Monterrey.- La negativa de López Obrador propició que los empresarios buscaran otras alternativas para salvarse. Para tal efecto, el Banco de México les soltará unas millonadas; el Consejo Mexicano de Negocios consiguió otra billetiza del BID. El reparto será por intermedio de los bancos.
“Existe el riesgo de corrupción” afirmó el Peje a una de las tantas preguntas buscapleitos. Tal vez no lo sea tanto; lo que genera duda es la capacidad del sistema bancario para afrontar este desafío inédito.
Los bancos tienen su protocolo para autorizar créditos, toma tiempo. Ahora deberán asumir otros criterios, se supone que tienen al menos el padrón de los socios empresariales agremiados, ni modo que los otorguen a todo aquel que levante la mano para solicitarlo.
Además, los programas se activarán, cuando muy temprano, en el mes de julio. Por su parte el Gobierno Federal ya está derramando los apoyos. Con base en los listados de ciudadanos de escasos recurso, hechos desde el principio de su administración, se les está depositando en sus cuentas bancarias. Por otro frente, el IMSS, con base al registro de empresas y derechohabientes inscritos, entrega los primeros subsidios desde la semana pasada.
Rapidez más o menos igual está prometiendo la compañía cervecera Modelo, para apoyar a las tienditas con préstamos sin garantía o aval, el trámite será en menos de 48 horas. De todas formas, los apoyos del sector privado llegarán hasta el segundo semestre.
Y donde puede la puerca torcer el rabo es que los magnates, promotores del acuerdo con el BID y BANXICO, son socios de los bancos.
Quien parte y reparte se lleva la mayor parte.