PEREZ17102022

Candidatos del presidente, no de Claudia
Ernesto Hernández Norzagaray 

Mazatlán.- Los candidatos de Morena y sus aliados al Congreso de la Unión los decide el presidente López Obrador. Y es resultado de una mezcla de simpatía, rentabilidad y lealtad al proyecto de la 4T a toda prueba.

Ergo, la candidata oficialista puede intentar influir en el ánimo del presidente, ofreciéndole fichas que en su perspectiva e interés reúnen esos requisitos, sujetos al buen juicio del presidente; sin embargo, la última palabra está claramente acotada a lo que este decide.

Igual los gobernadores, hacen su esfuerzo para que su propuesta de fórmula al Senado empate con la del presidente, sin embargo, ocurre lo mismo, la última palabra está claramente acotada a lo que este decide.

Incluso, como lo vimos en Sinaloa, puede ser una mala decisión tratar de influir, pues su candidato para encabezar la fórmula senatorial fue rechazado y Enrique Inzunza, el todavía secretario de Gobierno, pasó a la segunda posición.

O sea, Imelda Castro tiene asegurado su pase al Senado, aun si no hace campaña, porque lo peor que le puede suceder a la coalición “Juntos hacemos historia” es que la fórmula de mayoría no la gane su partido y obtenga la senaduría de primera minoría (que me disculpen los dirigentes del partido Movimiento Ciudadano, pero no veo cómo puedan meterse a la pelea por cualquiera de las posiciones en juego).

Y eso que Imelda Castro está lejos de haber destacado como senadora y defensora de los intereses de los sinaloenses. Su paso por el Senado ha sido gris, como uno de estos días invernales, lo que demuestra aquello de que “lo que natura no da, Salamanca no otorga”.

Eso sí, conoce el tejemaneje de la grilla y ha sido exitosa, como lo demuestra que se metió en la lista del presidente López Obrador, provocando seguramente la molestia del gobernador Rocha Moya, que no la tenía en sus planes sucesorios.

Pero así es la política de empujones, y ahora la guasavense se perfila desde esa grisura a seguir haciendo lo mismo para en 2027 levantar la mano y jugar por la gubernatura del estado que la vio nacer.

Recordemos, los tiempos de hoy no son de los talentos políticos, sino el de los advenedizos, grillos y toda esa fauna que está alcanzado las posiciones en las instituciones del Estado mexicano.

Y en el caso de los seis de los siete candidatos a los distritos electorales, es más de los mismo, cuatro de ellos y ellas son reciclados, Graciela Domínguez, la exdiputada local y actualmente secretaria de Educación, sorprendentemente va por el distrito 1, pero no va por Morena, sino por el Partido Verde; es decir, se le pone la casaca verde para mostrar una pluralidad falsa en la coalición (o interesada, ya veremos). Y eso, sin contar su desempeño en el ámbito de la educación pública del estado, donde su paso se recordará más por las descortesías y molestias que le provocó al gobernador en actos oficiales, que por su contribución a los niños y jóvenes sinaloenses.

Merary Villegas, la ex diputada local y dos veces diputada federal, en el periodo 2018-2021 fue distinguida con el poco honroso reconocimiento como faltista de esa legislatura; sin embargo, ese no fue obstáculo para seguir ambicionando cargos de representación política y ahí está lo sucedido, en el último periodo, siendo diputada federal se trasladó a Sinaloa para asumir el cargo de dirigente estatal de Morena, donde chocó con el gobernador que actuaba como tal y eso acotaba el espacio de su dirigencia, por lo que no tuvo problema para ser juez y parte, manifestando su aspiración para ser candidata a la alcaldía de Culiacán. Hoy es la candidata al distrito federal 7, con sede en la capital del estado.

Olegaria Carrasco, igual dos veces diputada federal, sin que los sinaloenses del sur del estado puedan sentirse orgullosos de su trabajo parlamentario en el recinto de San Lázaro. No se conoce que alguna vez haya subido a la tribuna para defender los intereses de su estado, sino tan solo para darse a conocer entre sus compañeros legisladores. Pero tiene buen padrinazgo, para ser la candidata del distrito 6, pues de otra forma con esas credenciales estaría en la misma condición de su colega Juan Torres, que en la próxima legislatura estará viendo los toros desde la barrera.

Jesús Fernando García Hernández, ex priista, exalcalde, exdiputado local, diputado federal dos veces y va por la tercera vez por el distrito federal 3 y bajo el emblema del PT; igual, resulta inexplicable más allá del apoyo que le brinda Beto Anaya, el dirigente de ese partido, porque hasta el mismo gobernador ,con cierto desespero dijo a la prensa que el PT no tenía por qué tener candidato a la Cámara de Diputados bajo el techo programático de la llamada 4T.

Me excuso de no conocer la trayectoria política de Jesús Ibarra (distrito federal 5) y el de Felicita Pompa Robles (distrito federal 4), quienes irán por Morena y el Partido Verde, respectivamente; alguna virtud deben tener para haber sido escogidos por el presidente como candidatos a la Cámara de Diputados, y ahora sí, por sus hechos los conoceréis.

Queda pendiente la designación del candidato del distrito 2, con cabecera en Los Mochis, luego de que todo mundo pronosticaba que sería Genaro García Castro, quien hasta ahora se desempeña como secretario de Gobierno del Ayuntamiento de Ahome; pero es probable que por ser parte del grupo político de Mario López Valdés, haya sido la razón para no ser palomeado en Palacio Nacional, y quedará para la historia de la retórica política sinaloense, cuando respondió con una de millón a pregunta expresa: “Ni sorprendido ni decepcionado; el proyecto de nación es más importante que una candidatura”.

En definitiva, nuevamente la selección de los candidatos deja molestos a muchos que esperaban ser tomados en cuenta y que tendrán que hacer mutis ante la selección del supremo; está visto que al presidente no le gusta la renovación y prefiere la continuidad con los más fieles a su causa, que a la postre tendrán en caso de ganar la Presidencia de la República.

Una tarea superior de la que poco se habla, pero todos intuyen, como es la de guardián de sus intereses, incluso por encima de la propia Claudia Sheinbaum; es decir, si la candidata oficialista ganando busca tener un margen de independencia absoluta de su antecesor, los hoy seleccionados deberán llamarla a cuentas, como lo ha expresado el propio presidente López Obrador.

¡Ah, y por cierto!, llama la atención que tres de los seis candidatos a diputados federales van por el Verde y el PT; pregunto: ¿quiere el presidente volver a hacer la jugada de que ganen por otro partido, para ya en funciones pasen a formar parte de la bancada morenista y así elevar la posibilidad del llamado Plan C?