Monterrey.- Alejandra Romo Reynoso (Monterrey, N.L.) es escritora, fotógrafa, gestora cultural, tallerista, comunicóloga de profesión y docente por vocación.
Fundadora y directora general de Nanaj (colectivo de artistas) desde 2014.
Cofundadora de Áurea Photostudio C&R (estudio fotográfico) desde 2019.
Tiene estudios en diferentes instituciones como Marco, CEIIDA (Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de las Artes de la UANL), Conarte, Editorial Trillas y Fundación Axtel.
Tiene una amplia experiencia en el campo educativo en las áreas de preescolar, secundaria y a nivel Licenciatura en la docencia.
Ha participado como tallerista en el evento de “Jornadas Académicas” del Centro de Estudios Superiores La Salle del Instituto Regiomontano en 2010, 2012, 2015, 2016, 2017 y 2018.
En 2019 en la Secundaria No. 11 Dr. Jaime Torres Bodet.
En 2020 en el Instituto de Estudios Superiores INTERLINE.
Fue mediadora en el evento Puertas Abiertas a la Educación en 2007, organizado por el departamento de Educación del museo MARCO.
Desde el 2020 se unió al Podcast “Desde la Estación” con su cápsula “El lente del arte”.
Ha participado en exposiciones fotográficas colectivas en diversas instituciones como la librería Fray Servando Teresa de Mier del Fondo de Cultura Económica y el Instituto Cultural para Adultos del Instituto Mater Sagrado Corazón.
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1- ¿Cómo escribe?
R= Mi proceso creativo comienza con una idea o cuestionamiento. Tengo una libreta donde voy apuntado, después comienzo una investigación sobre lo que voy a desarrollar. Siempre hago una pauta por escrito de todo lo que necesito previo a escribir, escribo algunos de las oraciones o párrafos por escrito y después comienzo a digitalizar. Preparo mi lugar de trabajo (con mis anotaciones, mi libreta, prendo una vela o un difusor, pongo una playlist con música).
2- ¿Por qué escribe?
R= Porque es una forma de expresar mis pensamientos, sentimientos e ideas, es una forma de contextualizar lo que surgen en mi cabeza sobre los cuestionamientos del día a día, o sobre los temas que me gustan como, por ejemplo, el arte en general, la gestión cultural o la educación artística, por mencionar algunos.
3- ¿Desde cuándo escribe?
R= Comencé a escribir de manera más constante en la preparatoria, poesía principalmente, y después en la universidad guiones.
4- ¿Para quién escribe?
R= Creo que de primer momento escribimos para tratar de explicar o resolver algún problema o cuestionamiento propio y en el camino nuestro texto va siendo apropiado por cada uno de los lectores desde sus perspectivas y cuestionamientos.
5- ¿Sobre qué escribe?
R= Principalmente sobre cuestiones relacionadas al arte, la educación, la cultura y el emprendimiento y, en un contexto aparte, estoy escribiendo una novela contemporánea.
6- ¿Qué es para usted la literatura?
R= Para mí la literatura es la llave a un mundo mágico que nos presenta un universo de posibilidades infinitas, nos lleva a conocer culturas, puntos de vista, historias, nos ayuda a tener una mente más abierta, enriquece nuestro vocabulario, nos hace pensar y reflexionar sobre lo que pasa día a día.
Definitivamente concuerdo con Mario Vargas Llosa cuando dice que aprender a leer es “la cosa más grande que le ha pasado”. Para mí la literatura forma parte de mi vida desde hace mucho tiempo: de pequeña con los cuentos que me leían y que yo iba memorizando; ahora en el confinamiento he tenido la oportunidad de poder leer más, de conocer nuevos autores, nuevos géneros también.
Durante el confinamiento y en el marco del Día Mundial del Libro, escuchando una entrevista que le hicieron a Joaquín Sabina, dijo algo que es muy cierto: “Hace muchísimos años que yo no estoy solo desde que aprendí a leer", quienes gozamos la literatura y tenemos el hábito de la lectura.
Como dijo alguna vez Borges: “Siempre imaginé el paraíso como una especie de biblioteca”.
7- ¿Qué opina de su propia obra?
R= Que han ido madurando, mis primeros escritos no se parecen mucho a los actuales. Los primero años era más constante en mi escritura, hacía menos correcciones. Ahora mi proceso creativo es muy diferente, considero que es más consciente y eso ha hecho que mis escritos sean más reflexivos, lo que me ha hecho navegar a otros géneros diferentes a la poesía.
8- ¿Cuándo está listo un texto?
R= Creo que un texto nunca está del todo listo, o al menos a mí me pasa que releo escritos y siempre comienzo a pensar: “¿Qué hubiera pasado si lo hubiera escrito distinto?, y empiezo a hacer versiones diferentes al original.
9- ¿Qué opina del nivel de nuestra literatura nuevoleonesa?
R= Existe mucho talento. Creo que desde hace algunos años se ha hecho más presente el círculo de escritores regiomontanos. También creo que falta aún mucho por hacer para que más gente pueda conocerlos. En lo personal, en NANAJ hace ya casi 8 años estamos comprometidos a dar un espacio a los nuevos autores a través de los eventos que hacemos para acercarlos a nuevos lectores.
10- ¿Vive de la literatura?
R= No.
11- ¿Para qué le sirven los escritores a la sociedad?
R= Para contar historias, para dar voz a los que no son escuchados, para crear y trasportarnos a mundos llenos de magia, para crear personajes e historias memorables.
12- ¿Quiénes escriben mejor: los hombres o las mujeres?
R= Creo que no es quien escriba mejor, es más bien en qué momento se encuentra el lector que se identifica en particular con algún escritor o algún tipo de historias o géneros. En lo personal, en esta etapa del confinamiento he leído a más mujeres, por ejemplo a Isabel Allende y Rosa Montero.
13- ¿El gobierno o Conarte le han apoyado alguna vez?
R= No.
14- ¿Autores favoritos?
R= Isabel Allende, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Ángeles Mastretta, Mónica Lavín, Juan Villoro, Juana Inés Dehesa, Marc Levy, Rosa Montero, Benito Taibo, Alice Munro, Haruki Murakami, David Foenkinos, Vanessa Montfort, Zoé Valdés, Catalina Aguila Mastretta, Nicolás Barreau, Mathias Malzieu, Elizabeth Gilbert.
15- ¿Libros que le hayan impactado?
R= «La casa de los espíritus» y «Mujeres del alma mía» de Isabel Allende.
«El amor en los tiempos del cólera» de Gabriel García Márquez.
«Mal de amores », «Arráncame la vida» y «Ninguna eternidad como la mía» de Ángeles Mastretta.
«Medio siglo con Borges» de Mario Vargas Llosa.
«La ridícula idea de no volver a verte» de Rosa Montero.
16- ¿Cómo generaría lectores?
R= A través de eventos donde pueda haber un diálogo directo con el escritor desde una charla o una lectura, algún taller, ser de alguna manera cercano al lector, tener un diálogo con él.
17- ¿Qué recomendaría a las personas que desean ser escritoras?
R= Que lean mucho, que siempre carguen un libro y una libreta, que vayan creando su estilo propio, que compartan sus escritos con la gente que los rodea, que su escritura sea constante, que encuentren su proceso creativo y que lo disfruten, como alguna vez dijo Elliot W. Eisner: “El proceso creativo es a veces más enriquecedor que la obra ya terminada”.
18- ¿Proyectos futuros?
R= Estoy escribiendo algo sobre emprendimiento cultural y una novela.
Monterrey.- La mañana del jueves 16 de septiembre de 1897 en la Alameda Central de la Ciudad de México, un sujeto con aspecto de “teporocho” burló la seguridad presidencial y golpeó en la nuca a don Porfirio Díaz, sin lograr derribarlo, digamos que le dio un coscorrón.
Don Porfirio tenía 67 años y era un hombre muy fuerte, así que el golpe solamente le tumbó el bicornio de su uniforme de Generalísimo. El autor del “atentado” se llamaba Arnulfo Arroyo. El comodoro Ángel Ortiz Monasterio golpeó con su bastón al agresor rompiéndoselo en la espalda, en seguida el General Pradillo se echó encima de Arroyo perdiendo la manga de su uniforme a manos del agresor que finalmente fue sometido a golpes tipo “pamba loca” propinada por todos los acompañantes de don Porfirio que agritos ordenó ¡Denle garantías! Arroyo fue conducido al Palacio Nacional en calidad de detenido y se le encontraron en los bolsillos las armas que portaba: dos boletas de empeño, una por un puñal y otra por una pistola. La prensa y la opinión pública condenaron el “atentado” y algunos hablaban de un “complot” para asesinar al presidente que ese día era vitoreado en todos los eventos a los que asistió.
Al atardecer del mismo día, el Inspector General de Policía, Eduardo Velázquez ordenó poner camisa de fuerza al reo mientras él se iba a cenar. A las 12 de la noche, cinco tipos embozados y con zarapes entraron a la celda de Arroyo y al grito de ¡Viva Porfirio Díaz! le dieron muerte a puñaladas; antes el policía Bartolo Franco, custodio de Arroyo, había recibido la orden de su jefe Miguel Cabrera de que se retirara. La explicación oficial fue en el sentido de que el pueblo indignado se había hecho justicia por su propia mano. ¡Nadie lo creyó!
Los asesinos habían sido policías disfrazados que luego de cometer el crimen, regresaron uniformados para detener a “los culpables”: Abel Torres, un cochero que demostró que estaba trabajando lejos del lugar a la hora del crimen; Manuel Maya, un turista español que tomaba café en los portales del Zócalo, y Santiago Ordóñez, un paisano que se le ocurrió preguntar a los gendarmes que era lo que pasaba.
La prensa informó “matan al hombre que cometió el horrible y criminal atentado contra el señor presidente.” A las 10 de la mañana del 17 de septiembre el General Francisco Z. Mena, Ministro de Comunicaciones se hizo acompañar de José Ives Limantour (Secretario de Hacienda y Crédito Público) a Chapultepec para ver al presidente y pedirle que atraparan a los verdaderos asesinos, para así acallar a la opinión pública.
Esa misma tarde se puso en prisión al Jefe de la Policía, Eduardo Velázquez y a los oficiales de policía Villavicencio y Cabrera, mientras se realizaban las investigaciones. Al día siguiente se encontró a los verdaderos asesinos materiales que confesaron haber recibido instrucciones de Velázquez, Villavicencio y Cabrera mientras cenaban en “La Concordia”.
Se supo también que Arroyo había sido compañero de Velázquez en el Colegio Militar, pero se había vuelto alcohólico y servía como intendente en la “casa chica” de Velázquez, quien una semana más tarde se suicidó dándose un balazo con una pistola Rémington que nunca se supo cómo llegaría a su celda, aunque se especuló que fue introducida en la comida. Dejó un recado en el que aceptaba su culpa, pero señaló “obré sugestionado por todos aquellos a quienes ante usted he desenmascarado sin piedad y sin remordimientos… No es un criminal ni un desequilibrado el que muere; es un hombre y un patriota, un fanático por el gobierno y por el General Porfirio Díaz.”
En 1901 uno de los hijos de Arnulfo Arroyo narró en un folleto su versión, en el sentido de que en una cantina llamada “La Campana” varios bebedores, entre ellos su padre, (que habría empeñado un puñal y una pistola y traía dinero para la juerga) se enfrascaron en una discusión sobre el presidente; fue entonces que su padre, al “punto pedo” gritó que si a él le daba su gana le ponía una cachetada a don Porfirio. Se cruzaron apuestas y al día siguiente ocurrió lo que ocurrió.” Esta versión tampoco fue aceptada por la opinión pública.
Usted tiene derecho a formular su propia versión ¡Atentado o Puntada de borrachera! Hay se la dejo.
El evento inspiró la novela Expediente del atentado de Álvaro Uribe en 2008, misma que fue adaptada al cine en 2010 con el nombre El atentado por el director Jorge Fons.