Los reportes que publica el INEGI cumplen con las normas del trato estadístico, pero la interpretación de los datos corre por cuenta de quien las consulta.
Hace unos días se publicó el informe relativo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo; y el martes 28 de noviembre la prensa nacional se ocupó de dar a conocer los resultados.
Es interesante observar cómo el enfoque y el matiz de cada diario varían significativamente.
El Universal puso el acento en lo que llama el “empleo femenino”; y destacó que está perdiendo dinamismo: “De enero a septiembre se generaron 364 mil plazas para mujeres, una baja del 25%, contra el mismo lapso de 2022”.
En cambio, El Economista señaló que la “participación de las mujeres en el mercado laboral” marcó un récord en el tercer trimestre de 2023. Explicando: “El dato mide la proporción de la población femenina en edad de trabajar que se encuentra ocupada”, la cual creció un 1.6 por ciento en el último año, para llegar a un 46,4 por ciento del total. En el año de la pandemia está proporción se redujo a sólo el 40 por ciento.
La brecha con respecto a los hombres aún es amplia.
El Sol de México puso el acento en la desocupación. Señaló que hay un 10.5 por ciento menos desocupados. “Según datos del INEGI, al cierre del tercer trimestre 1.8 millones de personas buscó empleo sin tener éxito, lo que significó una reducción de 10.5 por ciento, respecto del mismo periodo de 2022, cuando eran 2.04 millones de desocupados.
Con dicha disminución, “la tasa de desocupación en México alcanzó un nivel de 3 por ciento, inferior al 3,4 por ciento observado en el tercer trimestre de 2022”. “Al presentar los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y empleo (ENOE), el INEGI precisó que de la población desocupada al menos 1.1 millones fueron hombres, 109 mil menos si se compara con igual lapso del año pasado”.
En La Crónica la atención se puso en el sector informal: aquellos que están ocupados pero que no tienen un empleo formal; un contrato o un ingreso regular. La Crónica señala que la informalidad se elevó al 55 por ciento de la población ocupada. “Al cierre del tercer trimestre, las personas en México, en todas las modalidades de empleo informal, aumentaron en/a 680mil respecto del mismo lapso de 2022, ubicando a un total de 32.6 millones de habitantes, lo que representó el 55.1 por ciento de la población ocupada en México…”
Este último dato es muy relevante, ya que si bien el empleo formal se recupera y crece, la proporción de los “ocupados” que no tiene los beneficios y la cobertura institucional del sector formal es más de la mitad del total de la población ocupada.
Para el sector formal de la economía el dato relevante son las exportaciones, las cuales en octubre registraron un crecimiento de 5.6 por ciento anual, revirtiendo la caída de 5.1 por ciento de un mes antes. Lo cual es una consecuencia de que la economía norteamericana mantiene estabilidad en su actividad económica, sobre todo en la industria automotriz, a pesar de las huelgas. Las ventas al exterior de la industria automotriz mexicana tuvieron un repunte de 20.9 por ciento en el último mes.
Para los directivos del Banco de México, cuyo objetivo principal es el control de la inflación, el próximo año ofrece riesgos. Es evidente que la economía internacional se encuentra afectada por los conflictos bélicos y la competencia económica entre las empresas chinas y las norteamericanas.
Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, considera necesario que la “política monetaria restrictiva” se conserve por un periodo de tiempo prolongado, ya que para el próximo año se presenta un conjunto de riesgos grandes para la inflación: la inflación “subyacente” persistente, la depreciación cambiaria, “presiones” en los precios de energéticos y agropecuarios. Así que el nivel de 11.25 por ciento de la tasa de interés se mantendrá por lo menos hasta marzo.
Heath señaló que la “incertidumbre política” es el principal riesgo para 2024. El economista en funciones de analista político.