GOMEZ12102020

AUTORES DE NUEVO LEÓN
Entrevista con Carlos Aldamas
Eligio Coronado

Monterrey.- Carlos Aldamas (@dimefake) (Monterrey, N.L., 1985).

Cursa estudios de Medicina, Diseño Industrial y Administración de Negocios.

A los diecinueve años escribe su primer libro, inédito, asesorado por la escritora Dulce María González.

Participa en un certamen de Literatura Joven y pierde.

Durante el boom de las bitácoras electrónicas crea dos sitios blog en línea (2005-2013) donde publica crítica de cine, ficción y poesía. Este medio, así como Twitter, le sirve para relacionarse con autores y estudiosos de la lengua como Magda Díaz y Morales, David Miklos, Alberto Chimal, Guillermo Arriaga, Óscar David López, etc., así como editores de la extinta revista Cinemanía.

Durante un lapso de tiempo abandona la creación literaria para ejercer su profesión. Posteriormente retoma talleres, cursos y diplomados de narrativa en Casa Universitaria del Libro, Casa de la Cultura de Nuevo León y Escuela Adolfo Prieto.

Escribe bajo seudónimo o sin crédito, por voluntad propia, para el sitio FilmAffinity, el fanzine Punkroutine y la revista proyecto Lagarto. Últimamente, cuando la pandemia lo permite, se le puede ver en la Cineteca, solo, viendo esas películas que a casi nadie le interesa ver o escribiendo en las notas de su celular durante sus interminables viajes en metro.

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1- ¿Cómo escribes?
R= Esa pregunta no me la había formulado hasta 2019 cuando tomé un taller de narrativa llamado “Dónde me siento cuando tengo que sentarme a escribir”. Me di cuenta que escribo acostado, por las noches o madrugadas, y en los llamados tiempos muertos durante el traslado de casa al trabajo en Notas del celular, recordando cosas o inventando historias. Así escribo, de corrido, casi siempre en bloques, sin poder poner punto y aparte, para cortar el flujo de ideas.

2- ¿Por qué escribes?
R= Porque para mí es más sencillo expresarme de esa manera. Soy de esas personas que se les dificulta comunicar sus ideas de forma oral. Siento que no me sé explicar, o me inhibo, y hay que poner pause y darme reset cuando hablo: me quedo como las computadoras, en modo suspendido. En cambio al escribir, es como si alguien más llevara el hilo y aunque al inicio, en ocasiones, no sepa a dónde me conduce entre tanta vuelta y vuelta, sé que jamás me perderé, hallaré la salida al concluir y habré formado la madeja.

3- ¿Desde cuándo escribes?
R= Desde niño, cuando estaba en la primaria, creo, cuando de tarea la maestra nos encargó escribir una pieza de teatro y me di cuenta que, mientras yo leía, los otros niños iban reaccionando a mi texto; al final me aplaudieron, y eso me hizo sentir pena, pero al mismo tiempo me sentí bien.

4- ¿Para quién escribes?
R= Para mí, cuando escribo es algo así como escuchar mi propia voz en eco, como una reafirmación de la existencia. Escribo para quienes estén interesados en escuchar ese eco, para ellos también.

5- ¿Sobre qué escribes?
R= Sobre Carlos.

6- ¿Qué es para ti la literatura?
R= Aprendizaje y refugio, desde siempre. Leer un libro permite blindar el cuarto donde te encuentras y resguardarte de la zona de guerra, pero sin desentenderte de ella. Es como Bastián, el niño que leía la «Historia sin Fin» en el ático de su escuela. El proceso de creación literaria, en cambio, es como entrar en trance, como si un espíritu usurpara tu voluntad: es almorzar, comer, dormir y soñar con lo que estás escribiendo y no salir del trance hasta poner el punto final.

7- ¿Qué opinas de tu propia obra?
R= Es mi doble, pero no mi proyección: es algo así como acudir a la autopsia de Carlos, que le es practicada aun cuando presenta signos vitales. Carlos sabe que estamos viendo cómo lo abren y le extirpan órganos. Sabe que luego vendrá su velación y después se nos va a aparecer, en algún momento, como fantasma. Carlos lo sabe y Carlos lo escribe.

8- ¿Cuándo está listo un texto?
R= Para el que escribe, creo que jamás: ahí está «Salón de Belleza» de Mario Bellatín, que de vez en cuando revisa y lanza una nueva edición. Yo creo que corresponde a otros (editores, quizá) decir cuándo. O, bueno, tal vez un texto es como un platillo y está listo cuando un comensal lo degusta (el lector da completitud al texto a través de las conjeturas que se forma durante o al término de su lectura).

9- ¿Qué opinas del nivel de nuestra literatura nuevoleonesa?
R= He tenido la oportunidad de leer de todo. Por curiosidad. Porque son coetáneos y coterráneos. No todo es lo que parece. Me gusta mucho leer a los premiados para revisar cuáles son los méritos que, quienes hayan dictaminado, le vieron a su obra. Decepciona, algunas veces. En cambio, hay otros “no premiados” cuyo nivel es increíble. En cuanto a nombres: Joaquín Hurtado, consagrado, por ejemplo deja el alma en lo que hace sin desestimar la razón: no le pide nada a nadie; Toscana y su «Último Lector», es increíble. Más cercanos, cronológicamente, están «El Uranista» de Luis Panini; «Los Arcoíris Negros» de Sergio Perez Torres, es libro de premio. Alma Vigil es una cronista impecable y escribe ficción desenfadada como nadie. Espero la publicación de sus libros con ansias. Es muy disparejo el nivel. No entiendo muchas cosas del mundo literario, honestamente.

10- ¿Vives de la literatura?
R= Nunca. No sé si alguien viva de la literatura. Posiblemente los que escriben para Netflix o los que tienen algún texto que ha sido llevado al cine o tv o a alguna otra plataforma. Los community manager también viven de escribir, pero es distinto. Conozco autores de mi generación y la gran mayoría, si no es que todos, tienen una profesión que les da para los recibos y las deudas; la creación literaria, por otra parte, no es su pasatiempo o algo accesorio, sino su verdadera vocación.

11- ¿Para qué le sirven los escritores a la sociedad?
R= Para provocar, para hacerla reaccionar. Si es posible, incomodarla al poner el dedo en la llaga. O esa idea de que desde la palabra escrita (ya sea incluso desde un tuit o un estado en facebook) se puede hacer cimbrar lo que parecía ser inmóvil.

12- ¿Quiénes escriben mejor: los hombres o las mujeres?
R= Hay escritores y nada más: malos y buenos, autodidactas o con múltiples títulos universitarios, sin género ni identidad.

13- ¿El gobierno o Conarte te han apoyado alguna vez?
R= No, hasta ahora, pero tampoco es que haya solicitado apoyo. Eso sí, he acudido a cuánto curso, diplomado, taller, mesa redonda, encuentro, conferencia he podido desde la adolescencia. Y la vida, sin querer, me ha llevado a rodearme de mentores que en su momento desconocía que esa era su función. Últimamente, durante la contingencia, todo ha sido vía zoom o google meet.

14- ¿Autores favoritos?
R= Por orden de aparición: Hans Christian Andersen, Poe, Carlos Fuentes, James Joyce, Rimbaud, Borges, García Ponce, Cabrera Infante (en su faceta de crítico de Cine), Cortázar, Truman Capote, Carver, Saramago, Elena Garro, Amparo Dávila.
Vigentes, o vivos: Woody Allen, Joyce Carol Oates, Stephen King, Joaquín Hurtado, Luis Panini, Elfriede Jelinek, Fernanda Ampuero, Mariana Enríquez y Fernanda Melchor.

15- ¿Libros que te hayan impactado?
R= En orden cronológico: «Alicia en el país de las maravillas», «Metamorfosis» de Kafka, «Aura» de Carlos Fuentes, «El libro vacío» de Josefina Vicens. Los cuentos de Amparo Dávila y algunos de Cortázar. Todo de Borges: “Las ruinas circulares”. Todo de Joaquín Hurtado. Pero en realidad a mí el Cine, o descubrir la literatura como ingrediente esencial del Cine, fue un evento sublime: ver la literatura cobrando vida en el Cine de Bergman, Fellini, Robert Altman, Hitchcock, El Indio Fernández o Roberto Gavaldón, Buñuel, Kubrick, David Lynch, Polanski, Ozon, Almodóvar, Haneke… con cada descubrimiento ha sido, y es, acariciar el cielo nocturno lleno de constelaciones con las puntas de los dedos.

16- ¿Cómo generarías lectores?
R= No es mi finalidad, quien me quiera leer bien y quien no, pues existe Twitter o Instagram con muchas cuentas de reflexiones que dicen que alguien dijo y en realidad no las dijo. Eso me da mucha risa. Porque a fin de cuentas eso es escribir ficción, leerla. Es increíble la cantidad de cosas tan inteligentes que dijeron Frida Kahlo o Jenni Rivera. Ni a Bukowski, Woolf, Sartre o Saramago se les hubieran ocurrido. Todo es válido al momento de escribir.

17- ¿Qué recomendarías a las personas que desean ser escritoras?
R= Que todo lo que se les ocurra o sientan la necesidad de escribirlo, al punto de que les dé cosquilleo en las manos o comezón en la cabeza, lo escriban. A mí me ha pasado que sueño y despierto de ese sueño, que era ya una pesadilla, y para no olvidarlo se lo cuento a algún amigo en whatsapp y de ahí nace un texto pequeño o largo dependiendo de lo que logre recordar. Creo que Frankestein nació de un sueño de Mary Shelley. Quién dice que de uno de mis sueños no nacerá un nuevo monstruo.

18- ¿Proyectos futuros?
R= Revisar textos abandonados a su suerte debajo del colchón de mi cama, darles orden, también a todas las Notas acumuladas en mi celular. Quién sabe, ver si hay algún taller de narrativa o poesía o algo así para poner a trabajar la mente y entretener así un poco mis ataques de ansiedad.