Guanajuato.- Las recientes elecciones de Coahuila y el Estado de México convocaron un interés inusual para este tipo de ejercicios locales. Lo hicieron porque se ha querido asumir que esta última entidad, poseedora del padrón electoral más grande del país (12 millones 734 mil 584 electores al 2 de junio pasado, el 13.3% del total nacional) es un anuncio de lo que podría suceder en la elección federal del año próximo.
Desde hace meses se mencionaba en los medios que la gran mayoría de las encuestas disponibles anunciaba un triunfo aplastante de la coalición que apoyaba a la profesora Delfina Gómez, de Morena. Tres semanas antes de la jornada electoral, el periódico El País publicó un comparativo de 73 encuestas que apuntaba un promedio de 57.8% para esta candidata, contra 42% de Alejandra del Moral, de la coalición PRI-PAN-PRD: un 15.8% de diferencia (https://t.ly/6Fvn). La encuesta de Enkoll para El Universal le dio a Delfina un 59% de las preferencias y a Del Moral un 41%, una distancia del 18%. Parametría publicó el 30 de mayo su encuesta, anunciando 57% para Delfina y 40% para Del Moral.
Pero fallaron, y por mucho. Los resultados del PREP arrojaron 52.6% para Delfina y 44.3% para Del Moral; un 8.3% de diferencia. Muy lejos del 15.8% del promedio de El País, y del 18 y 17% de las mediciones de Enkoll y de Parametría (por cierto, ésta ya retiró sus resultados de la página parametria.com.mx/encuesta-edomex-3/).
Creo que el EdoMex no es un escenario equivalente a un “México chiquito”. Es una entidad con particularidades que no encontramos en otras regiones. Por ejemplo, los contrastes radicales entre sus municipios según su nivel de desarrollo social y económico. No es lo mismo el “corredor panista” del norte del Valle de México (Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán, Cuautitlán Izcalli…), con una economía pujante y buenos niveles de desarrollo humano, que el oriente empobrecido y sobrepoblado (Texcoco, Neza, Chalco, Los Reyes-La Paz, Ixtapaluca…), o bien el valle de Toluca, industrializado y dinámico. En el EdoMex se genera el 9.1% del PIB nacional, que se suma al 15% de la CdMx para conformar la región más productiva del país. En cuanto a la inequidad social, en 2018 exhibió un índice de Gini que mide la desigualdad en función del ingreso per capita, de 0.401, el mejor del país después del de Tlaxcala (https://t.ly/GJbb). El índice nacional es de 0.469. Mientras más cerca al cero, menor la inequidad del ingreso.
Hace seis años sucedió algo similar a lo que vemos hoy: las encuestas anunciaron un triunfo amplio para Delfina Gómez. Asistí como observador electoral y recuerdo que ya estaba listo el escenario para festejar el triunfo anticipado. Cuando el entonces presidente del IEEM, mi recordado amigo Pedro Zamudio, dio a conocer los resultados del conteo rápido, pareció que el cielo se caería. El candidato Alfredo del Mazo obtuvo el triunfo con una diferencia de 170 mil 522 votos, un 2.8% más que su rival inmediata.
En contraste, un año después la elección federal fue ampliamente ganada por la coalición Juntos Haremos Historia, tanto en el ejecutivo como en el legislativo.
En suma, estas elecciones locales nada anuncian para el 2024.
* Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León, Departamento de Estudios Sociales. @riondal – FB.com/riondal – https://luismiguelrionda.academia.edu/