Guanajuato.- Decía yo en mi pasada contribución que, analizando los datos de la última elección local de Guanajuato, la mayor novedad es que la diversidad partidista se ha impuesto en todos los ámbitos, y que el avance oficialista es sorprendente. En el entorno federal se impuso la coalición liderada por Morena, que ganó las dos senadurías de mayoría y en ocho de los trece distritos federales. La alianza Fuerza y corazón por México sólo se afirmó en cinco y el PAN en solitario en dos distritos.
Hace tres años Morena sólo había logrado dos distritos: el 10 de Uriangato y el 13 de Valle de Santiago, reductos agraristas y del viejo progresismo clientelar. El PAN confirmaba su posición hegemónica con doce distritos, y en otro más en coalición, el 08 de Salamanca, muy disputado por Morena y el clan de los Prieto.
La candidata presidencial de Morena también logró triunfar en Guanajuato ante la poco conocida aspirante del PAN-PRI-PRD, con un diferencial de casi 200 mil votos, una ventaja del 7.2%. En cambio, la candidata a la gubernatura de Fuerza y Corazón por Guanajuato recibió casi 277 mil votos más que su rival de la coalición de Morena, con un 10.2% de diferencia en su favor. Las candidatas ganadoras, Claudia Sheinbaum y Libia García, recibieron un millón 302 mil 706 y un millón 393 mil 801 votos respectivamente. La candidata local superó a la presidencial con 91 mil 95 sufragios. Lo local sigue pesando mucho en el ánimo político de los guanajuatenses.
En este proceso electoral se incrementó sustancialmente el índice de competitividad en todas las posiciones en disputa. Éste índice se obtiene de dividir el número de votos del candidato en segundo lugar sobre los que obtuvo el primer lugar, obteniéndose un índice de cero a uno. El cero es nula competitividad y el uno es el empate perfecto. Entre Sheinbaum y Gálvez hubo una competitividad del 0.85 en Guanajuato; a nivel nacional fue mucho más bajo: 0.46. Entre Libia y Alma Alcaraz, candidatas a la gubernatura, fue de 0.80.
Entre los candidatos a las senadurías de la coalición morenista y los del PAN se registró un índice de 0.91, muy cerca del empate. El promedio de competitividad de los candidatos a diputaciones federales, ahí donde se acudió en coalición, fue del 0.82. En el ámbito municipal, también en promedio, fue del 0.85, muy elevado si consideramos que el registrado tres años antes, en 2021, fue del 0.51.
No habíamos visto tal nivel de competitividad y de movilidad partidista en esta entidad desde las elecciones muy competidas de 1997 y de 2012. Se ha puesto en evidencia que Guanajuato no está escriturado para Acción Nacional, muy a pesar de los 39 años que habrá acumulado en el gobierno estatal en 2030, cuando culmine la administración que estará entrando en funciones el próximo 26 de septiembre. Habrá mucho que seguir analizando.
Agradezco la paciencia del amable lector o lectora durante estos seis ejercicios de análisis.
* Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – @riondal – FB.com/riondal - ugto.academia.edu/LuisMiguelRionda