Monterrey.- ¿Por qué Brian Cogan es tan intolerante con la prensa mexicana? Igual que con López Obrador, debe plantear esta pregunta el periódico inglés Financial Times.
La audiencia virtual contra Genaro García Luna, este martes en Nueva York, fue suspendida por este juez a los diez minutos, por el desorden y ruidos de reporteros mexicanos, luego de conminarlos en vano, a aplacarse. Tiene más paciencia que este juzgador una maestra de preescolar, con infantes desmadrosos en clase lineal.
Se reanudó el evento, pero el motivo principal, la comparecencia del ex funcionario, se diluyó. No hubo declaraciones explosivas.
Al declararse inocente García Luna, se programó la siguiente diligencia para el 7 de diciembre. Entonces ya habrá obtenido el registro del partido México Libre, su compadre Felipe Calderón.
No tarda la prensa mexicana en hablar de un complot de reventadores, enviados por el gobierno de 4T, para manchar la inmaculada trayectoria de sus reporteros. “Chinguen a su madre, periodistas mexicanos” dicen que se oyó una voz acusatoria en medio del despelote. De seguro anduvo por ahí con cubre bocas, el diputado Fernández Noroña.
Póngase a temblar el sistema judicial de Estados Unidos: Enrique Krauze y sus 650 abajo firmantes, afinan un desplegado donde acusan que la actitud de este jurisconsulto es autoritaria, y amenaza a la libre prensa mexicana.
Añádase la futura declaración de Gerardo Lozano, ayatola del FRENAAA: “el Juez Cogan, igual que López, se va”. Se instalará en la Gran Manzana un plantón hasta que renuncie este personaje nefasto. Carpas hay de sobra, no es problema, solo que por con ancla, por aquello de no te entumas con las tormentas de nieve.
Negro destino le espera a este juez, por no tener la paciencia franciscana de López Obrador.
A la prensa mexicana no se le toca.