Desde entonces descubrió su afición por el ritmo huapango por su origen alegre de la huasteca y lo picaresco de los versos de sus canciones que escuchaba de los trovadores. Ambos personajes fundaron en 1930 el dueto Los Hermanos Hernández, intérpretes de sones propios para amenizar bailes y fiestas en los ejidos aledaños de la capital tamaulipeca. Algunas ocasiones, siendo adolescente Gabino los acompañó y observó la ejecución musical y baile de sones huastecos sobre una tarima, plataforma o tapanco de madera, instalada en los extremos de una enramada. El dueto interpretaba polkas y balonas sin faltar las décimas que versaban espontáneamente los trovadores de cada grupo.
A principios de siglo eran famosas las canciones La Cuera Vieja, La Leva y Cielito Lindo. Durante la niñez conoció a un maestro de violín de origen francés quien llegó a radicarse en la Colonia Mainero, de quien rápidamente aprendió de algunas lecciones. A los 17 años de edad conoció en una fiesta de los Salones Alianza a Francisco Flores, quien lo invitó a formar parte del dueto Los Hermanos Flores, con quienes realizó varias presentaciones en el Concurso de Cancioneros Típicos en Monterrey. Desde entonces se dedicó en cuerpo y alma al huapango.
En 1948, convertido en un ejecutante virtuoso del violín, formó parte del trío Los Cuerudos Tamaulipecos, integrado por Gabino Hernández (violín), Lino Castillo (guitarra quinta) y Demetrio Olguín (guitarra). Alguna ocasión alternaron con El Negro Marcelino en la Feria de la Naranja en Linares, Nuevo León. Al percatarse de su talento inmediatamente el huapanguero de Ciudad del Maíz, San Luis Potosí le solicitó acompañara en sus presentaciones con la armonía en algunos huapangos.
Pablo Casals elogió su talento
En 1958 ingresó al Conjunto Típico Tamaulipeco, fundado durante el gobierno del doctor Norberto Treviño Zapata, donde alternó con Gustavo El Charro Valdez y el Trío Xicoténcatl. El conjunto huapanguero fue reforzado por Francisco Flores, Alonso Flores, Lalo. Miranda y otros músicos quienes a finales de 1960 viajaron a Xalapa, Veracruz, invitados por el gobierno del aquel estado, donde rindieron un homenaje al famoso chelista español Pablo Casals. El acontecimiento musical se iba a realizar en el estadio, pero debido a mal clima y otras circunstancias se suspendió, de tal manera que los tamaulipecos acudieron a la residencia donde se hospedaba y ofrecieron en privado un concierto de sones. Cuando Casals escuchó El Gustito en las cuerdas del violín de Gabino Hernández, emocionado por su talento solicitó lo interpretaran tres ocasiones, porque estaba admirado de la manera como lo ejecutaba el músico tamaulipeco.
Como agradecimiento y homenaje por el apoyo que en aquella época se brindó a la música de huapango, envió una carta de felicitación al gobernador Norberto Treviño Zapata. Gabino permaneció durante tres años en el Conjunto Típico Tamaulipeco, y después recibió una comisión para trasladarse a Llera, donde formó El Grupo Típico de Llera, donde participaban catorce músicos de extracción rural. Mostraron tanto profesionalismo que fueron contratados para tocar en la Feria del Hogar de la Ciudad de México.
El Gustito
Cantando el gustito estaba,
cuando me quedé dormido,
cuando me quedé dormido,
cantando el gustito estaba.
Ay, la, la, la
ay, la, la, la
ay, la, la, la
ay, la, la, la
la, la, la, la, la.
Mi mamá me despertaba
yo me hacía el desentendido
para ver si me dejaba
otro ratito contigo.
Ay, la, la, la
ay, la, la, la
ay, la, la, la
ay, la, la, la
la, la, la, la, la.
Se le recuerda trasladándose en su modesta bicicleta, con el estuche del violín amarrado con un mecate. También formó parte del grupo de trovadores huastecos Los Hermanos Villafuerte -Vicente “La Ganga” 5ª huapanguera- y Francisco -jarnana- hijos del versero de Llera Tito Villafuerte, quienes obtuvieron el Primer Lugar de Interpretación en la 3ª Feria Estatal de Ciudad Victoria. Precisamente a él se le atribuye la siguiente décima, comunicada por Fernando Méndez.
Solo Dios con su poder,
sabe lo que cierto sea,
un astrónomo me dijo,
cada quien tiene su idea,
el sol es un astro fijo,
la tierra es la que voltea.
Entre los gratos recuerdos que conservó durante su vida, destacan las grabaciones realizadas con Los Hermanos Flores y un violín “Stradivarius” obsequio de Alfredo Negrete, propietario de la Panificadora Victoria. Durante varios años acompañó al conjunto Los Regionales de Victoria y en los años ochenta se retiró parcialmente de las actividades musicales. Solamente actuaba en situaciones especiales, cuando el grupo bohemio de amigos del Químico Guerra se reunían en su casa. Los músicos huapangueros de Tamaulipas lo recuerdan como uno de los mejores y extraordinarios violinistas del son huasteco. (Francisco Ramos/Entrevista a Gabino Hernández Charles/1985/ María de los Ángeles Guillén de Haces/ El Diario/9/24/1989.)
* Cronista de Ciudad Victoria.