PEREZ17102022

Bloqueos y más bloqueos
Carlos M. López Hernández

Monterrey.- Ante algunos problemas, como el servicio de agua o energía eléctrica, se han presentado varios bloqueos de avenidas importantes en el estado de Nuevo León.

Una medida de protesta que genera un debate serio. Por una parte, muestra el desconocimiento institucional de los ciudadanos, ya que no se toma en cuenta cuál es la manera correcta de proceder ante este tipo de problemas. Por otra, es el segundo año consecutivo que se presentan bloqueos en la ciudad por la misma causa del año pasado.

Estas dos cuestiones hacen suponer que, ante el próximo problema en la entidad, habría que esperar que se presenten más bloqueos. Como de hecho ya se han presentado durante el año. Por ejemplo, en febrero, varias personas bloquearon la Avenida Miguel Alemán, en el municipio Guadalupe, en protesta por la construcción de las líneas 5 y 6 del metro.

Ciertamente, Nuevo León no es una entidad que se caracterice por una alta participación ciudadana, o por tener una cultura política que permita generar interés, es decir, que el gobierno voltee a ver a los ciudadanos y sus demandas como algo serio.

Sin embargo, algunos ciudadanos han empezado a observar que bloquear avenidas de la ciudad, provoca que las autoridades den prioridad a sus demandas y los atiendan en el momento. Así ocurrió semanas atrás cuando bloquearon la Avenida Eugenio Garza Sada, la cual no liberarían hasta no llegar una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con un transformador, necesario para reestablecer la energía eléctrica.

Por esta parte, algunos han legitimado este tipo de acciones, ya que la actividad ciudadana ha crecido, con el fin de hacer valer sus demandas. Simplemente, el año pasado, en la misma Avenida Garza Sada, y en el mismo lugar, se bloqueó hasta no llegar una pipa con agua limpia, ante la falta de suministro del vital líquido.

No obstante, este tipo de actividad ciudadana, es decir, bloquear avenidas, es un mal precedente, ya que solo denota la falta de cultura política en la entidad.

Bloquear avenidas con el fin de obtener algo en particular, en el fondo es un chantaje, y esto es un delito. Por tanto, no es válido justificar este tipo de acciones, las cuales también dañan a otros ciudadanos.

Una participación ciudadana responsable debe hallar espacios estratégicos para realizar protestas. Informarse bien sobre quiénes son las autoridades responsables, para dirigirse a ellos y plantear sus demandas. También debe existir orden y comunicación entre los mismos ciudadanos, para realizar acuerdos que beneficien a los más que se pueda.

Por último, no ser indiferente de los problemas social-políticos de la entidad, así como fomentar el deber cívico de informarse de manera adecuada en cada jornada electoral, y por ende, elegir bien a sus representantes políticos, tras razonar su voto de manera efectiva.

De otra forma, cualquier otro problema provocará la misma reacción: bloqueos y más bloqueos. Por ejemplo, actualmente hay un serio problema con Semefo, pues se ha visto superado, al grado de entregar cuerpos, a los familiares, en estado de putrefacción. Esto, según se afirma, por la ola de calor que se presentó, la cual registró una cifra grande en decesos por golpe de calor, pero que el gobierno local está en negación.