades. Algunas más afines a mí de lo que creía.

13- ¿El gobierno o Conarte te han apoyado alguna vez?
R= He tenido la suerte de recibir la beca del PECDA para Jóvenes Creadores 2015 y ganar el Premio Nuevo León de Literatura 2020.

14- ¿Autores favoritos?
R= No suelo tener autores favoritos como tal, prefiero centrarme en obras individuales, pero sin duda he leído más obras de unos que de otros. Entre ellos están Raymond Carver, Amelie Nothomb, Banana Yashimoto, Patrick Modiano, Antonio Ortuño, Etgar Keret y Roberto Bolaño, entre otros.

15- ¿Libros que te hayan impactado?
R= Muchos, y en diferentes etapas. En mi juventud, «Pedro Páramo» y «Ficciones» fueron dos obras que me abrieron los ojos y me atrajeron a lo que es la literatura. Recuerdo, también, esforzarme por contener las lágrimas en «Balún Canán» de Rosario Castellanos. Recientemente leí «El mar» de John Banville y su capacidad de intimidad y nostalgia me dejó pasmado. También, en los últimos meses he leído a dos autoras mexicanas que me han dejado un sabor de boca muy positivo: «Época de cerezos» de Laura Baeza y «Esto no es una canción de amor» de Abril Posas.

16- ¿Cómo generarías lectores?
R= No lo sé. Lo que sí estoy muy seguro es cómo no se generan: las grandes obras literarias, usualmente, se caracterizan por la profundidad y complejidad. A su vez, generalmente, suelen ser las más famosas. Para un lector novel, que apenas está acercándose a la literatura, obligarlo a leer una obra como «Cien años de soledad», o «Por quién doblan las campanas», es un golpe muy fuerte. Creo que hay excelente literatura que puede funcionar como entrada al ejercicio lector. Porque hay que recordar eso: para leer no sólo hace falta la voluntad, si no la práctica. Leer es un músculo y como tal no puede, de la nada, levantar al Quijote.

17- ¿Qué recomendarías a las personas que desean ser escritoras?
R= Que escriban. Aunque suena burdo, es a veces la parte más difícil. Poder pasar de la idea de la cabeza al papel es un proceso que a veces es tan complejo que muchas personas se quedan atoradas ahí. Escribir, y escribir más siempre será el primer y más importante paso. Leer más porque nunca es suficiente, pero también aprender a leer mejor, de manera análitica, como estudio. De ahí, recomiendo acercarse a grupos de talleres literarios. Y por último, pero no menos importante: dejar el ego.

18- ¿Proyectos futuros?
R= Siempre. He estado trabajando en un libro de cuentos, corrigiendo una novela que escribí hace unos años e ideando otras que podrían ser hermanas espirituales de mi novela «Dinero para cruzar el pueblo». En los procesos literarios es difícil mantener un orden de cuál es el siguiente proyecto ya que hay demasiadas variables a considerar. Pero siempre trato de estar produciendo, de alguna forma u otra.