La Historia registra los pronunciamientos de hombres visionarios cuyas palabras fueron antorchas incendiarias para remover los obstáculos al progreso y al bienestar de la población general. En tal categoría están las expresiones de Erasmo Catarino Garza, del Gral. Ignacio Martínez y de Ricardo Flores Magón, entre otros. En tiempos recientes (1968, 1994 y 2018) tenemos ejemplos de pronunciamientos incendiarios. En 1968 Carlos A. Madrazo recorría la República llevando el mensaje a favor del municipio y de la democracia. Se popularizó entonces un estribillo que con la música de El Venadito que comienza así: “Este es el corrido del que quiere un cambio, del pueblo cansado que está despertando….” etc. etc. Su mensaje caló hondo en el elemento universitario principalmente.

    En 1994 y ante el Monumento a la Revolución, la voz de Luis Donaldo Colosio cimbró al país. Fue claro al decir: “veo un México con hambre y sed de justicia. Es la hora de reformar el poder, de construir un nuevo equilibrio en la vida de la República. Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad. Quiero ser Presidente para encabezar esta nueva etapa de cambio en México”. Este discurso de Colosio lo han subido al facebook dos buenos amigos de Coahuila: Gabriel Pereyra y Rodolfo Esparza Cárdenas.
Pero la adversidad se interpuso.

    Hoy, en el 2018 un nuevo movimiento nacional en pro de las mejores causas de México recorre el país; lo encabeza Andrés Manuel López Obrador y lo siguen grupos numerosos de ciudadanos libres de todas las condiciones sociales. Ese movimiento es ya incontenible.