Esa transición ha hecho posible tres alternancias en el poder ejecutivo federal en sólo 18 años (2000-2018), y si las condiciones no cambian sustantivamente, no sorprendería que nuevamente se experimente otra alternancia más en el 2024. Las democracias auténticas son imprevisibles, y ninguna opción partidista puede escriturar el poder por demasiado tiempo.
Esto es lo que busca cambiar la iniciativa legal que hoy se cocina en el Senado: recuperar las condiciones que le permitieron al viejo régimen perpetuarse en el poder por siete décadas. Primero destazar al INE y despojarlo de sus capacidades de conducción, organización y fiscalización. Luego edulcorar su autoridad y reducir sus capacidades técnicas, territoriales y de escrutinio procedimental. También se rebaja la capacidad de emitir acciones afirmativas que favorezcan la inclusión de poblaciones vulneradas.
De aprobarse las iniciativas el retroceso sería espeluznante. El secuestro del INE y de los organismos locales impediría garantizar las condiciones de competencia en equidad, transparencia y legalidad. Eso sí: nos acercaríamos a los sistemas políticos no competitivos como Venezuela, Nicaragua y, por supuesto, Cuba, el paradigma autoritario que parece servir de faro para una izquierda mexicana arcaica que añora al partido de Estado de corte callista.
Las organizaciones de la sociedad civil con vocación democrática nos están convocando a concentrarnos en las plazas principales de las setenta y seis ciudades más importantes del país y varias del extranjero, pero particularmente en el Zócalo de CdMx. En el caso del estado de Guanajuato se nos invita a agruparnos en el Arco de la Calzada en León; en el Parque Irekua-Plaza Fundadores de Irapuato; en en el Kiosco del Parque Juárez de San Miguel Allende; en el Jardín Principal de Celaya, y en la Plaza de la Paz de Guanajuato capital. Todos a las 11:00 horas del domingo 26 de febrero.
Sólo la manifestación libre de nuestra oposición a esta amenaza a nuestro voto efectivo podrá detener esta intentona de socavar a la todavía frágil democracia que nos hemos dado. Ojalá que los jóvenes, las mujeres y las poblaciones vulnerables encabecen este esfuerzo, pues con seguridad ellos serán los más afectados por la contrarreforma.
* Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León, Departamento de Estudios Sociales. @riondal – FB.com/riondal – https://luismiguelrionda.academia.edu/