GOMEZ12102020

Deportaciones
Gerson Gómez

Monterrey.- Nuestra casta política tiene una manera fabulosa de negociar sus crímenes. Incluso los empresarios de todas las medidas las conocen.

     Con total impunidad realizan actos de enriquecimiento inexplicables. Desvían recursos del erario. Gozan de información privilegiada.

     En cada una de sus plataformas, el exilio, la huida o la fuga son las conductas a seguir.

     En los paraísos de primer mundo, invierten los dineros mal habidos.

     Pueden transcurrir los años. Cuando se vence la visa de turista. Cuando se les detecta por las fuerzas del orden.

     Los juzgados extranjeros organizan, con la ficha roja de por medio, la captura del presunto delincuente.

     Sorprendidos de la efectividad se entregan. Sin la necesidad de gastar una sola bala.

     En el presidio momentáneo, recurren a los mejores abogados.

     Acusan de persecución por sus ideas. Jamás las transgresiones.

     En las celdas negocian el retorno al país. Los términos del traslado. La condición de los delitos vinculados. Sus expedientes en los juzgados del país.

     No les asusta el submundo de las prisiones mexicanas. Todo está en venta. Incluso la misma libertad de movimiento.

     Sus abogados usan las mismas presiones gansteriles. Desvanecen los delitos por faltas en la integración de los expedientes.

     Ajustan los errores y los plazos vencidos. Pocos, casi nadie, le teme a los jueces mexicanos.

     Solo los pobres. A ellos, la huida, por falta de pericia, les está negada.