DE NOCHE EN ALGÚN LUGAR DE MONTERREY
Víctor Manuel Amaro García*

La ciudad es bella y con atracciones culturales para visitar y recorrer durante el día. Cuando el sol comienza a esconderse y la noche abraza las calles comienzan eventos musicales y distintos lugares de recreación.

     En el mítico Barrio Antiguo, en el corazón de la ciudad, con la calidez de un pub irlandés y disfrutando una deliciosa guinness en un tarro cervecero comienza el evento.

     Con timidez y nerviosismo sube al escenario una chica con vestido floreado, de baja estatura y complexión robusta. Su música con un tono grave, expresa un sentimiento nostálgico, a pesar de la poca seriedad entre canciones y su falta de madurez escénica logra transmitir el sentimiento que quiere. Al despedirse hace hincapié en su nombre: Sol Magenta.

     El buen servicio de los meseros y los detalles de madera tallada del bar genera la sensación de estar en un viejo pub original, bien ambientado entre cada grupo y con música para amenizar la estancia.

     Se prepara tras bambalinas un trio de chicos que se hacen llamar Mango Pardo.

     Haciendo mención al ligero retraso del evento, el vocalista comienza a levantarle los ánimos al público, que se encuentra un poco soso. Su música va de la mano con su actitud, dado que es de lo más movida, con una combinación entre reggae y country. Suenan al puro estilo del pop de los 90 y su vestimenta indie genera un buen estilo musical.

     Oír uno de sus sencillos (“No digas que no”) me transmitió la sensación de haberlo escuchado antes. Si tuviera que compararlo con una banda podría decir que su música se parece a la de Babasónicos. Después de esta rola el público se vuelve más efusivo y las canciones se transforman en rock puro. Al finalizar el vocalista demostró su facilidad de palabra y extendió una invitación a escuchar su material en las diferentes plataformas musicales como Spotify.

     Llega el evento estelar de la noche. Después de ser tan publicitado por los organizadores se tiene predisposición de la calidad de la música a presentar. La noche va en acenso. De la chica nerviosa a Mango Pardo se espera una mejora.

     Sin más, una chica como de 27 años, alta y delgada, sube al escenario. Con tan solo un guitarrista de apoyo empieza a cantar. Su voz es difícil de describir, ya que tiene un timbre demasiado agudo y una personalidad de niña caprichosa. Al terminar su primera canción, cuenta una historia de su vida, y con una manera singular de expresarse, como si todos ya conocieran su música, se incrusta como una flecha en mi cabeza algo que no deja de repetir: “No soy una licuadora con flores, ya soy un florero que ya lleva flores”, refiriéndose a que siente que está haciendo lo correcto con su vida. De pronto un séquito de instrumentos se incorpora a sus espaldas, sigue cantando con movimientos exagerados y vocalización un tanto desafinada. Después de media hora de canciones y el trago amargo de la noche termina su actuación de ese día, Dear Dana fue el declive del evento.

     A las 23:36 horas mientras Dana promociona productos de su autoría, la gente comienza a levantarse y a desalojar el bar. Entre el bullicio cruza una melodía del violín del último grupo de la noche, que sin esperar la total atención del auditorio comienza a tocar como si de algo ensayado se tratase.

     El vocalista de este quinteto se apodera del escenario con una comicidad singular. Mientras los demás tocan una canción de fondo, él inicia la presentación de sus compañeros. Su ánimo es notorio. Es un grupo que emana buena vibra. Su música es estudiada, en lo general nada fuera de lugar, sin embargo, lo que los hace resaltar de los demás es el acompañamiento del violín, un gran detalle agregado a sus canciones. Sin lugar a dudas Nantes se llevó la noche opacando a su antecesora.

     Mientras se oyen todavía los aplausos me despido del lugar, convencido de que los rincones de esta ciudad están llenos de pequeños y grandes momentos para todo público.


*Estudia la carrera de Periodismo Mediático en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León. E-Mail: vic_amaro28@outlook.com