Guanajuato.- Mencioné en mi colaboración anterior que el actual alcalde de Guanajuato, quien ha llamado la atención nacional por sus dislates verbales y sus prejuicios de clase, a los que suma la construcción de una imagen populista y tiktokiana, decidió inventar su propio festival internacional de cine con tal de no apoyar una iniciativa con 24 años de historia, como es el Guanajuato International Film Festival, GIFF.
Tradicionalmente el GIFF se realizaba a fines de los meses de julio. En este año se cambió la fecha para atender una solicitud de autoridades locales, y se desarrolló, con gran éxito, entre el 17 y el 26 de septiembre pasados. Infelizmente sin tener sede en la capital estatal, pero muy bien acogida por los municipios de León, Irapuato y el cosmopolita San Miguel de Allende. No es la primera vez que la ciudad de León se ve beneficiada por iniciativas que nacieron en Guanajuato capital, como el Festival Internacional del Globo, fundado en los años noventa en esta ciudad.
El GIFF recibió este año un total de 3 mil 274 películas provenientes de 132 países, de las cuales 188 serían elegidas para su exhibición, y 145 —de 52 países— entraron en competencia. Es importante destacar que desde siempre los eventos han sido gratuitos, con una cobertura cada vez mayor gracias a las muestras en las numerosas sedes y el aprovechamiento de los recursos tecnológicos actuales. La amplitud y calidad del programa puede ser valorado en su muy bien diseñada página electrónica: giff.mx
La ocurrencia municipal se tradujo en un evento que recién se desarrolló del 17 al 21 de noviembre pasados. Se le denominó Bajío International Film Festival, con el acrónimo BJXfest. Lo primero que me llamó la atención fue la referencia a la región del Bajío, a la que no pertenece la ciudad de Guanajuato, ubicada en la sierra homónima. El Bajío, como su nombre indica, es una cuenca que acompaña al río Lerma y sus afluentes, en cotas que se ubican entre los mil 350 y los mil 700 metros sobre el nivel del mar (Del Río y otros, t.ly/fuRw). Otro detalle fue el de asignar al evento el código AITA (International Air Transport Association airport code) BJX del Aeropuerto silaoense del Bajío. Lo menos que me pareció fue ramplón y trivial. Muy nice, ideal para los millennials, que son aficionados a los divertimentos vacuos en streaming, pero no al cine de contenido.
He sabido de parte de fuentes bien informadas —que me pidieron anonimato— que el evento municipal costó entre tres y 3.5 millones de pesos. Muy lejos del millón solicitado por el GIFF. Para un municipio pobre que ejerce un presupuesto anual de 644 millones de pesos, de los que destina solamente 15.3 millones (2.37%) a educación y cultura (t.ly/Mc71), es un gasto desproporcionado, para el que difícilmente encuentro justificación, si el mismo objetivo de promoción cultural y turística se pudo haber conseguido sumando esfuerzos con el GIFF.
El editor de la fuente cultural de Reporte Índigo, Hidalgo Neira, publicó su balance del BJXfest el 27 de noviembre pasado (t.ly/Y6nb). Opinó que el festival municipal “se llevó a cabo a marchas forzadas en una primera edición, que más que una primera muestra, pareció ser un ensayo de un capítulo 0”. También contradijo las historias felices sobre la fuerte derrama económica (37 millones de pesos) por el 80 por ciento de ocupación hotelera; dijo: “estas cifras son bastante dudosas […] la verdad sea dicha, el BJX llevó a estos invitados, prensa y demás personalidades”. Además, destacó que, aunque el evento fue presentado como una “iniciativa ciudadana”, “en prácticamente todos los eventos públicos, el alcalde tuvo presencia, la coordinación de prensa se llevó a cabo desde el equipo de comunicación social del municipio”. Un antojo caro para la autopromoción de un edil que sueña ser gobernador.
Ojalá nuestros gobernantes basaran sus decisiones en la racionalidad y la trascendencia, no en el proyecto electoral inmediato. El GIFF es un proyecto cultural ciudadano y vigoroso, con reconocimiento internacional. Las evidencias abundan gracias a la cobertura que ha recibido de los medios especializados mundiales.
Será una tristeza que se sigan desperdiciando recursos en iniciativas efímeras que seguramente verán su término al fenecer esta administración frívola.
* Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. Departamento de Estudios Sociales.
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