Monterrey.- Imagine que un automovilista a cierta distancia de usted de repente acciona el claxon de su auto en forma continua. El sonido que usted percibe se escucha diferente cuando el auto está inmóvil que cuando se acerca o aleja. Sabemos que el sonido se transmite por ondas y éstas se “amontonan” cuando la fuente que las genera se acerca, es decir, la frecuencia aumenta y entonces se escucha cada vez más agudo. En cambio si el auto se aleja de usted, las ondas se “estiran”, la frecuencia disminuye y el sonido se escucha con un tono más grave. Al fenómeno anterior se le llama Efecto Doppler, en honor al físico matemático austriaco Christian Doppler.
Estimado lector, ahora pensemos en lo siguiente: La luz, es una onda electromagnética cuyo espectro visible va del rojo (ondas de menor frecuencia o mayor longitud) al violeta (ondas de mayor frecuencia o menor longitud). Entonces, si una galaxia o una estrella se acercaran a nosotros, la frecuencia de la luz emitida, aumentaría. En cambio si se aleja, su frecuencia disminuye, y como en el espectro visible, el rojo es el color de menos frecuencia, si una Galaxia se aleja, su espectro se correría hacia el rojo, menor frecuencia.
Pues bien, ¡Ahí le va eso!, en la primera mitad del siglo pasado, el astrónomo norteamericano Edwin Hubble observó que las Galaxias de nuestro universo se alejaban de nosotros, es decir, había una especie de Efecto Doppler, ¡un corrimiento hacia el rojo! y mientras más lejanas están, mayor es el corrimiento hacia el rojo, es decir se alejan a mayor velocidad. Hubble no calculó por sí solo el corrimiento hacia el rojo, se apoyó en los cálculos del físico Howard Robertson. Hubble publicó en 1929 que había una relación lineal entre las velocidades y las distancias de las galaxias.
Los matemáticos lo expresan así ( v∝D). Lo que nos lleva a la Ley de Hubble que se expresa matemáticamente con esta sencilla ecuación v = H0D, donde v es la velocidad H0 es una constante, llamada, constante de Hubble y D es la distancia. La ley de Hubble debería llamarse Ley de Robertson-Hubble, en justicia a las matemáticas de Howard Robertson, en las que Hubble se basó, sin embargo, este físico-matemático de Princeton nunca protestó, dice Brian L. Silver, autor de “El ascenso de la ciencia”, en son de broma: -Tal vez Robertson sabía que Hubble era bueno para boxear.
No solo a Robertson, se le ha quitado mérito para dárselo a Hubble. George Lemaitre, sacerdote y físico matemático belga, siguiendo a Einstein y a Eddington, propuso, antes que Hubble, que el universo habría tenido un origen en una esfera o átomo primigenio y hubo un instante en que este átomo comenzó a expandirse.
A pesar de ser asesor del papa Pío XII, Lemaitre siempre mantuvo una separación entre ciencia y religión. Cuando Pío XII trató de que Lemaitre expusiera la idea de la creación del universo en un intervalo de 10-35 segundos de los siete días de la creación, aprovechando su modelo de un inicio en un “átomo primigenio”, hoy se conoce como singularidad, Lemaitre se negó a hacerlo, argumentó, aún en contra del Papa, que era importante mantener una separación entre las ideas científicas y las creencias religiosas sobre la creación.
Campos muy distintos: Lo que se cree y lo que se sabe -decía la maestra Julia Colunga, mi querida maestra de la Normal Miguel F. Martínez.