Monterrey.- Llamen al pueblo para que yo me vaya, retó López Obrador al Bloque Opositor, al invitarlo a participar en la consulta de marzo del 22, para la revocación de mandato.
La expresión suena a bravata; extraño en un personaje que por lo general conserva la mesura, surgió sin pregunta provocadora de por medio, o por algún golpeteo reciente. Solo faltó decir: vengan como quieran, uno por uno o en montón.
Según parece, se debe a la frustración por el resultado de la consulta del domingo pasado. Como si la Oposición o el Instituto Nacional Electoral hubieran sido determinantes de la mínima participación ciudadana.
Los Conservadores están buscando primero soluciones alternas al pacto legislativo Va por México del PRIANPRD. El embrión que se gestó en julio tal vez no alcance ni los tres meses de vida. Todavía no inicia la nueva legislatura y ya hay recelos mutuos entre sus respectivos líderes; no tienen respaldo al interior de sus partidos. Cambiará de nombre a “Fue por México”, o “Hubiera sido por México”. Es probable que a estos políticos se le de las gracias por participar, y se busquen alternativas en la “Sociedad Civil”.
Dar la contra al gobierno cuesta billetes, lo saben los patrocinadores del Pacto, en algún momento valorarán si conviene continuar la grilla política –echar más dinero bueno al malo– o sumarse a los proyectos de inversión del gobierno federal para el trienio restante.
Lo único que logra López Obrador con este tipo de comentarios es otorgar a la Oposición un protagonismo no ganado, y dar vuelo a las acusaciones en su contra, de ser bravucón. Ojalá no se repitan este tipo de jactancias.
Juan Charrasqueado: “no tuvo tiempo de montar en su caballo / pistola en mano se le echaron de a montón.”
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